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Álava, decisiva en las elecciones vascas: claves políticas del lugar en el que han ganado siete partidos en democracia

Una mujer, delante de un tranvía rotulado con una gran fotografía de Imanol Pradales, en el centro de Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
11 de abril de 2024 21:46 h

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Álava será decisiva en las elecciones vascas del 21 de abril. Es un comentario compartido en los cuarteles generales de los partidos políticos y ya se han puesto manos a la obra para hacer ver a los votantes que tienen una sensibilidad especial hacia ellos. El del PNV, Imanol Pradales, ha llegado a decir que el lehendakari José Antonio Ardanza, antes de morir, le pidió que “cuidara” de este territorio. Pello Otxandiano de EH Bildu, es vizcaíno pero se presenta por Álava. La primera visita en campaña de Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo y Yolanda Díaz ha sido a Vitoria.

Coinciden dos factores. Por un lado, la provincia reparte los mismos 25 escaños que Bizkaia y que Gipuzkoa con poco más de 325.000 habitantes, 250.000 de ellos vitorianos. Son casi cuatro veces menos que los vecinos vizcaínos y la mitad que los guipuzcoanos. Por otro, el PNV tiene en Bizkaia su feudo, EH Bildu ha consolidado Gipuzkoa como su baluarte y el desempate podría producirse en las urnas alavesas. Aquí, históricamente, todo ha estado más abierto. Han ganado hasta siete familias políticas, UCD, PP, PSE-EE, PNV, EA, Podemos y, en las últimas municipales en Vitoria, EH Bildu.

“La importancia de Álava viene determinada por el número de escaños, por el sistema electoral. Es casi un sistema confederal entre los territorios, independientemente del tamaño de su población. Y la capital concentra el 78%. Eso también es diferente a Bizkaia y a Gipuzkoa, con la gente más dispersa. No es ya lo que pase en Álava, sino lo que pase en Vitoria”, señala al otro lado del teléfono Eva Silván, politóloga y analista. Pero Silván introduce un matiz. “Está extendida la idea de que conseguir un escaño en Álava es más fácil pero, por el contrario, hay una mayor competencia. No hay un partido mayoritario como en Bizkaia y como en los últimos años en Gipuzkoa”, apunta.

Vox logró su único escaño en 2020 con 4.734 votos. UPyD lo logró en 2009 y 2012 sin llegar a 6.000. La extinta UA (Unidad Alavesa, foralistas similares a UPN en Navarra) no llegó al 3% en Euskadi -la barrera para acceder a representación, aunque se aplica por territorios y no a nivel autonómico- y con 25.000 votos sacó cinco escaños en el Parlamento.

Sin embargo, un modelo alternativa de circunscripción única no alteraría de modo radical la composición política actual del Parlamento Vasco, por ejemplo, aunque sí reforzaría el eje de izquierdas frente a las derechas. Con los datos de 2020, EH Bildu y PSE-EE tendrían un escaño más cada uno en detrimento de lo que fue PP+CS y Vox.

¿Cómo afecta este modelo electoral a los períodos de más fragmentación y cambio? En 1986, cuando el PSE-EE ganó en escaños pero el PNV en votos -precisamente las comentadas primeras elecciones de Ardanza- sí condicionó los datos. El PNV hubiese logrado dos escaños más que los socialistas. HB y AP también tendrían que haber tenido un parlamentario menos, en detrimento de EE y EA.

Siete ganadores diferentes en Álava

En Euskadi se han celebrado desde 1977 un total de 60 procesos electorales entre municipales, forales, autonómicas, generales y europeas. El PNV solamente ha sido derrotado en votos en seis ocasiones. Dicho de otra manera, ha ganado 54 veces. Tres han sido las victorias socialistas. Lo lograron Felipe González en las generales de 1993, José Luis Rodríguez Zapatero en las de 2008 y Pedro Sánchez en las de 2023. Dos lo hizo Podemos nada más nacer, las generales de 2015 y de 2016. Y en unas europeas ganó la izquierda abertzale, entonces HB, al poco de que se produjera la escisión del PNV y el nacimiento de EA. En las doce autonómicas siempre han sido los candidatos del PNV, todos varones, los más votados. Excepcionalmente, en 1986 y de nuevo tras la escisión del PNV, los socialistas lograron más escaños, aunque siguió gobernando el PNV.

¿Y en Álava? En esas 60 citas electorales -en lo tocante a las municipales y las europeas se ha analizado el dato de Vitoria- el PNV ha ganado en 24 de ellas, esto es, no lo ha hecho en 26 ocasiones. No lo ha hecho nunca en las europeas, por ejemplo. El PSE, antes y después de la fusión con EE, lo ha hecho 15 veces, incluida la última convocatoria, la de las generales de julio del año pasado. El PP acumula también 15 victorias. Podemos, primer en solitario y luego con IU, tiene las dos victorias de las generales de 2015 y 2016, la UCD de Adolfo Suárez dos triunfos en los albores de la democracia, EH Bildu se llevó las municipales de Vitoria en 2023 y EA, en solitario, también se impuso en la capital en 1987. En las autonómicas, que es lo que está ahora en juego, el PNV ha ganado nueve veces, dos de ellas con EA en coalición, el PSE-EE en dos ocasiones y el PP una vez, en 1998.

“El escenario es muy volátil”, explica Óscar Rodríguez Vaz, también politólogo y que parlamentario socialista por Álava hace algunas legislaturas. Aunque puntualiza que cree que el volumen de indecisos es tal -del 30%, según el CIS- que no se puede dar nada por hecho tampoco en Bizkaia y en Gipuzkoa. El propio PNV admite que existe un voto poco movilizado en Bilbao y su área metropolitana, por ejemplo. Rodríguez Vaz añade que, a la volatilidad, se le suman los fallos de las encuestas en procesos anteriores. “En las municipales y forales el PNV siempre salió con entre cuatro y ocho puntos más que los que luego logró”, avisa.

Es algo que el PSE-EE también ha verbalizado públicamente. “En nuestro caso, los sondeos siempre nos dan por debajo de lo que luego realmente sacamos. Precisamente en los últimos comicios electorales que se han celebrado en Euskadi, las generales de julio, no partíamos como favoritos y terminamos ganando las elecciones. En el caso de las municipales de mayo, cabe recordar que incluso algunos sondeos nos daban como cuarta fuerza política aquí, en Vitoria-Gasteiz, y ahora mismo tenemos una alcaldesa socialista al frente del Ayuntamiento”, señaló en la entrevista con este periódico.

La pujanza de EH Bildu, las visitas de Pradales

Silván, experta en los 'microdatos' detrás de los grandes titulares de las encuestas, indica que PNV y EH Bildu pueden sumar 11 y 12 escaños, respectivamente, en Bizkaia y Gipuzkoa. Pero la victoria, en Álava, será necesariamente más baja porque “las fuerzas estatales compiten bastante cerca”. “Eso dota de bastante interés a ese desempate”, señala. Eso sí, apunta que las autonómicas llegan tras algo “novedoso” ocurrido en 2023. “EH Bildu ocupó el primer lugar en las municipales y parece que hay un cambio”, recuerda.

Rodríguez Vaz indica también que “esa mayoría constitucionalista holgada en Álava se ha diluido”. Antes, apunta, entre PSE-EE y PP podían llevarse casi dos tercios de los escaños. Pero “una bajada de la pulsión nacionalista” ha hecho que las fuerzas abertzales capten votos. Además, “es probable que EH Bildu, dentro de su mutación, se vea beneficiada también por el pinchazo del globo de Podemos”. Este fenómeno caló mucho y rápido en Álava, particularmente en los barrios nuevos de la periferia de Vitoria. Dio a Pablo Iglesias al nacer sus mejores resultados de toda España. “Ahora EH Bildu se puede beneficiar de todo eso”, insiste.

Tanto Pradales como Otxandiano iniciaron en Vitoria la campaña electoral. Apenas les separaron 500 metros hace una semana. Cada uno frente a su sede. Cada uno en una plaza. Después Pradales ha girado más visitas a la capital. En las últimas 48 horas ha estado dos veces, sin ir más lejos. Porque, sí, el candidato recalca que Vitoria es la capital vasca, algo que no siempre ha convencido al PNV. Pradales también ha presentado un plan especial de diez puntos para reimpulsar la ciudad, aunque entre las medidas hay algunos puntos como la reapertura del PAC de Osakidetza en el barrio de San Martín que el propio partido ha cerrado en la última legislatura. Era martes y habían pasado 24 horas de la muerte de Ardanza. Esto contó el candidato del PNV de en encuentro que tuvieron hace unas pocas semanas: “Hablamos de Araba y de Gasteiz. Él vivió 14 años en Gasteiz y conocía cada rincón de esta ciudad. Cuida Araba, me dijo”.

EH Bildu está insistiendo especialmente en los recortes en Osakidetza en su campaña alavesa. También el PP, por ejemplo. En su folleto, Javier de Andrés, que fue diputado general de 2011 a 2015 y que ha ganado tres elecciones forales, indica que “Álava necesita de una voz fuerte en el Parlamento para exigir los servicios públicos y las inversiones que el Gobierno vasco nos niega”.

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