Las eternas excusas de la Xunta para justificar el retraso de los floteles de Pemex
Hay excusas para todos los gustos. El nuevo retraso en la licitación de los dos floteles que Pemex ha previsto construir en los astilleros gallegos ha hecho que el Gobierno gallego idee una excusa más. Otra disculpa para justificar las dificultadas que hacen que el inicio de los trabajos en Navantia y Barreras acumule ya más de un año de demora. Ahora, la dilación en la llegada de los buques es debida a las “dificultades” derivadas de las recientes reformas educativa y energética acometidas en México y que han provocado una importante tensión social. Así lo dijo Núñez Feijóo tras el último Consello de la Xunta.
Fue el pasado viernes cuando reconoció “una ansiedad compartida” con el Ejecutivo central sobre el “mes concreto” en el que se comenzarán a construir los floteles de Pemex en los astilleros gallegos. Pero insistió también en que no tiene por qué cuestionar el pacto entre la petrolera y Navantia y Barreras. “Si tuviera alguna información de que se incumple ese compromiso, por supuesto que mi deber sería trasladarla de manera inmediata, pero de momento no la hay”, explicó. Por el momento, la adjudicación de los floteles por la que esperan los astilleros gallegos se producirá en principio en el próximo mes de noviembre, a pesar de estar anunciada para el pasado 18 de septiembre.
Ahora la falta de novedades se debe a la tensión social derivada de varias reformas políticas en el país azteca. Antes, en el mes de julio, Feijóo atribuía las dificultades al tax lease. “Ahora creemos que los problemas de los contratos de Pemex eran del tax lease desde el punto de vista del inicio de corte y chapa; la empresa nos dijo que empezaba a evaluar la resolución para tomar la decisión definitiva”, aseguró el presidente, que había advertido también de que se le “había echado la culpa la Xunta” cuando el problema (por lo visto) venía de Europa. Según el entorno del jefe del Ejecutivo gallego se llegó a afirmar también que las informaciones periodísticas sobre la demora de los contratos y las críticas de la oposición podrían haber perjudicado la operación.
Unos meses antes, los problemas que siempre justifican el retraso en el inicio de la construcción de los floteles eran los avales que Barreras tenía que conseguir. Incluso Feijóo se había encargado en febrero de pedirle a la petrolera mexicana más tiempo para que el astillero vigués consiguiese esos avales que le permitieran asumir el contrato de los buques. Poco después, el presidente de la Xunta viajó a México, volvió a prometer la licitación de los barcos -esta vez para julio- y advertía de las bondades del Pacto por México, un plan que contemplaba “40.000 millones de dólares en inversiones anuales” de los que, afirmaba, Galicia se podría beneficiar en ámbitos diversos. Con el paso del tiempo, un escándalo electoral sacudía este plan al que Feijoo fiaba las inversiones.
Por tanto, los floteles prometidos en plena precampaña y campaña electoral de las últimas autonómicas acumulan ya un año de retraso. En el programa del PPdeG para aquellos comicios se admitía que los buques aún se estaban “negociando”. Porque las continuas negociaciones fueron otra de las excusas más recurrentes por parte de la Xunta y del partido que preside para justificar los numerosos obstáculo. Los contratos, a pesar de los requerimientos de la oposición y de los sindicatos, siguen sin ser públicos, atendiendo a la confidencialidad que habría exigido Pemex. Y la “ansiedad” que admite Feijóo sigue creciendo entre los trabajadores.
“Los que incomprensiblemente brindaban porque no conseguiríamos trabajo para los astilleros gallegos, que guarden las botellas para la botadura de los floteles”. Este es el contenido del último tweet publicado por la cuenta abierta en la red social por Núñez Feijóo para la campaña electoral. Es del 29 de septiembre de 2012. Hace un año y un día.
