La oposición arremete contra la Xunta por despreciar las políticas de prevención de la violencia machista y exige dimisiones

Las alegaciones que el director general de Loita contra a Violencia de Xénero de la Xunta de Galicia, Roberto Barba, redactó para el informe del Consello de Contas sobre las políticas del Gobierno gallego en la materia han provocado una fuerte controversia política, hasta el punto de que la oposición exige su dimisión. En el caso del BNG, también la de Fabiola García, conselleira de Política Social y su inmediata superior. ¿La razón? Que Barba aseguró por escrito que la sensibilización y prevención contra la violencia machista no funcionan. Por si fuera poco, el alto cargo identificó uno de los motivos de los asesinatos machistas en “la decisión de ella de dejarlo y poner fin a la relación que mantenían”.

José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los socialistas gallegos y su portavoz parlamentario, considera que el episodio es apenas “la punta del iceberg de una forma de entender la violencia machista”. Lo asegura no solo su partido, dice, sino el propio Consello de Contas. El documento en el que Roberto Barba introdujo sus polémicas reflexiones constata que el ejecutivo de Alfonso Rueda dejó sin ejecutar 10 millones de euros procedentes del Pacto de Estado contra la violencia machista en la materia y rechazó el 70% de las solicitudes de apoyo realizadas por los concellos. “No es que falte dinero. Lo que falta es voluntad política”, añadió Besteiro, antes de reclamar la dimisión o cese de Barba.

La diputada nacionalista Noa Presas incidió en la misma línea pero, además de la marcha de Barba, pidió la de Fabiola García. “Culpabilizan a las mujeres por separarse y denunciar atribuyendo ser el detonante de las agresiones machistas y de los feminicidios es extremadamente grave”, denuncia. La parlamentaria del BNG recuerda además que las del director general no fuerondeclaracioness improvisadas, sino alegaciones escritas en un documento oficial. “Lo que tiene que hacer este señor es dimitir o ser cesado”, resume Presas, “porque ha demostrado, tanto él como su superior, que están incapacitados para defender los derechos de las mujeres en este país”.