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El dueño de Mercadona invierte en una 'startup' de prevención de blanqueo de capitales

Angels es el vehículo de inversión en 'startups' de Juan Roig, dueño de Mercadona

Economía

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Juan Roig sigue apostando por empresas emergentes a través de Angels, su sociedad de inversión. En esta ocasión, el fundador y dueño de Mercadona se ha fijado en Pibisi, una 'startup' española que automatiza tareas de prevención de blanqueo de capitales y financiación de terrorismo. Pibisi ha levantado una ronda de inversión de 140.000 euros en la que, además de Roig, han participado los fundadores de Indexa Capital, François Derbaix y Unai Ansejo; y el emprendedor Fernando Cabello-Astolfi, fundador de Aplázame (adquirida por Wizink) y Devengo.

En esta operación también han participado los socios de la 'startup', Alejandro D. Caneda y Roberto Rozalén, así como Rafael Canales, exdirectivo de entidades del sector financiero, y David Lozano, consejero delegado de Afterbanks.

Pibisi participó en Lanzadera, el programa de aceleración de 'startups' de Roig. La empresa, fundada por Alejandro Caneda, es una solución en la nube que automatiza las tareas de la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, que puede integrarse con el 'software' de sus clientes o ser utilizado directamente desde cualquier navegador. La herramienta automatiza parte del proceso, permitiendo a las empresas identificar a sus clientes, consultar bases de datos y analizar la operativa de los mismos (con el fin de calcular su nivel de riesgo), así como gestionar la relación con el regulador.

Pibisi nació tras la experiencia de Caneda como director de tecnología en la propia Indexa Capital, cuyos dueños (sus antiguos jefes) ahora invierten en él. “La experiencia de los inversores que nos acompañan en esta ronda nos permite alcanzar una mayor proyección nacional y una mayor solidez, así como consolidar la confianza de nuestros clientes”, ha dicho Caneda.

El objetivo de Pisibi es alcanzar el umbral de rentabilidad en 2021, para lo que afianzará su posición como herramienta predilecta para los pequeños y medianos 'sujetos obligados', como galerías de arte, joyerías o plataformas de 'crowdfunding' y criptomonedas.

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