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Nace la red feminista extremeña: “El patriarcado continúa, las mujeres somos ciudadanas de segunda”

Mujeres del movimiento feminista extremeño con el mensaje 'No votes machismo'

Jesús Conde

El feminismo no es una moda con ‘dos días’ de existencia. Esta corriente de pensamiento tiene 300 años de historia y sigue vigente con el convencimiento de lograr la igualdad real entre hombres y mujeres. Sin embargo ellas advierten que la custodia del patriarcado continúa en la sociedad más cercana. Más viva que nunca.

Muchas ya trabajan desde su pequeña parcela y ahora se han unido en la red feminista extremeña. Organizaciones y mujeres de toda la geografía de Extremadura han abierto un nuevo punto de debate y encuentro.

Porque, en contra de lo que pudiera parecer, “vemos nuevas fórmulas de violencia, malos tratos que sufren las chicas jóvenes, y donde además se han incorporado las nuevas tecnologías al maltrato”.

Explica Inma Ramos, más conocida como ‘Pnitas’, que se trata de una iniciativa de diferentes mujeres ante la necesidad de organizarse. Mujeres venidas de asociaciones, de sindicatos o partidos. También mujeres a nivel individual.

“Para escucharnos, reunirnos y luchar juntas contra las violencias patriarcal e institucional”. Apuestan por caminar juntas en una organización horizontal plural y autónoma, “que tenga incidencia a nivel político y se convierta en referente regional imprescindible e indispensable”.

Una red que nació tras un encuentro que reunió a medio centenar de mujeres en Mérida y que ya planea acciones futuras, como una caravana feminista que recorrerá la región el próximo curso.

Destaca otra de las mujeres participantes, Marisa García --de Extremadura Entiende--, que tanto las políticas antiguas como en las nuevas, “en las que habíamos depositado muchas expectativas”, continúan tratando a las mujeres como “ciudadanas de segunda, sin contar que somos el 51 por ciento de la población”. Por ello piensa que es importante el trabajo de incidencia política.

Advierte que más allá de ser un electorado que también vota, “no formamos parte de la toma de decisiones, y el patriarcado está completamente vigente en todo, incluso en el mundo progresista”. “Al final el sistema y la educación hetero-patriarcal siguen muy vigentes, sigue presente en las vidas”, comenta.

Frente a comportamientos machistas y masculinizados, su idea es la de trabajar juntas para construir unos espacios, no sólo de mujeres, “sino feministas donde poder construir juntas un camino contra el patriarcado, apoyándonos las unas a las otras”, según explica Irene Torres, de Feminismos de Podemos. “Al hablar de agenda política hablamos de marcar la agenda con los temas que consideramos importantes: La visibilización de la mujer, acabar con las violencias, con las discriminaciones que sufren más mujeres en las zonas rurales...”.

Temas de análisis

El movimiento sigue definiéndose en esta red. Ahora avanzan en un grupo que tiene claro que el patriarcado sigue siendo el modelo social dominante. Coinciden en que más que como un grupo de apoyo aspiran a ser un grupo de referencia para tratar en la sociedad extremeña cuestiones como el cambio legislativos, la violencia hacia las mujeres o las discriminaciones que siguen sufriendo ellas por el simple hecho de ser mujeres, explica Inma Ramos.

El movimiento feminista extremeño pone como ejemplos una ley contra la violencia de género que no frena la violencia hacia ellas. También las desigualdades que sufren aquellas que viven en el mundo rural. Un entorno donde las explotaciones siguen estando a nombre de los hombres, pese que el trabajo es compartido, lo que termina generando una dependencia ante la que ellas no pueden hacer un ejercicio de libertad como la de separarse o divorciarse, explican. De hecho advierten que puede ser uno de los motivos para que muchas por ejemplo no salgan de situaciones de violencia.

Otra de las cuestiones son las custodias de los y las menores. El hecho de que por ejemplo se obligue a los hijos a tener que tener un régimen de visitas con sus padres maltratadores. O la violencia ‘obstétrica, aquella que sufren las mujeres y sus cuerpos en el embarazo y que se traduce en prácticas invasivas como el uso de fórceps, el raspaje de útero sin anestesia, una cesárea sin justificación médica y el suministro de medicación innecesaria. 

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