El debate de política general en Galicia se cierra con el acuerdo de revisar el plan de la Xunta para usar pantallas en las aulas
El primer debate de política general de esta legislatura en Galicia se ha cerrado con escasos resultados en materia de pactos entre el partido que sustenta al gobierno de la Xunta y la oposición. Pero uno de ellos, cerrado entre PP y PSdeG (y al que se opuso el BNG), se refiere a una de las cuestiones que más controversia ha generado en materia educativa en la comunidad: el programa de la Consellería de Educación que impone el uso de pantallas en las aulas. La iniciativa provocó malestar entre muchas familias, que empezaron a movilizarse en contra. El número de centros educativos adheridos al libro electrónico fue en descenso.Y, finalmente, el PP acepta que el programa debe afrontar una “redefinición”, algo que había reconocido previamente en el Parlamento.
Socialistas y populares llegaron a otro acuerdo en materia de salud mental, una materia en la que la propuesta es prometer de nuevo la incorporación generalizada de psicólogos en los centros de salud. Esa iniciativa para ampliar los servicios de salud mental en la atención primaria la había anunciado el presidente gallego, Alfonso Rueda, ya en el debate del estado de la Autonomía anterior, en octubre de 2023, pero sigue sin cumplirse en la actualidad.
El debate ha concluido sin ningún acuerdo con el BNG, pero con varias transacciones y apoyos del grupo mayoritario de la Cámara a las propuestas de resolución de Democracia Ourensana. Entre las iniciativas que el PP ha sacado adelante con sus votos están la de pedir al Gobierno central que colabore en la financiación de la gratuidad de la educación de cero a tres años en Galicia, después de que el Gobierno autonómico renuciase a 22 millones de euros que se le habían asignado, o la de reclamar una modificación legislativa para que la persona que presida la Confederación Hidrográfica Miño-Sil sea “nombrada y separada a propuesta de la Xunta de Galicia”. Esta cuenca está bajo competencia estatal e incluye cursos fluviales que discurren también fuera de la comunidad gallega. El argumento es buscar “una gestión más coordinada y eficiente” dentro de Galicia.
En total, se han aprobado siete resoluciones por unanimidad de los grupos. En este grupo entran la medida, anunciada por Rueda, de crear un bono para comprar pescado fresco, la de declarar el Xacobeo 2027 evento excepcional de interés público y la de pedir al Gobierno central que el Centro Nacional de Ciberseguridad se sitúe en Galicia. Hay más reclamaciones para el equipo que dirige Pedro Sánchez: que ceda los inmuebles vacíos de la Sareb donde existe mayor demanda de vivienda.
Entre las medidas que se le exigen a la Xunta por unanimidad está ampliar este año el calendario de vacunación de los niños, jóvenes y mayores. Hubo acuerdo también en torno a varias propuestas de Democracia Ourensana, con un único diputado. Todos los grupos votaron a favor de pedir a la Xunta que refuerce las medidas de seguridad vial en los entornos escolares y que impulse ayudas para agricultores y ganaderos afectados por la posible declaración de zonas vulnerables, “siempre que sean afectadas por la contaminación de nitratos de origen agrario, manteniendo los compromisos alcanzados por la Xunta en la mejora del regadío de A Limia” -esta última transaccionada con el PP-.
El número de iniciativas del BNG y del PSdeG que el PP ha tumbado con sus votos alcanza las 79 -todas las de la formación nacionalista y 39 de las presentadas por los socialistas-. La postura del PP recibió las críticas de la nacionalista Olalla Rodil y la socialista Elena Espinosa en el debate. Esta última dio la vuelta a las afirmaciones frecuentes de los populares que califican al BNG de “os do non”. “El PP es el partido de no”, dijo, y los acusó de buscar la confrontación.
Rodil, en su turno, expuso que el BNG ofreció 15 transacciones, pero todas fueron rechazadas por el grupo mayoritario. Y afeó el tono burlón que había empleado la portavoz del PP en el debate, Paula Prado, que atacó a quienes critican el proyecto de macrocelulosa de Altri, incluido el actor Luis Zahera. “Este es el estilo Rueda: vienen aquó a reírse de la gente y a insultar. No respetan ni la democracia ni el pluralismo ni a quien piensa distinto”, protestó.
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