Las cifras para entender la precariedad laboral de las mujeres
Las conocemos por colectivos. Las kellys, las camareras de piso, las espartanas, las teleoperadoras. No es casualidad que gran parte de los grupos en lucha sean femeninos. El pasado 8 de marzo las indignadas llenaron las calles. Lo hicieron por muchos motivos, para gritar “basta” contra las violencias machistas, estructurales y simbólicas. Una de las consignas más repetidas, la que organizó la huelga laboral, era la brecha salarial: de media, las mujeres cobran entre un 13% y un 30% menos que los hombres, en función de la fuente consultada. Ganan menos dinero durante su vida laboral y tienen una pensión mucho más reducida.
Pero no solo de salarios va el tema. La sección de igualdad de Comisiones Obreras en el País Valenciano ha elaborado un informe para analizar causa por causa la situación laboral de las mujeres. Y no es nada favorecedora. De un vistazo, el documento indica que los trabajos de ellas son más temporales, parciales, peor pagados y con mayor tasa de desempleo.
El informe analiza el empleo, el paro, los salarios, las prestaciones por desempleo y las bajas por maternidad y paternidad, entre otras cuestiones, para hacer una radiografía de la precariedad femenina.
Según indica, los empleos de las mujeres son más precarios con una mayor tasa de temporalidad (31,2% frente a la del 29,3% de los hombres), una mayor tasa de parcialidad (28,9% frente al 9,8% masculina) y una mayor tasa de desempleo (19,1% frente al 14,8% de los hombres). Como emprendedoras, tampoco van bien: de las 917.100 ocupadas, sólo el 13,3% de las valencianas son autónomas.
Entre los hombres, dicen sus datos, se han creado 49.200 nuevos empleos, mientras que entre las mujeres en el último año tan sólo se han creado 12.900 nuevos puestos de trabajo. “Este crecimiento del empleo femenino se ha producido fundamentalmente en el trabajo asalariado (11.300 nuevos empleos), ya que sólo se han creado 1.600 empleos femeninos autónomos”, cita el texto.
En los últimos 10 años ha aumentado de nueve puntos de la tasa de paro femenina; del 10,5% al 19,1% y, actualmente, la tasa de inactividad de las mujeres es del 46,2% en todo el territorio. Especialmente, este indicador se ceba en Castellón, donde es tres puntos superior a la media.
Para más inri, están las mujeres que no reciben ningún tipo de prestación, un valor muy por encima del masculino. “Este panorama nos lleva a concluir que de las 974.300 mujeres inactivas en el País Valencià, el 47,3% no perciben ningún tipo de remuneración, ya que se dedican al trabajo reproductivo del hogar (34,3%) o están cursando estudios (13%). Mientras que entre los hombres se encuentran en esta circunstancia el 23,5%”, dice el texto.
El informe refleja que en la conciliación, mujeres y hombres tampoco somos iguales: solo el 1,4% de las prestaciones son percibidas por el padre, aunque el sindicato valora que la cesión de estos permisos sea menor en el territorio valenciano y que haya crecido durante el último lustro. Es decir, que, aunque pocos, son más padres los que se acogen a ella que en la media estatal y más cada año. En el último, las bajas por paternidad se han incrementado en un 6,7%.
Las valoraciones del sindicato no dibujan un horizonte positivo para las mujeres. En el apartado de conclusiones, CCOO señala que, con una brecha salarial del 34,3% (mayor que a nivel estatal que es del 30%), “el salario medio de las mujeres valencianas tendría que aumentar en 6.107,76 euros al año para igualarse con el de los hombres, lo que supone que el salario anual de las mujeres del País Valencià tendría que aumentar un 34,3%” para que se diera esta circunstancia.