La Corte Suprema de Brasil deja a Lula da Silva más cerca de su entrada en prisión
La Corte Suprema de Brasil ha rechazado este jueves el procedimiento de “habeas corpus” que había solicitado la defensa del expresidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, abriéndole las puertas de la cárcel tras la condena de doce años de prisión por corrupción.
La decisión de rechazar el recurso, que podría haber retrasado el encarcelamiento de Lula, dejó en evidencia las serias discordancias que despertó el caso. Los magistrados votaron por seis a cinco rechazar la petición de la defensa del expresidente tras poco menos de once horas de debate.
Los magistrados han tomado esta decisión amparándose en la jurisprudencia de la propia Corte Suprema. Esta jurisprudencia apunta que una sentencia ratificada en segunda instancia permite el inicio de la ejecución de la pena. Una situación en la que se encuentra el expresidente brasileño, que fue condenado y declarado culpable por dos tribunales.
Ahora la decisión de enviar a Lula a prisión queda en manos del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), la corte de segunda instancia que amplió de nueve a doce años la pena dictada para Lula y ante la que cabe aún un tipo de recurso: el de revisión de redacción de la sentencia. Un recurso que no afectaría al contenido de la misma.
Si el TRF4 acepta esa revisión en la redacción de la sentencia, Lula solo entraría en prisión una vez analizado el recurso, lo que puede retrasar el momento del ingreso en prisión a finales de abril.
Con el procedimiento de “habeas corpus”, la defensa del expresidente pretendía que este permaneciera en libertad hasta que se agotasen otras dos apelaciones que aún quedan pendientes. Una de ella ante el Superior Tribunal de Justicia y otra ante el propio Supremo, que podrían tardar unos dos años en resolverse.
El juez Edson Fachin, instructor en el Supremo del caso Lava Jato -por el que Lula ha sido declarado culpable de corrupción-, abrió el camino hacia el rechazo al “habeas corpus” recordando que el propio tribunal declaró, en 2016, constitucional que una pena pueda comenzar a ser ejecutada una vez que se ratifique la pena en segunda instancia. Una situación que se corresponde con la del expresidente de Brasil.
Fachin considera que un recurso de esta naturaleza sólo puede concederse “en favor de alguien que tenga amenazada su libertad por alguna ilegalidad o abuso de poder”. Según el magistrado, este “no es el caso” de Luiz Inácio Lula da Silva.
Dos de los magistrados partidarios de aceptar el recurso del expresidente, Marco Aurelio Mello y Ricardo Lewandowski, presionaron a la presidenta de la corte, Carmen Lucia Antunes, para someter a votación una revisión de la decisión de 2016. Por el momento, la propuesta de debatir esta jurisprudencia del tribunal, no ha prosperado.
El rechazo del recurso fue celebrado con fuegos artificiales por miles de detractores de Lula que se manifestaron en varias ciudades y causó indignación entre los partidarios del expresidente, que siguió el juicio en la sede de un sindicato del cinturón obrero de Sao Paulo y evitó pronunciarse sobre el resultado.
La sesión se celebró bajo fuertes medidas de seguridad, ante las manifestaciones convocadas por ambos bandos en Brasilia, donde hubo un refuerzo de 4.000 policías y no se registraron incidentes.
