Honores para el lehendakari Ardanza y su “legado” en la capilla ardiente de Ajuria Enea

Arantxa, militante del PNV, ha llegado a las 9.16 horas a la entrada del palacio presidencial de Ajuria Enea, en el paseo de Fray Francisco de Vitoria. Su padre y sus tíos pertenecieron al Araba Buru Batzar del partido nacionalista y quería presentar sus respetos al lehendakari José Antonio Ardanza, el más longevo de la democracia al ocupar el cargo entre 1985 y 1999. Una hora después, aproximadamente, ha sido la primera ciudadana de a pie en entrar a la capilla ardiente, instalada en la mañana de este miércoles en el vestíbulo del edificio, aunque antes se ha seguido un estricto protocolo que sentará el precedente para siguientes ocasiones: es el primer lehendakari en democracia en morir.

Con EiTB en directo, hacia las 9.53 horas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la familia Ardanza -viuda, hijos y nietos- han recibido al cortejo fúnebre en las escalinatas del palacio de Ajuria Enea. Vestían en su mayoría colores oscuros. En formación, a su derecha, estaba todo el Gobierno vasco actual, encabezado por los vicelehendakaris Josu Erkoreka e Idoia Mendia. Iñaki Arriola ha llegado tarde. También han podido estar dentro el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y la dirigente vizcaína Itxaso Atutxa. A su lado, tres mástiles: la ikurriña a media asta y las banderas de España y de Europa.

El féretro ha llegado desde Gernika en un Mercedes-Benz escoltado por un coche y cuatro motocicletas de Tráfico de la Ertzaintza. El jefe del cuerpo, Josu Bujanda, y los tres intendentes del cuerpo, han formado una línea para realizar una salutación. Había otra, también de cuatro personas, con agentes más jóvenes. La banda de música de la Ertzaintza ha interpretado el 'Eusko abendaren ereserkia', el himno oficial. Seis ertzainas con uniforme de gala -con txapela roja- han transportado la caja desde el vehículo hasta el interior, flanqueados por otros seis compañeros con uniforme de gran gala -verde, con txapela blanca y sable- perfectamente cuadrados. La directora del cuerpo, Victoria Landa, ha supervisado todos los movimientos 'in situ'.

En el salón Euskadi del complejo, el féretro estaba semiabierto, tapado con un cristal y cubierto en la mitad inferior por una ikurriña. Delante de él, se ha exhibido sobre un cojín verde mullido la 'makila', el bastón de mando de Ardanza, y la medalla dorada oficial, la gran cruz de Gernika. La esposa de Ardanza, Gloria Urtiaga, ha saludado uno por uno a quienes han querido acceder al recinto, al igual que Urkullu. “No te imaginas cómo ha cuidado todos los detalles al milímetro”, ha dicho sobre Urkullu una de sus colaboradoras.

Ortuzar ha sido de los primeros en entrar. Ha salido llorando. Al salir, ha comentado a los periodistas que queda el “legado” de Ardanza. “Nos sentimos orgullosos”, ha dicho sobre quien fuera militante de la formación que dirige durante más de sesenta años, también en la clandestinidad durante la dictadura. Entre los primeros estaban también Román Sodupe, efímero presidente del PNV que le propuso como lehendakari en plena crisis con Carlos Garaikoetxea allá por 1985, y Pilar García de Salazar, secretaria de Ardanza en Ajuria Enea y después cuando pasó a dirigir Euskaltel, la compañía telefónica señera vasca que también patrocinó al equipo ciclista Euskadi en sus años naranjas dorados.

Después, ha entrado ya Arantxa. Y, en grupos, la Mesa del Parlamento, encabezada por la presidenta, Bakartxo Tejeria, cargos del PNV en diferentes instituciones -el asesor Jaime Tapia recordaba cómo conoció al lehendakari en su etapa de magistrado, cuando se transfirió la gestión de Justicia a Euskadi- y líderes políticos. Estaban anunciados los candidatos Eneko Andueza, Pello Otxandiano, Javier de Andrés o Imanol Pradales, entre otros y no necesariamente por ese orden.

El protocolo esperaba también a los lehendakaris Carlos Garaikoetxea (de 85 años), Juan José Ibarretxe y Patxi López, aunque este último tenía pleno en el Congreso y acudirá solamente al funeral. El expresidente del PNV y presidente de Repsol, Josu Jon Imaz, ha sido otro de los visitantes. En la entrada de Ajuria Enea se acumulaban las coronas florales. La primera era de la jefatura del Estado, enviada por “sus majestades los reyes de España”. Las había de Tubacex y de Más Móvil-Orange, la actual dueña de Euskaltel, compañías por las que pasó Ardanza, y de diferentes instituciones vascas y del PNV. Había también tres llegadas desde Canarias, de Coalición Canaria, del presidente canario, Fernando Clavijo, y del Gobierno autonómico de esas islas.

A lo largo de la mañana se han acercado consejeros de los diferentes gabinetes de Ardanza, como Ramón Jáuregui, Jon Azua, José Luis Larrea, Juan María Atutxa, Inaxio Oliveri, Mari Carmen Garmendia, Martín Auzmendi o Patxi Ormazabal. Han estado departiendo durante largo tiempo en los jardines de Ajuria Enea.

Oliveri, de EA, ha puesto en valor los acuerdos entre diferentes, ya que hubo consejeros de PNV, PSE, EA y EE. Atutxa, responsable de Interior y del PNV, ha recordado la amenaza de ETA. “Es conveniente que de vez en cuando recordemos algunas épocas. La economía estaba hecha un desastre y había gente que secuestraba y asesinaba, haciendo que tantas y tantas familias lloraran. De madrugada y a horas intempestivas tenía que despertarle, siempre para darle malas noticias”, ha contado emocionado.

Jáuregui, que fue vicelehendakari y socialista, ha pronunciado también unas palabras en memoria del finado. “Ardanza fue un hombre que merece un homenaje. Ardanza fue el hombre de la paz, del pacto, del autonomismo. La historia lo colocará en un lugar más alto que el que le tenemos hoy”, ha solemnizado. Euskadi ha decretado tres días de luto oficial que se completarán este jueves. El funeral religioso se oficiará este miércoles, por la tarde, en Elorrio, su localidad natal en Bizkaia.

El mensaje de los lehendakaris

El primer lehendakari y predecesor de Ardanza, Garaikoetxea, ha sido el único que ha entrado en coche dentro de Ajuria Enea por sus dificultades para caminar. Estaba escoltado por el exdirigente de EA Rafael Larreina, aunque enseguida ha recibido los saludos de otros invitados como Ortuzar o los veteranos Iñaki Anasagasti y Josep Antoni Duran i Lleida, exlíder de la extinta Unió catalana. Ha afirmado que “ha pasado mucho tiempo” desde su ruptura con el PNV y su enfrentamiento con el propio Ardanza. En un breve mensaje a los medios de comunicación, primero en castellano y luego en euskera, Garaikoetxea ha mostrado su “gran tristeza” y “dolor” por la pérdida de Ardanza.

También ha departido con Ibarretxe. El sucesor de Ardanza, que también fue su vicelehendakari, ha recordado el “trabajo”, las “ilusiones” y los “disgustos” compartidos. “He venido a hacer una despedida a una persona con la que trabajé. Compartimos el amor por el pueblo vasco”, ha manifestado ante los periodistas.