Dos historiadores buscan en redes a descendientes de deportados al campo nazi de Mauthausen: “Es un deber moral”

Lara Cardona y José Francisco Albelda se han puesto manos a la obra para localizar a los descendientes de varios deportados de la comarca castellonense de la Plana Baixa al campo de concentración nazi de Mauthausen. En apenas 24 horas, tras hacer un llamamiento en redes sociales, ya han localizado a tres de las siete familias de víctimas oriundas de Borriana que buscan. “Los familiares están muy contentos”, asegura Lara Cardona.

Los dos historiadores han buceado en archivos franceses, alemanes, austriacos y españoles para trata de trazar la biografía de 27 deportados de la zona tras la Guerra Civil e intentan localizar a familiares de cara a obtener más información para un libro que, desinteresadamente, pretenden publicar.

Tras un acto de la Generalitat Valenciana de entrega de los 'Taulells de la Memòria', unos azulejos con los nombres de los deportados, los investigadores lamentaron que no se había podido localizar a muchos de los familiares de las víctimas, la mayoría de las cuales falleció en los campos o tras la liberación debido a las graves secuelas. “Es una deuda moral que tenemos”, dice la historiadora Lara Cardona, responsable del Centro de Interpretación de la Línea XYZ de Almenara.

Los investigadores han rastreado todo tipo de fuentes. “Tenemos que intentar buscar todas las herramientas posibles: listados telefónicos, padrones de habitantes y lo último que se nos ocurrió es publicar en redes sociales ya que son una herramienta a la que estamos todos conectados”, explica el arqueólogo José Francisco Albelda, autor de Vila-realenses en el infierno nazi. Nueve historias de la deportación (1939-1945). Han acudido también al Registro Civil y a censos antiguos, lo que les ha permitido corregir errores en los nombres de los listados.

La iniciativa, sin apoyo público de ningún tipo, parte de la necesidad de completar la breve información que han hallado en los archivos. “Esto nace a titulo personal de dos historiadores que hemos decidido que se merecían que hagamos unas biografías adecuadas sobre ellos”, señala Albelda, quien recuerda: “A veces nos pasa a los historiadores que, cuando te pones a trabajar en ciertos temas, te absorben, sobre todo temas tan duros y desconocidos. Lo más fuerte es que las propias familias desconocen las historias de sus antepasados”.

Las víctimas fueron capturadas en Francia, tras haber combatido en el bando republicano durante la Guerra Civil, según la documentación que han podido rastrear los investigadores. “Podemos saber sobre su historia con los documentos, que nos hablan de los campos donde fueron a parar como exiliados y refugiados en el sur de Francia, y también averiguar su participación en la Segunda Guerra Mundial”, explica José Francisco Albelda. Lara Cardona resume la trayectoria de la mayoría de las víctimas: “Combaten en España y, tras el final de la Guerra Civil, o bien acaban en campos franceses o se enrolan en compañías de trabajadores”.

“Pero nos falta”, agrega Albelda, “la parte que tiene que ver con las familias, para saber sobre su paso por la Guerra Civil”. También se han encontrado con dificultades para localizar fotografías, ya que gran parte del material de los campos de concentración desapareció. Así, los familiares que localizan proporcionan pistas y ayudan a completar el rompecabezas biográfico al que se enfrentan ambos investigadores, a veces incluso conservan cartas o fotografías.

“Es importante para los historiadores y para los familiares, todos ganamos”, señala el arqueólogo. En algunos casos, los descendientes, generalmente sobrinos nietos, ya no viven en la comarca de la Plana Baixa ya que las familias cambiaron de domicilio o se exiliaron a Francia a consecuencia de la represión franquista. Aun así, han podido localizar a una quincena de familiares de las 27 víctimas oriundas de la comarca. En Moncofa sigue viva la hermana de un deportado que, con 98 años, asistió al acto de homenaje de la Generalitat Valenciana. 

“Pero nos faltan muchos familiares que pueden dar pistas, creemos que es algo recíproco, la documentación que tenemos y la información de ellos se complementan”, asevera el historiador. Aunque hay alguna excepción, “prácticamente todos los familiares están agradecidos de que trabajes en el tema y de que se den a conocer sus historias, es un asunto de memoria democrática y un acto de pedagogía”.

Los investigadores continúan con su tarea de localización de los familiares restantes. Lara Cardona lamenta que, con pequeñas excepciones, aun a día de hoy “la deportación de republicanos del País Valenciano a los campos nazis no tiene bibliografía suficiente”.

Lista de deportados de Borriana sin descendientes localizados:

Ramón Barrachina Martí (Borriana 21/08/1904-Ternberg 30/12/1943). Hijo de Ramón Barrachina Oliver de Burjassot y Rosa Antonia Martí Moner de Manuel. En la comunicación del fallecimiento del Ministerio de Antiguos Combatientes y Vïctimas de la Guerra no figura ningún domicilio al que notificarlo.

José Vicente Ripollés Burdeus (Borriana 21/03/1913-Steyr 29/12/1943). Hijo de Vicente Ripollés Marco y de Virginia Burdeus Monsonís. Casado con María Teresa Montoliu Segarra. Último domicilio en calle General Aranda, 24 de Benicàssim.

José Saura Marco (Borriana 27/05/1915-Gusen 05/02/1942). Hijo de José Saura Tejedor y de Rosa Marcos Muñoz. José Saura estaba casado con María Espigol, la cual se encontraba domiciliada en el número 5 de la Calle Riera Alta de l’Hospitalet de Llobregat.

Vicente Ramón Fas Ballester (Borriana 16/06/1906-Gusen 30/12/1941). Hijo de Benjamín Fas Villalta de la Vall d’Uixó y de Maria Ballester Pitarch de Castelló de la Plana. El aviso de defunción se notifica a Joaquina Quinto, en la calle Cabañas núm 28-4º de Poble Sec Barcelona.