Rescates e inundaciones angustian a los vecinos de la 'zona cero' de la dana: “Estamos sin dormir y con pánico”

“Recibimos la alerta a las 15.28 horas de la tarde cuando volvíamos en el coche de València a Massanassa. Iba con mi marido y mis dos hijos y cuando leí el mensaje en voz alta mi hija directamente se puso a llorar y mi hijo se asustó mucho y preguntó qué estaba pasando. A mí me dio un vuelco el corazón. Ahí me di cuenta quedan cosas de la dana en sus cabezas que va a ser difícil que olviden”. R. A., vecina de Massanassa, narra de esta forma tan estremecedora el momento en el que recibieron el mensaje Es-Alert en su teléfono y el de su marido.

Inevitablemente, en un segundo sus pensamientos retrocedieron 11 meses en el tiempo, cuando desde el balcón de su casa vieron cómo las calles se convirtieron en un torrente de barro, contendores y coches que anegó durante días toda l'Horta Sud. Perdieron sus vehículos, pero por suerte no hubo daños personales que lamentar. Sin embargo, las heridas emocionales de aquel día siguen a flor de piel, sobre todo en los más pequeños: “Nos avisaron de la suspensión de los colegios y nos dieron deberes para que estuvieran entretenidos, pero ellos no paran de asomarse al balcón para ver si llueve o no llueve. Nos preocupa mucho que parece que no se estén llevando a cabo las obras en cauces y barrancos para evitar que esto vuelva a pasar. Están bien las alertas y que se avise con antelación, pero nos preocupa que no haya un plan a largo plazo porque no podemos estar siempre con este miedo de no saber qué pasará cada vez que hay tormentas”.

Y es que el aviso rojo por riesgo extremo de precipitaciones permanecía activo hasta la medianoche de este lunes 29 de septiembre. La previsión era que luego baje a naranja en Valencia, un estado que no está exento de riesgo, ni mucho menos. Tanto es así que en la provincia de Valencia, los municipios que no retomarán la actividad lectiva son Alaquàs, Albalat, Catarroja, Cullera, Chiva, el Perelló, Llaurí, Llombai, Massanassa, Montroi, Paterna, Picanya, Riola y Sueca. En la ciudad de València, se reanudará la actividad educativa salvo en las zonas inundables, pedanías afectadas por la dana y la fachada marítima, que mantendrán la suspensión.

Este lunes por la tarde el temporal de lluvias dejó acumulados más de 356 litros por metro cuadrado en 12 horas en la ciudad de Gandia (Valencia), en la comarca de La Safor, según la Asociación Valenciana de Meteorología (Avamet). En el mismo periodo se han contabilizado 283 litros por metro cuadrado en Pinet, en la comarca de la Vall d'Albaida, y 275,4 en Barx (en el observatorio de la Drova), y 190,2 en Rafelcofer, también en la comarca de la Safor.

En Cullera, durante la tarde cayeron en un corto espacio de tiempo 60 litros por metro cuadrado causando importantes inundaciones en algunas de sus calles.

Por su parte, las Corts Valencianes han suspendido la actividad parlamentaria prevista para este martes por “las condiciones meteorológicas adversas”. Entre otras actividades, se tenía que celebrar una sesión de comparecencias en la comisión de investigación parlamentaria sobre la gestión de la dana del 29 de octubre, a la que ya había anunciado que no acudiría el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo.

“Aldaia está desierta, la gente en pánico”

Una de las zonas más castigadas tanto por la dana de 11 meses como por este episodio de tormentas es Aldaia donde las fuertes acumulaciones de agua han provocado el desbordamiento del barranco de La Saleta a la altura del dique de Bonaire, lo que ha ocasionado la inundación de varias calles del núcleo urbano. Sin embargo, el alcalde Guillermo Luján destacó que no fue necesario evacuar a ningún vecino gracias a las barreras antiinundaciones y canalizaciones instaladas por el Ayuntamiento, que “han cumplido su función”.

Sandra Márquez vive en la zona de la avenida del Monestir de Poblet de Aldaia, cerca del polideportivo, y lamenta que “las cosas siguen casi igual que hace un año, las alcantarillas no tragan, el barranco hasta arriba, casi desbordándose”. Una situación que les ha generado “miedo” al no saber “si podría pasar lo mismo del pasado 29 de octubre, teniendo en cuenta que el alcantarillado no está como toca” y afirma que ante esta situación poco pueden hacer: “Vemos el temporal sin poder dormir, con tensión, el pueblo está desierto y la gente en pánico intentando poner compuertas en sus casas para evitar la entrada de agua”.

En la misma línea, Aroa Márquez comenta: “Desde que ha sonado la alerta de Protección Civil ha sido un conjunto de nervios, de miedo, de ansiedad porque empezaron a sonar todos los móviles a la vez. A todos nos vino a la cabeza lo que pasó el 29 de octubre. He estado toda la noche despierta, preocupada porque no sabía cómo íbamos a amanecer. Hoy he estado ayudando a mi padre a poner compuertas en su casa, la gente estaba llevándose los coches. El alcalde ha puesto unas compuertas en una parte del pueblo, pero el alcantarillado sigue colapsado”.

Samuel Romero vive a 100 metros de barranco de La Saleta y destaca el contraste tan grande entre cómo se recibió el mensaje de alerta en este episodio y cómo se recibió el pasado 29 de octubre, cuanto ya era demasiado tarde. Romero reconoce que “la noche ha sido larga, estás pendiente de la lluvia porque sí que hubo un momento que llovía mucho y se empezó a ver agua en abundancia bajando por las calles” y pone de manifiesto “la ineptitud de quienes dirigen la Generalitat por la falta de medidas contundentes, parece que se está haciendo una compra de voluntades a través de supuestas ayudas con ingresos en cuentas bancarias, pero no hay un plan de resiliencia o adaptabilidad para las zonas inundables”.

Romero se pregunta, más allá del desvío del barranco de La Saleta, “qué va a pasar con las viviendas en zonas inundables, cómo resolver el problema de la vivienda en estos municipios, cuándo van a empezar a legislar para tener en cuenta el nuevo contexto de cambio climático que vivimos”.

Catarroja, Castellar y La Torre “en alerta”

Juan Ángel es uno de los vecinos de Catarroja que vieron como su casa fue carne de demolición por los daños que sufrió en la dana de hace 11 meses. Casi un año después, su situación ni mucho menos ha mejorado: “En esta situación, con dos niñas de 7 y 12 años, cuando sonaron las alarmas volvimos a revivir el miedo y los nervios, junto al estado de ánimo desde hace 11 meses que es muy bajo porque vemos que no mejoramos, seguimos sin coche y sin casa de nuevo en esta época de lluvias”.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Castellar, Empar Puchades, comenta que la gente está “en estado de alerta” y que comentan entre los residentes que el vacío de las calles recuerda a “la época de la pandemia” que en todo momento estuvieron en contacto entre los vecinos para cuidarse unos a otros: “La gente está nerviosa y preocupada, vamos a necesitar un tiempo para entender que estos fenómenos se van a dar mucho más habitualmente y que vamos a tener que aprender a gestionar este tipo de avisos y de emergencias”.

Desde La Torre, la presidenta de la asociación vecinal, Aniuska Dolz, explica que “muchos vecinos han tratado de sacar sus coches y ponerlos en altura” y que sobre todo “desde que ha empezado a llover estamos atentos a las alcantarillas que la verdad es que por suerte de momento no está habiendo demasiados problemas, aunque sí se ha desbordado una acequia este lunes por la mañana; la gente como es normal está nerviosa, muchos no habrán dormido”.

Vuelos cancelados, inundaciones y rescates

El temporal de lluvias fuertes que afecta a la Comunitat Valenciana ha dejado durante la madrugada de este lunes 112 incidentes, pero ninguno de relevancia, según ha informado el conseller de Emergencias, Juan Carlos Valderrama, tras la reunión de coordinación celebrada en el Centro de Coordinación de Emergencias.

Entre esos incidentes, ha explicado que se ha tenido que rescatar a algún conductor que estaba cruzando un túnel o un vado, por lo que ha recordado la importancia de mantener la “máxima precaución” y no cruzar estas zonas ni ríos ni cauces de barrancos aunque estén secos, por el peligro de inundaciones.

En cuanto al transporte, las lluvias de las últimas horas han provocado retrasos en vuelos y la cancelación de cuatro de ellos en el aeropuerto de Valencia; también ha habido retrasos en el tráfico ferroviario.

Asimismo, ha explicado que están “muy atentos” a la zona afectada por la dana de hace once meses, y ha transmitido “tranquilidad” a la población de esa zona, porque todos los servicios esenciales y todas las Administraciones están “pendientes” de cualquier circunstancia que se pueda producir.

Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha lanzado también a la ciudadanía un “mensaje de tranquilidad”, porque pueden “tener la certeza de que las Administraciones están trabajando desde el primer día” con una coordinación “total y plena” en esta emergencia.

Bernabé ha coincidido con el conseller en la necesidad de que la ciudadanía siga las recomendaciones de autoprotección, evite los desplazamientos si no son imprescindibles y que no se acerquen a las zonas que se suelen inundar con las lluvias.