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Bilbao conduce a 30 por hora: “Queremos una ciudad sin ruidos, sin humo, pero no sin coches”

Una señal que limita la velocidad a 30km/h en la capital vizcaína

Maialen Ferreira

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Bilbao ha estrenado este martes

Bilbao, desde este martes, ya prohíbe circular por la ciudad a más de 30 kilómetros por hora. Si bien es cierto que hasta ahora esa norma afectaba al 87% de las vías, desde ahora ya no habrá excepciones: quien circule a una mayor velocidad se enfrentará a 100 euros de multa. O a 300 euros y dos puntos de carnet para los que vayan entre 51 km/h y los 60 km/h, 400 euros y cuatro puntos para los que circulen a una velocidad entre 61 y 70 km/h y 500 euros y seis puntos para los que vayan entre 71 y 80 km/h. En cuanto a las infracciones catalogadas como “muy graves” -las cuatro anteriores se considerarían solo “graves”- la multa ascendería a los 600 euros y se le restarían seis puntos del carnet si circula a más de 81 kilómetros por hora.

Las opiniones tanto a favor o en contra de la medida se han venido generando desde el anuncio de la decisión. Trabajadores, repartidores y taxistas son los mayores detractores. “Estresa bastante porque no quieres superar el límite porque las multas son altas, pero tampoco quieres llegar tarde y que se retrasen los pedidos o que cuando llegues ya no esté la persona en casa y tener que volver al día siguiente”, cuenta David Almagro, repartidor de una empresa de transportes a este diario. Almagro, que en cálculos aproximados en lo que va de día ha comprobado que a 30 kilómetros por hora los viajes que realiza como repartidor por la ciudad y alrededores se retrasan entre 15 y 30 minutos, es una de las personas que no está conforme con el límite.

Igual que él, taxistas de la ciudad han mostrado su descontento a elDiario.es/Euskadi. Miguel y Juan esperan en la céntrica Plaza Circular a que clientes llamen a la centralita para iniciar su viaje. Van por la segunda y tercera carrera del día y no pueden evitar mostrarse algo enfadados y apurados por la situación, que señalan, afecta negativamente a su sector. “Primero fue Uber y ahora esto. Si vamos más despacio, el taxímetro marcará más dinero y eso, quieras o no, afecta. Yo entiendo que quieran que la ciudad sea más sostenible, pero parece que siempre es a costa de los de siempre”, lamenta Juan.

Un grupo de personas ha iniciado una recolecta de firmas a través de la página Change.org para que suspendan la limitación que ya ha recaudado más de 7.500. “Es ridículo la velocidad máxima de 30 km/hora ya que muchas zonas de entrada como de salida de la ciudad se ven afectadas por la maxificación de tráfico dada la baja velocidad. Con esto pedimos volver al límite normal de 50km/hora siendo este reducido 30km/hora en zonas concretas”, argumentan.

En la otra cara de la moneda, los defensores de la propuesta alegan el beneficio que supone para aquellas personas que optan por otro medio de transporte para ir a sus trabajos o circular por la ciudad, como la bicicleta o los autobuses. Marta es una de ellas. “No soy muy fan de los coches y desde hace tiempo voy en bici al trabajo. Hoy se ha podido ver un poco sobre todo en los tramos en los que el bidegorri se acaba y tienes que cruzar la carretera hasta el próximo bidegorri. Si van más tranquilos los coches, nosotros corremos menos peligro”, comenta esta bilbaína, que trabaja como recepcionista en un hotel del centro de Bilbao.

“Con esta medida, se pretende calmar el tráfico, cambiar los hábitos de conducción y reducir la presión medioambiental referida tanto a la contaminación del aire, como a la acústica. Bilbao se convertirá en una ciudad más segura, más amable, más cómoda, más agradable y más saludable”, han explicado el alcalde de la ciudad, Juan Mari Aburto y el teniente de alcalde y concejal de Movilidad y Sostenibilidad, Alfonso Gil durante la presentación de la nueva limitación, que convertirá Bilbao en “la primera ciudad del mundo con más de 300.000 habitantes, en limitar a 30 la velocidad del tráfico rodado en toda su trama urbana”, según han incidido.

Sin embargo, Aburto ha confiado que espera que “las multas no sean necesarias” y tras indicar que establecerán un “periodo pedagógico” ha explicado que “educar a la gente es una buena medida y nuestro objetivo no es recaudatorio”. Así,  Aburto se ha mostrado convencido de que esta medida “va a mejorar la seguridad vial” porque “se van a reducir, por un lado, el número de siniestros, y, por otro lado, la gravedad de los mismos”. Además, cree que “el calmado del tráfico” va a propiciar el uso de otros medios de transporte “menos contaminantes” como la bicicleta y los desplazamientos a pie, “el modo más saludable de recorrer y pasear por nuestra ciudad”.

“Queremos una ciudad sin humos, sin ruido, pero no queremos una ciudad sin vehículos, esto no es la guerra contra el vehículo, sino que lo que queremos es que el patrón del comportamiento de los ciudadanos y de quienes viven a visitarnos sea distinto. Una nueva filosofía de la conducción”, ha explicado Gil en una entrevista telefónica con este periódico.

Según el responsable de Movilidad, desde el Ayuntamiento entienden el descontento de lo que él ha denominado “profesionales de la conducción” como son los que pertenecen al mundo del taxi o los de logística y ha asegurado que de la misma forma que mantienen reuniones periódicas para tratar otros temas, también lo harán con el que ahora les acontece. Sin embargo, ha apuntado que la medida “se adelanta a cambios normativos que están ahora en periodo parlamentario”, como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que estable que para 2023 las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán que establecer zonas de bajas emisiones, por lo que “Bilbao se adelanta, y lo hace en todo su contexto urbano”.

“Y una vez que se dan pasos hacia adelante, la gente ya no quiere la reversión”, ha añadido Gil haciendo la comparativa con la Ley Antitabaco que regula que ninguna persona pueda fumar en bares o restaurantes. “De la misma forma que se nos haría rarísimo ver a alguien fumar dentro de un bar, cuando nos acostumbremos se nos hará raro correr dentro de las ciudades”, ha apuntado, para después recalcar que uno de los puntos fuertes de esta propuesta es evitar accidentes.

Y es que, según los datos aportados este martes por el Ayuntamiento durante la presentación de la propuesta, en las zonas 30, “según numerosos estudios, la siniestralidad global se reduce entre un 15 y un 30% y la gravedad de los siniestros disminuyen hasta un 50%”.

“Estos estudios destacan que el riesgo circulando a 30 kilómetros por hora es nueve veces menor a que circulando a 50 kilómetros por hora, o que a 80 kilómetros por hora fallece el 95% de los atropellados; a 65 kilómetros por hora mueren el 85% y a 50 kilómetros por hora mueren el 45%. Por el contrario, a 30 kilómetros por hora, el 95% de las personas atropelladas sobreviven”, han detallado.

Gil no ha querido comparar la medida de Bilbao con Madrid Central o las limitaciones en ciudades como Barcelona. “No se trata de una medida exclusivamente para reducir las emisiones de gases nocivos como puede ser Madrid Central, con esta medida lo que buscamos es una forma de entender y que los ciudadanos de Bilbao y visitantes entiendan que existe otra forma de conducción más eficiente y más amable y que es igual de buena”, ha expresado, para después añadir que estas limitaciones podrían servir como incentivo para que las personas que normalmente viajan en vehículos privados, opten por el transporte público para sus viajes.

Evolución del uso del transporte público

Según los datos recopilados por elDiario.es/Euskadi a partir de información ofrecida por el consorcio de transportes de Bizkaia, en todo el territorio vizcaíno, en 2018, 176.544.604 personas utilizaron el transporte público, mientras que en 2019 la cifra desciende ligeramente hasta los 172.696.385 usuarios. A causa del confinamiento por la pandemia del coronavirus, la movilidad se vio fuertemente reducida en los primeros meses del año. Los datos del consorcio apuntan que hasta mayo de este año (incluido) un total de 43.680.92 personas han utilizado el transporte público en Bizkaia. Una cifra muy baja teniendo en cuenta la población censada de 1,137 millones de habitantes en 2019 según la Eurostat.

En el caso de Bilbao, una ciudad de 345.821 habitantes, 91.570.001 personas utilizaron el metro en 2019 y 22.957.679 personas hasta mayo de 2020. En cuanto al uso del autobús en la ciudad, 24.807.326 usuarios frecuentaron este transporte en 2019, mientras que la cifra hasta mayo de 2020 baja a 6.333.569 personas. 2.369 personas se beneficiaron de Bizimeta, la red de bicicletas públicas del consorcio, un servicio del que no hay datos aún para este 2020. En cuanto a otro tipo de transporte público como puede ser el funicular, en 2019 se contabilizaron 5.072.883 personas, mientras que hasta mayo de 2020 un total de 1.123.446 personas.

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