Pascual Serrano: “La mitad de la prensa que ha desaparecido no aportaba nada”
El periodista Pascual Serrano llegó ayer tarde a la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de Leioa con intención de provocar a la audiencia, compuesta mayoritariamente por estudiantes de periodismo, y de ir “contra el discurso dominante”. Y dejó unas cuentas perlas en su defensa de lo que denominó indistintamente a lo largo de la charla “nuevo periodismo”, “periodismo libre” o “periodismo decente”: aquel que no rinde pleitesía ni a los accionistas de la empresa editora, ni a los anunciantes, ni a los bancos que han terminado por asfixiar a los medios tradicionales. Aquel que contextualiza e interpreta y huye del periodismo declarativo y que, además, pretende forjar un “cambio de mentalidad” en la ciudadanía. Frente a la defensa que determinada izquierda ha hecho de la gratuidad de los contenidos periodísticos gracias a Internet, Serrano defendió dos ideas básicas: “el periodismo lo tienen que hacer los periodistas, no las empresas” y “alguien tiene que pagar el periodismo que se está haciendo”.
Para empezar, Serrano -que es fundador de la página web rebelión y autor entre otros libros de “La comunicación jibarizada”- quiso tranquilizar a los futuros periodistas ante la invasión de discursos más o menos apocalípticos sobre la crisis del periodismo y el futuro del mismo. Y aprovechó su paso por las jornada internacionales sobre el Futuro del periodismo de calidad para dejar claro que la crisis es en realidad “la crisis de las grandes empresas periodísticas” y que este momento crítico se ha producido porque los grandes grupos se han convertido en “especuladores” dedicados a “fomentar la burbuja especulativa” y ahora que “se les hunde” el modelo de negocio “se van con el dinero a otra parte”. Es lo que algunos, entre ellos Serrano, han denominado el “capitalismo de casino”, que decidió “tomar los medios y ahora se va a otro juego”.
Admite que esa realidad está cerrando cabeceras y mandando al paro a miles de periodista -no ofreció el dato pero desde que comenzó la crisis en septiembre de 2008 y hasta finales de 2012 en España se habían perdido más de 10.000 puestos de trabajo en el sector periodístico, una sangría que continúa-. Pero a su juicio eso no “nos debería obsesionar”. “La mitad de la prensa que había en los quioscos” y que ya no existe “no aportaba nada”, sostuvo. “Es más importante que haya un periodismo decente”, aseguró.
Una de las estudiantes que tomó la palabra le explicó que desde que llegó a la facultad todo los profesores le habían explicado que hay que delimitar bien lo que es información y lo que es opinión, y que le sorprendía su defensa de un periodismo crítico, de análisis, de contexto, donde “a final el periodista acaba dando su opinión”. Serrano le intentó explicar que “la neutralidad no existe” y se conjuró contra los que abogan por un periodismo desde la “equidistancia”. Igual que a nadie se le ocurre explicar lo que pasó en la Alemania gobernada por los nazis dando dos versiones contrapuestas sin elegir la verdadera o la sucesion de muertes por violencia machista ofreciendo la versión del que justifica esta lacra al mismo nivel que quien explica los motivos, apeló al periodismo prendido de emoción, de contexto, de sentimiento para “que nos explique el mundo”. “Debemos dar la información en su justo contexto, interpretar y contextualizar, sin equidistancias”, y “no hacer un corta y pega y poner la alcachofa” para que otros expliquen y hagan en realidad el trabajo del periodista.
También hay una tarea por hacer en la sociedad, señala Serrano. A su juicio, la ciudadanía debe hacer un esfuerzo para apostar por un periodismo que evite el espectáculo, que contextualice, un ciudadano que no se conforme y busque fuentes fiables, que evite el “ruido y el rumor” y que se aleje de ese periodismo que se hace “a la carrera” y que apuesta solo por “la brevedad, la inmediatez y la simplificación”, justo el tipo de periodismo que, a juicio de Serrano, “está cavando su propia tumba”.
De alguna manera, el periodista y analista Mariano Ferrer, que también participó en las jornadas, hizo una apuesta en parte similar cuando denunció la “mentira, el eufemismo y la neolengua” que pueblan hoy los productos periodísticos. Y animó a los futuros periodistas a, en todas las historias a las que se enfrente en su vida como trabajadores de la información, a “empezar por el perdedor” de la misma. “Los perdedores no pueden ni comunicar, ni dominar. Empieza tu historia por esa verdad”, apuntó.
Hoy, Le Monde Diplomatique
La jornada de hoy martes arranca a las 9 horas con la charla de Renaud Lambert, redactor jefe de Le Monde Diplomatique, la publicación que fundó Ignacio Ramonet. Lambert disertará sobre el futuro del periodismo de calidad y pondrá de ejemplo su propia publicación y otras similares que buscan su espacio en plena reconversión del modelo de periodismo del siglo XX. A las 11 horas tomará la palabra Edita Slezakova, directora general de MIDAS (European Association of Daily Newspapers in Minority and Regional Languages), quien explicará los retos del futuro del periodismo de calidad centrados en los medios que emplean lengua europeas minorizadas.
Por la tarde (15:30), se celebrará una mesa redonda en euskera en la que se tratarán los retos en relacion con la intersección entre contenidos y tecnología. En la mesa redonda, que estará moderada por Txema Ramírez de la Piscina, director de las jornadas junto al grupo de investigacion HGH, participarán Maria González Gorosarri, miembro del HGH; Irati Agirreazkuenaga, investigadora de la UPV/EHU y Luistxo Fernández, fundador de la empresa CodeSintax. Abordarán en la mesa redonda la evaluación de la calidad, la convergencia entre medios y los nuevos soportes y las nuevas narrativas.
