Comprender las causas de las infecciones fúngicas, el primer paso para tratarlas
La piel es nuestro órgano más grande que ejecuta una función de barrera protectora contra las agresiones externas. Sin embargo, en ocasiones, esta barrera se rompe y pueden aparecer las infecciones de la piel, como las fúngicas, que suelen ser localizadas y leves.
Los hongos, la mayoría organismos diminutos, están por todas partes: en el suelo, en la tierra y en el cuerpo humano. Es complejo y difícil evitarlos. Les gusta el calor y la humedad. En la mayoría de los casos, coexisten en armonía con las bacterias de nuestra flora cutánea. Pero algunos factores pueden alterar esta convivencia y equilibrio, lo que favorece el desarrollo de las infecciones fúngicas.
En el año 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS), para dar valor a esta problemática, publicaba la primera lista de patógenos fúngicos prioritarios, que enumera los 19 hongos más amenazantes para la salud pública con el fin de alertar y orientar la investigación sobre estos patógenos.
¿Qué hay detrás de las infecciones fúngicas? Comprender un poco mejor cómo actúan y entender las principales causas puede ser de gran ayuda para prevenirlas y buscar un tratamiento oportuno.
Cuáles son las causas de las infecciones fúngicas
Los hongos responsables de estas infecciones son microorganismos presentes en el ambiente y el cuerpo –piel, mucosas, boca, intestinos y genitales. Como se ha comentado, algunos cambios y factores pueden alterar esta armonía, permitiendo que los hongos proliferen.
Si bien los factores ambientales como la humedad o el calor pueden predisponer a una infección por hongos en la piel, también deben contemplarse otros causantes, como “la predisposición genética, el tipo de hongo, los traumatismos, la maceración y la oclusión de la piel”, explica la doctora Rocío Muñoz Martínez, especialista del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.
Diferentes tipos de infecciones fúngicas
Las micosis cutáneas pueden manifestarse de varias maneras, en función del tipo de hongo y de la zona del cuerpo que afecte. En palabras de la doctora Muñoz Martínez, las micosis cutáneas más frecuentes son las tiñas o dermatofitosis, la infección mucocutánea por Candida y la pitiriasis versicolor. La diferencia entre ellas es que suelen afectar a una parte distinta del cuerpo.
Por un lado, las tiñas, provocadas por hongos llamados dermatofitos, con gran capacidad para invadir tejidos queratinizados, es decir, pelo, piel y uñas, “pueden afectar distintas áreas del cuerpo, como el cuero cabelludo, piel del cuerpo, la ingle, los pies o las uñas”, matiza la especialista.
El hongo Candida, por su lado, es el responsable de las candidiasis, que puede afectar a “la piel, las mucosas y las uñas. En la piel suelen afectar zonas de pliegues como las regiones submamarias, el pliegue abdominal, las ingles o los espacios interdigitales”, afirma la especialista. En cambio, la pitiriasis versicolor, producida por levaduras lipofílicas, “suele afectar principalmente a la parte superior del tronco y hombros”, reconoce la doctora Muñoz Martínez.
Reconocer una infección por hongos
Los síntomas de las infecciones fúngicas varían en función de la infección y de la zona afectada. “La mayoría de micosis cutáneas son superficiales y suelen afectar solo a la piel”, reconoce la Dra. Muñoz Martínez. En la mayor parte de los casos los síntomas más comunes son la aparición de manchas o placas eritematosas, parduzcas o blanquecinas, de forma anular o redondeada con descamación.
Según la Dra. Muñoz Martínez, “pueden producir picor y ardor y, si afectan a zonas de pelo como el cuero cabelludo, pueden aparecer placas de alopecia”. Aunque son molestas e irritantes, no suelen ser graves.
Si bien la candidiasis o la pitiriasis versicolor no se consideran infecciones contagiosas, las tiñas, en cambio, sí “son las más contagiosas, se transmiten principalmente por el contacto con otras personas, animales infectadas u objetos como cepillos, peines, toallas, almohadas o maquinillas eléctricas”, advierte la Dra. Muñoz Martínez.
Prevenir las infecciones por hongos
Las infecciones por hongos suelen aparecer en zonas húmedas del cuerpo, por lo que algunas de las medidas más importantes para prevenirlas pasan por mantener la piel limpia y seca, sobre todo en estas zonas húmedas como los pliegues de la piel.
La prevención pasa también por seguir otras sencillas medidas como “evitar compartir objetos personales, usar ropa y calzado transpirable y desinfectar objetos que puedan estar contaminados”, aconseja la especialista.
Tratamiento de las infecciones fúngicas
Si las medidas preventivas no han funcionado, el tratamiento de las infecciones fúngicas pasa por, en el caso de las lesiones circunscritas, localizadas y poco sintomáticas, por el uso de cremas, geles o champús. Pero si las lesiones son muy extensas, inflamatorias o no responden a los tratamientos tópicos, el dermatólogo puede aconsejar “recurrir a tratamientos antifúngicos orales como itraconazol, fluconazol o terbinafina”, afirma la Dra. Muñoz Martínez.