Pagar por la playa: tasas y restricciones de aforo para frenar la masificación en municipios turísticos

Los municipios costeros valencianos testean este agosto las medidas antimasificación tras un año récord en visitantes. Ante la avalancha de turistas, visitantes y veraneantes que reciben año tras año, algunos municipios de la Marina Alta, la meca del turismo de sol y playa, han decidido implantar tasas, restricciones y controles de aforo para evitar el colapso en sus calas.

La comarca es, tras las capitales de provincia, el territorio que más turistas registró en 2022. Benidorm, que tiene 69.000 habitantes, recibe dos millones de turistas al año; Dénia, con 43.000 censados, recibe 760.000; Calp, con 24.000 habitantes, ve a casi 500.000 personas de visita, según un ranking elaborado por la Universidad Europea de Madrid. El estudio indica que las zonas del litoral, que ocupan sólo el 9% de la superficie de España, atrajeron al 48% del total de turistas. Dènia, Calp y Xàbia están entre los 20 municipios españoles con más viviendas turísticas: suman 5.600.

En el año 2021, aún con las restricciones de la pandemia, el municipio valenciano de Xàbia pasó de 29.000 habitantes censados a una población estacional de 39.000, sin contar los visitantes y turistas, según el Observatori de la Marina Alta. Los turistas registrados en 2022 fueron más de 477.000 en el municipio costero, la mayoría -casi 3 de cada 4-, turistas nacionales. En su conjunto, la población estacional de la comarca creció en 60.000 personas, tomando como referencia los datos de 2021, aún afectados por la COVID-19, que no tienen en cuenta los visitantes foráneos. Los años del Covid distorsionan la fotografía y, aún así, registran un aumento notable de población. En 2017 la comarca quintuplicó su población estacional, pasando de 169.327 personas a 785.641.

La masificación de los municipios costeros era un problema previo a la pandemia que ha tratado de resolverse con tasas, restricciones de aforo y controles en los aparcamientos. Las calas de la Granadella y la Barraca, en Xàbia, han implementado una tasa de 9 euros por aparcar en uno de los lugares de acceso a la playa. La medida se suma a la cala Moraig, que comparte término municipal con Poblenou de Benitatxell, que requiere de una reserva previa para los estacionamientos. Las personas no residentes deberán abonar una tasa por estacionar en la zona de parking de la cala 12 euros por vehículo para todo el día, independientemente del tiempo que se pretenda estar en la zona restringida, que tienen que haber reservado previamente. Otros municipios como Benitatxell, Benissa, Moraira o Dénia han implantado también restricciones de aforo y pagos.

Los responsables municipales justifican la tasa como una fórmula para “no morir de éxito” y buscar un equilibrio entre el turismo y la sostenibilidad de las playas. Xàbia, con el socialista José Chulvi a la cabeza, comenzó medidas de ordenación de la costa en 2016 con los primeros controles de aforo. Otra de las medidas compensatorias es la tasa turística, aprobada por el Parlamento valenciano en el último año de la pasada legislatura, que pretende paliar los efectos negativos del turismo sobre los municipios. Sin embargo, el Ejecutivo de PP y Vox que preside Carlos Mazón ha anunciado su intención de derogarla.