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Solo 20 linces de los más de 200 que hay en Extremadura han provocado daños en la ganadería

Un ejemplar de lince ante un gallinero en Extremadura

Santiago Manchado

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El lince es una especie protegida y las Administraciones aún se afanan en su recuperación en la Península. Pero su reintroducción genera, a veces, daños en la ganadería que la Junta de Extremadura califica de “puntuales”. De hecho, según los datos de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, de los 208 ejemplares de lince ibérico localizados en la comunidad, solo 20 son los que han generado daños durante ocho años, un 9,61% de la población.

Los linces se alimentan fundamentalmente de conejos, por lo que el consumo de otras presas, que tiene carácter fugaz y oportunista (entre el 3% y el 15%), se ha debido a la escasez de conejos y a la disponibilidad de esas otras presas, explican los técnicos de la Consejería. De hecho, en los últimos cuatro años se han localizado solo a cuatro linces, en el área del Ortiga (en las poblaciones pacenses de Don Benito, Magacela y La Haba) que, “de forma puntual, han provocado daños por consumo de gallinas”.

Durante los años 2016 a 2021 se han solicitado por el sector ganadero 49 expedientes de daños, de los cuales se han peritado y comprobado en 45 de ellos, tanto para ovino como para gallinas, y se han resuelto con el pago de una indemnización de 43.795,85 euros, mientras que el resto están en trámite de valoración.

Igualmente, el Ejecutivo extremeño ha invertido en alimentación suplementaria de lince y compensado por los diferentes proyectos Life e Interreg con unidades ganaderas avícolas aquellos casos comprobados de daños en gallineros de las áreas Matachel, Valdecigüeñas, Ortiga y Valdecañas-Ibores. También se han arreglado diez gallineros con personal de la Junta de Extremadura.

Además, los proyectos Life Iberlince, Interreg Iberlinx y Life Linxconnect están realizado inversiones de alrededor de 1,5 millones en la mejora del hábitat para conejo de monte para que disminuya también la necesidad del lince del consumo de otras presas, entre ellas la ganadería.

Nueva línea de ayudas

Por otro lado, ante los ataques de estos animales, la Junta de Extremadura ha creado una nueva línea de ayudas para los ganaderos afectados a través de los Fondos de las Ayudas al Desarrollo Sostenible, aunque se mantendrá la compensación de daños por Responsabilidad Patrimonial.

Transición Ecológica y Sostenibilidad negocia también con el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y la Consejería de Agricultura la inclusión del lince en el Componente 4. El objetivo es que se genere una línea de ayudas específica para estos casos, que contemple aspectos del territorio en su totalidad, con el empleo de puestos de trabajo de pastores y otras medidas de buenas prácticas ganaderas, así como en las líneas de compensación en seguros agrarios.

El Ejecutivo regional ha recordado que el pasado mes de noviembre, en una reunión de técnicos del Ministerio y de la Dirección General de Sostenibilidad en Trujillo (Cáceres) se abordó implementar y desarrollar un nuevo proyecto piloto con financiación estatal con el objetivo de paliar los efectos de los conflictos derivados por los daños a la ganadería provocados por lince.

Este proyecto piloto surge en base a la Estrategia Ibérica de Lince Ibérico y al Catálogo Estatal de Medidas de Protección de la Agricultura y la Ganadería del Ministerio y plantea acciones preventivas y disuasorias en áreas con presencia de la especie. Entre ellas, la custodia del ganado mediante perros de rebaño especializados frente a depredadores, cerramientos de redileo específicos para ganado ovino, principalmente para parideras y gallineros, medidas visuales y sonoras para ahuyentar al animal y otros carnívoros, y medidas de modificación comportamental en los individuos que generan los conflictos.

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