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La subida de tipos dispara un 43% los ingresos por intereses de la banca en España

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.

Diego Larrouy

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El euríbor cerró el mes de abril por encima del 3,75%. El Banco Central Europeo eleva los tipos al 3,75% y anuncia nuevas subidas. Estas dos noticias son de los últimos siete días y ambas tienen un efecto muy positivo para la banca en el corto plazo. También esta semana se han terminado de presentar los resultados de la banca española en el primer trimestre del año, con un avance del 14% en el beneficio. Sin embargo, es otra cifra la que habla, y mucho, sobre la situación que vive actualmente el sector. Sus ingresos por intereses se han disparado un 43% en España entre enero y marzo y buena parte de culpa la tienen las dos primeras fases de este párrafo.

Los bancos ya avisaron en 2022 con el comienzo de las subidas de tipos de interés por parte del BCE que el verdadero impacto en sus cuentas llegaría en 2023. Y así está siendo. El margen de intereses es la diferencia entre los intereses que ingresa un banco y los que paga por su actividad. Es uno de los principales indicadores de la evolución del negocio de una entidad y en el primer trimestre ha terminado, contemplando únicamente su negocio en España, en casi 6.200 millones de euros. Son 1.800 millones más que en el mismo periodo del año anterior. Bankinter, Santander y CaixaBank son los bancos que han experimentado los mayores crecimientos.



El sector vive un cambio de ciclo que se puede constatar en el propio origen de los ingresos. Durante los últimos años, con los tipos en mínimos históricos, el margen de intereses apenas crecía. Era otra vía de facturación la que ganaba protagonismo en el sector: las comisiones. Los fondos, los seguros o los planes de pensiones disparaban trimestre a trimestre esta vía de ingresos. Ahora, la película cambia. Mientras los ingresos por intereses se disparan más de un 40%, la llegada de dinero a través de las comisiones apenas sube un 0,3% respecto al año anterior.

A grandes rasgos y simplificando, hay dos grandes formas de elevar los ingresos por intereses. La primera es ampliando la actividad, concediendo más préstamos y aumentando la facturación por ellos. La segunda es la subida de los tipos de interés. Durante años, esta magnitud apenas avanzaba y, si lo hacía, era por la primera razón. Ahora, los bancos reconocen que su actividad es “sensible” a las subidas marcadas por el BCE y se benefician de ese aumento de ingresos.

De hecho, la primera de las razones que pueden llevar a aumentar los ingresos por intereses, la producción de crédito, muestra un cierto tono de freno en algunas entidades. Sirva de ejemplo CaixaBank, la mayor entidad en España y que ha aumentado sus ingresos por intereses en un 46%. Asegura que este crecimiento se ha producido “principalmente” por el incremento del tipo medio gracias al “impacto positivo” de la evolución de los tipos de interés, tanto sobre los préstamos variables que estaban vivos como sobre la nueva producción.

Sin embargo, apunta que, por ejemplo, se asiste en el mercado hipotecario a una a “menor producción respecto a trimestres anteriores en un contexto de subida de tipos de interés”. El consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, reconoció este viernes que se está produciendo una “rápida desaceleración” en el mercado hipotecario. Esto coincide con un mensaje común en el sector y es que la concesión de nuevas hipotecas puede frenarse durante este año, por lo que el punto fuerte para los ingresos ya no estará en la cantidad de créditos sino en el margen que obtengan por los mismos.

La encuesta trimestral del Banco de España sobre concesión de créditos en la banca apuntaba esta semana que se está produciendo un endurecimiento en la concesión de préstamos y se espera un descenso en la demanda. Es decir, los bancos fijan criterios más estrictos a la hora de prestar y los clientes, ante la subida de los costes de los préstamos, demandan menos créditos, principalmente hipotecas. Así, el supervisor detecta que han aumentado las denegaciones de solicitudes de financiación en todas las modalidades de crédito.

Acompañado a la subida de los tipos de interés, hay otro factor que está ayudando a que este margen esté disparado para los bancos. Al aumento de los ingresos por los préstamos tendría que restarse, entre otras cosas, un mayor pago por los depósitos de los clientes. Sin embargo, esto segundo no llega. Los bancos han hecho tímidos avances, aunque prácticamente en exclusiva para las grandes empresas. Un cliente particular constata que su entidad no le está retribuyendo nada por sus depósitos mientras que le sube el coste de su hipoteca.

La reciente presentación de resultados ha constatado que los grandes bancos no tienen ninguna prisa por pagar por los depósitos. “No vemos una guerra por los depósitos”, como aseguró César González Bueno, consejero delegado de Sabadell. Todos miran a sus rivales, pero ninguno está tomando pasos decididos hacia ese camino. El más claro ha sido esta última semana Gortázar, de CaixaBank, quien aseguró que los depósitos “no es lo mejor para los clientes”.

El responsable la entidad participada por el Estado defendió que la función de los bancos es “ayudar a los clientes a ahorrar” y que “debemos ayudarles a comprender que hay alternativas con mayores rendimientos y riesgos limitados”. Los clientes españoles apuestan mayoritariamente por tener sus ahorros en depósitos en el banco. Así lo muestran las estadísticas que publica el Banco de España y que han comenzado a constatar que la alternativa que están encontrando para sus ahorros no es bancaria, sino letras del Tesoro. Deuda pública. Gortázar defendió que la preminencia de los depósitos frente a otros vehículos se debe a una “falta de cultura financiera”.

Los grandes bancos han terminado con menos depósitos al cierre del primer trimestre de los que tenían al arranque del mismo. Santander perdió casi 20.000 millones en España, BBVA retrocedió en unos 6.000 millones y CaixaBank en unos 3.300 millones. Sin embargo, este descenso, común en prácticamente todas las entidades, no se achaca a la falta de remuneración, ni tampoco a los problemas para la banca internacional con la crisis del sector en EEUU y Suiza. Señalan a un efecto estacional y que la salida se produjo al arranque del año procedente de clientes empresariales.

“Los beneficios no son excesivos”

Este aumento disparado de los ingresos ha tenido su efecto en los beneficios de la banca. Los seis grandes bancos españoles ganaron casi 5.700 millones de euros entre enero y marzo, un 14% más que un año antes. Si atendemos exclusivamente a las ganancias obtenidas en España, son 2.100 millones de euros, casi un 6% más. Sin embargo, estos datos vienen afectados porque entre los seis han afrontado el pago de 1.120 millones de euros por el impuesto a la banca, según han ido informando las distintas entidades. El beneficio en España, que es donde se aplica este tributo, habría aumentado un 62% sin él.

Es decir, la banca sigue aumentando su beneficio pese al impuesto, aunque sea menos de lo que refleja su actividad. Algunos de ellos reconocen que pueden “digerir con creces” este impuesto, como aseguró Bankinter. Pese a ello, los seis bancos que han presentado resultados durante las últimas semanas han recurrido judicialmente al impuesto, contra el que cargan cada vez que tienen ocasión. Lo consideran injustificado y una carga más que lastra su beneficio. Un beneficio que en 2022 alcanzó su récord anual, con 20.800 millones, y que en 2023 ha arrancado con un incremento del 14% y con BBVA y Santander por encima de sus máximos registros anuales. Incluso pese al impuesto.

No obstante, en el sector se huye de poner el foco en la última línea de la cuenta de resultados, el beneficio. Consideran que todavía quedan magnitudes que mejorar y que lo que se vive actualmente no es una época de ganancias extraordinarias sino de “normalización”. El más claro en esta línea ha sido Gortázar, de CaixaBank, quien aseguró que es “pegarse un tiro en el pie” criticar los beneficios de la banca. “Criticarlos porque suben llama a engaño, suben porque estaban muy bajos”, aseguró en la presentación de resultados de la entidad. “Los beneficios no son excesivos, es una normalidad tras 15 años de travesía en el desierto”, enfatizó.

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