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ENTREVISTA | María Pazos, coportavoz de la PPiiNA

“No necesitamos que los permisos de paternidad igualitarios lleguen antes a los funcionarios, sino una ley para todos”

María Pazos, investigadora sobre economía, políticas públicas y sistemas de bienestar, activista social y feminista.

Laura Olías

Tras las últimas buenas noticas, como el respaldo unánime del Congreso a tramitar la ley de permisos parentales igualitarios de Unidos Podemos, las alertas de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA) volvían a activarse esta semana. El lobby feminista, que ha trabajado en la última década para que los permisos de maternidad y paternidad sean iguales, intrasferibles y pagados al 100% en España, se muestra muy crítica con la propuesta de Hacienda de equiparar los permisos de paternidad en un calendario ya definido solo para los empleados públicos, mientras que para el conjunto de trabajadores del sector privado emplaza al diálogo social.

María Pazos es miembro y coportavoz de la PPiiNA, además de una de las voces más destacadas de la economía feminista en España. En una entrevista en este medio sobre su último libro, Contra el patriarcado. Economía feminista para una sociedad justa y sostenible (Editorial katakrak), seleccionaba “los permisos igualitarios sin trampas” como la primera medida que debería tomar el Gobierno para hacer economía feminista.

Hacienda hizo llegar un documento a Unidos Podemos en el que diferencia un calendario para que los empleados públicos alcancen los permisos igualitarios, mientras que sostiene que planteará la medida “en el diálogo social” para el sector privado. ¿Qué le parece esta diferenciación?

No queremos esto. Ahora mismo hay una proposición de ley que se ha aceptado la tramitación por unanimidad en el Congreso, después de muchas proposiciones no de ley y proposiciones en el Congreso de que esto había que hacerlo: la equiparación de permisos para todos los trabajadores y trabajadoras. Que los permisos sean iguales e intransferibles, lo que defiende la PPiiNA. Que se consiga que hombre y mujeres se queden el mismo tiempo a cargo de sus bebés durante el primer año. Todas las personas trabajadoras y progenitoras.

Esta norma está ya en tramitación tras el respaldo unánime del Congreso en junio.

Está ya en tramitación y lo que tiene que hacer es aprobarse, puesto que todo el Congreso por unanimidad quiere hacerlo así que no entendemos por qué ahora el Gobierno sale con estas. Primero, hace esa diferenciación entre empleados públicos y resto de empleados, que es completamente absurdo. Y, además, pone un calendario más acelerado para los empleados públicos, pero es que nosotras no tenemos problemas en el calendario.

La propuesta de Hacienda supone una implantación de los permisos igualitarios más rápida para los empleados públicos que la que recoge la proposición de ley de Unidos Podemos, en la que ha trabajado la PPiiNA. ¿Qué le parecería la ampliación a dos velocidades, más rápida en el sector público?la proposición de ley

No necesitamos que los empleados públicos vayan más deprisa. Esto tiene varias consecuencias. La primera es que supone hacerlo al margen de la proposición de ley que se está ahora discutiendo en la institución democrática de este país que es el Congreso. Que el calendario se establezca es lo fundamental, que se establezca en la propia ley.

La PPiiNA lo propone más dilatado, porque comprendemos el problema que pueden tener las empresas para adaptarse, pero se pueden adaptar perfectamente. Ese calendario puede ser de 5 años o de los años que el Congreso considere que se necesita para llegar a la igualdad, porque mientras lo que hay es desigualdad.

La segunda consecuencia es que junto con la oferta para los empleados públicos, está la otra pata, que es llevar el calendario de los permisos de paternidad de los trabajadores del sector privado al diálogo social. Eso es también otra trampa horrible, porque es sacar el debate del Congreso.

No les parece bien esa vía para abordar el tema con los agentes sociales.

¿Pero qué hay que llevar al diálogo social? No hay que llevar nada al diálogo social. Esto es un derecho democrático básico, ya está tramitándose la ley y el periodo de enmiendas termina el 18 de septiembre. No podemos ahora echar a andar un proceso. Lo del diálogo social lo podían haber discutido hace mucho tiempo, ya es demasiado tarde. La ley está en marcha por unanimidad del poder legislativo, que el Gobierno no eche balones fuera.

Además, no hace falta ir a una mesa para que los agentes sociales emitan sus opiniones. Que mañana diga la CEOE qué calendario contempla. ¿6 años, 10 años? Que diga la CEOE cuándo cree que podemos llegar a tener a la igualdad en este derecho democrático básico y que lo hagan también los sindicatos. La PPiiNA lleva desde 2005 pidiendo la opinión sobre esto a todo el mundo, a los empresarios, sindicatos, partidos… y nunca han querido pronunciarse. Y ahora que estamos a las puertas de aprobar la proposición de ley, ¿ahora vamos a iniciar una negociación? Pues no.

Dicen que no entienden a qué se debe que el Gobierno aborde ahora de esta manera diferenciada los permisos parentales. ¿A qué cree que se debe?

Son resistencias. Estas resistencias vienen de dos ámbitos. Es la resistencia a cambiar el modelo, que pretende mantener el modelo del “hombre ayudante”, que no se dé este gran paso para la igualdad. Mantenerlo puede ser una cuestión de ideología, pero también hay intereses empresariales muy fuertes, en seguir manteniendo este modelo, que tiene a los hombres disponibles 24 horas para la empresa. A corto plazo no quieren adaptarse a esto, porque si les das a los hombres 16 semanas de permiso, estás prescindiendo de ese trabajador. No quieren porque les obliga a una reestructuración, aunque no a pagar más porque lo abona la Seguridad Social.

¿Considera que tras el apoyo unánime de la proposición de ley del pasado junio se puede dilatar mucho la aprobación de los permisos igualitarios?

Es una gran incógnita. Aquí hay dos peligros: uno es que sea demasiado rápido y otro, que sea demasiado lento.

¿A qué se refiere con demasiado rápido?

La forma de tramitación que ha decidido la Mesa del Congreso es que se tramite en el seno de la Comisión de Empleo y Seguridad Social, con competencia legislativa plena. Eso quiere decir que no hace falta que llegue al pleno del Congreso. Ahora está en el periodo de enmiendas, y este se puede prolongar si los grupos lo piden. Pero puede no ser así y que cuando termine el periodo de enmiendas, la proposición va a una ponencia. Esa llamada ponencia es una reunión de los grupos parlamentarios a puerta cerrada, que intentan consensuar un texto; las enmiendas que se consensúen, decaen, es decir que pueden no votarse si se llega a unas negociaciones. Las enmiendas que no se ha llegado a acuerdo en la ponencia, las votan después en la Comisión.

Lo que podría pasar es que fuera demasiado rápido en el sentido en que: termina el periodo de enmiendas, la ponencia consensúa un texto, la Comisión la aprueba y nos encontramos con una ley aprobada en un par de meses o tres y que está desvirtuada. Si hay trampas que se cuelan a puerta cerrada en la ponencia, y se aprueba rápidamente en la Comisión, podemos encontrarnos con una ley que en lugar de ser igualitaria, consiga lo contrario: que las mujeres se queden más en casa cuidando y los hombres no se desvinculen del empleo más allá de dos semanas.

¿Cuáles son esas “trampas” que menciona?

La primero es que se acordara que los permisos no fueran iguales. También que saliera que pueden ser en parte transferibles entre los progenitores, como propone Ciudadanos. Además que no sean pagados al 100%. Pero creo que los permisos sean iguales, intransferibles y pagados al 100% ya está bastante establecido.

¿Hay otras “trampas” más sutiles?

Sí, luego hay otras trampas. La simultaneidad de los permisos, es decir, que tengan que cogerlos a la vez los dos progenitores. Nuestra propuesta es que, tras las dos semanas de permiso inicial tras el nacimiento, si la pareja quiere tomarse el permiso de manera simultánea, que se lo coja, pero que no sea obligatorio. Que también puedan turnarse y las otras 14 semanas se puedan tomar en el primer año cuando la persona progenitora quiera, y poder dividirse en bloque.

Otra trampa: que se acuerden unos permisos ininterrumpidos, porque eso lleva a la simultaneidad entre los progenitores. También la trampa de la jornada parcial mal utilizada. En algunos países lo que ocurre es que las mujeres pueden aumentar el tiempo, reduciendo la remuneración: disfrutan del permiso al 50% y en lugar de 4 meses se quedarían 8 meses. Eso no lo harían los hombres, lo harían las mujeres y sería terrible para ellas.

¿Cómo evitar que se desvirtúe la ley durante su tramitación parlamentaria?

Lo que pedimos en la PPiiNA es que se tramite ya y públicamente, demandamos transparencia. Que las enmiendas no decaigas en ninguna instancia a puerta cerrada. Pedimos luz y taquígrafos, que la ciudadanía esté al tanto y conozca qué diseño quiere cada partido.

Necesitamos que los hombres se ausenten de sus puestos de trabajo en la misma medida que se están ausentando las mujeres. O que las mujeres se ausenten menos, porque al no tener los hombres sus 16 semanas, las mujeres se ven obligadas a ausentarse más a base de excedencias y reducciones de jornadas. Necesitamos que no estén penalizadas las empresas que contratan a mujeres y poniéndolas en puestos de responsabilidad y se enfrentan a las que solo contratan hombres y están libres de todas estas obligaciones.

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