La ley de estructuras agrarias quiere adaptar el campo valenciano al siglo XXI
El Consell ha dado este viernes el visto bueno al anteproyecto de Ley de Estructuras Agrarias que pretende modernizar el campo valenciano. El texto contempla nuevas medidas para la gestión agraria eficiente, la constitución de una “red de tierras”, la creación de un mapa agronómico o la figura del agente dinamizador, entre otras novedades.
La consellera Elena Cebrián, al frente de este departamento, quiere “devolver la ilusión al campo” y ha explicado que “el objetivo principal de esta ley es establecer un nuevo marco general que impulse la mejora de las estructuras agrarias en la Comunitat Valenciana”. Además, entre sus prioridades está la lucha contra el cambio climático, el “uso mejor de las tierras”, la gestión común y la reestructuración parcelaria. Asimismo, la ley prevé incentivos fiscales para los agricultores.
En un resumen de los problemas, Cebrián ha explicado que, debido a las “debilidades estructurales” los productores “se encuentran en una situación de desventaja en la cadena de valor y que el Consell quiere convertir en fortalezas”, ha señalado.
Además, el modelo actual impide que jóvenes y mujeres se incorporen. “En los últimos 20 años se han abandonado alrededor de 35.000 hectáreas de cítricos; la edad media de los profesionales del sector agrario se ha elevado de 48 a 64 años; el número de personas ocupadas en el sector ha caído en un 70 % y el tamaño medio de las explotaciones en las zonas de regadío no supera la hectárea”.
La consecuencia de estas debilidades es una continua pérdida de rentabilidad que “reclama una acción integral sobre las estructuras agrarias que ofrezca posibilidades para que puedan existir en la agricultura valenciana explotaciones viables”, ha agregado Cebrián.
