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Cumbre en València por la invasión de patinetes eléctricos, cuya regulación tardará meses en entrar en vigor

Un viandante observa los nuevos patinetes eléctricos de la empresa Lime.

Carlos Navarro Castelló

La invasión de los patinetes eléctricos de alquiler que ha distribuido por las calles de València la firma americana Lime ha empezado a crear los primeros quebraderos de cabeza al Ayuntamiento, que ya ha recibido quejas de comerciantes, vecinos y hasta de Valenbisi, por la ocupación y uso del espacio público de estos vehículos. 

Como explicó el alcalde, Joan Ribó, a principio de semana cuando la compañía empezó a operar en la ciudad, actualmente existe un vacío legal que impide tanto cobrar a la empresa una tasa por el uso lucratio del espacio público, como sancionar a los usuarios, al no regular ninguna ordenanza municipal la circulación de estos dispositivos.

Por este motivo, ante las quejas recibidas y las dudas existentes entre la ciudadanía, fuentes municipales han informado a eldiario.es que el próximo lunes 3 de septiembre está prevista una reunión entre los concejales de Movilidad, Espacio Público y Protección Ciudadana para analizar la situación y establecer medidas si procede.

Sin embargo, cualquier medida que pase por elaborar una nueva ordenanza, tal y comentó Ribó, para regular esta y otras actividades similares con el objetivo de obligarles a obtener un permiso municipal para operar a cambio del pago de algún tipo de tasa tardaría meses en hacerse efectiva.

Así, la herramienta más avanzada con la que cuenta el Consistorio es la nueva ordenanza de movilidad, cuyo borrador está previsto que presente el concejal Giuseppe Grezzi a lo largo del mes de septiembre.

Esta normativa será la que establezca por qué zonas pueden circular estos patinetes y dónde podrán estacionarse. En principio, la idea de Grezzi era darles un trato similar a las bicicletas, lo que supondría que podrían circular por los carriles bici, pero no por las aceras. 

Sin embargo, una vez se presente el borrador, se abrirá un plazo de presentación de de alegaciones de un mes, trascurrido el cual, habrá que dar respuesta a estas alegaciones (lo que puede llevar otro mes más) y después, se deberá aprobar en el pleno municipal del mes siguiente. De esta forma, en el mejor de los casos, la ordenanza podría estar en vigor a finales del presente año o principios del que viene.

Mientras tanto, habrá que ver si puede llevar a cabo algún tipo de medida disuasoria. De momento, por esta falta de regulación, la Policía Local tiene órdenes de no actuar hasta que no existe una normativa clara.

De hecho, este jueves un agente requisó varios patinetes en el paseo marítimo en virtud de una normativa general de la Dirección General de Tráfico (DGT), que establece que un vehículo no puede estacionar en una acera obstaculizando el paso de peatones.

Sin embargo, la misma DGT deja en manos de los ayuntamientos la regulación de los Vehículos de Movilidad Personal, que son todos aquellos que funcionan con motores de hasta 250 vatios, es decir, los que usan los patinetes. De esta forma, lo más probable es que el Ayuntamiento se vea obligado a devolver a la firma Lime los patinetes una vez los reclame.

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