Los socialistas proponen una Carta Europea de los derechos de las mujeres con unos estándares mínimos para los 27
Unos derechos mínimos para las mujeres en toda la UE. Esa será una de las banderas de la campaña de los Socialistas y Demócratas (S&D) de cara a las elecciones europeas del próximo año y una de las exigencias para la Comisión Europea que se forme después. El grupo que pilota la española Iratxe García apuesta por la creación de una Carta Europea para establecer estándares uniformes a nivel europeo para los derechos de las mujeres. El texto, que han presentado este miércoles, pretende ser una “guía” para las políticas de igualdad en la UE y a nivel nacional, según figura en su exposición de motivos.
“Tenemos un estándar para el roaming, para las licencias de vuelo e incluso para los plátanos, pero no para los derechos de las mujeres. ¿Qué está mal con nosotros?”, se preguntaba la semana pasada el presidente de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género de la Eurocámara, Robert Biedron, en un encuentro con periodistas. En países como Polonia las mujeres tienen ahora menos derechos que hace dos décadas y el auge de la extrema derecha pone en riesgo algunas de las conquistas. Aunque los avances en muchos casos se dan por sentados, la ONU considera que, al ritmo actual, la igualdad de género tardará en alcanzarse 300 años. “Hay que dar muchos pasos”, sostiene Biedron, que defiende como uno de ellos la “iniciativa paneuropea” de los socialistas.
Uno de sus objetivos es evitar situaciones como la que se vive actualmente en su país, Polonia, con la restricción del aborto, que obliga a las mujeres a viajar a otros países para interrumpir voluntariamente el embarazo y, en el peor de los casos, incluso a jugarse la vida. El aborto “legal, seguro, universal y asequible” es uno de los derechos que contempla la Carta Europea que los socialistas han presentado precisamente en Cracovia, donde han celebrado una reunión semestral del grupo aprovechando la coyuntura preelectoral. “Ninguna mujer debe ser forzada a una maternidad accidental o indeseada”, señala el texto.
En el apartado de la salud, también recoge el derecho a los tratamientos de fertilidad en el marco de los sistemas sanitarios como un derecho para todas las mujeres sin ninguna discriminación “especialmente basada en la orientación sexual o el estatus civil”. Más de la mitad de los países europeos prohíbe el acceso a esas técnicas de reproducción asistida a las lesbianas y casi un tercio, a las mujeres solteras, según los datos recogidos por Civio. En España, el PP eliminó ese derecho cuando gobernaba Mariano Rajoy y se recuperó en 2021 a través de una orden ministerial rubricada por la entonces ministra de Sanidad Carolina Darias.
La Carta que impulsan los socialistas hace especial hincapié en las cuestiones económicas y laborales: “Deben ser prohibidas las leyes y prácticas que discriminen a las mujeres, especialmente las que tienen que ver con la contratación, las condiciones de empleo y la progresión profesional”. “La brecha de género en los salarios y las pensiones debe abordarse apropiadamente y ser eliminada”, establece. Entre las medidas para conseguir esos objetivos, apunta a las herramientas y sistemas de evaluación neutros desde el punto de vista de género así como al impulso a los permisos de paternidad. Al menos la mitad deberán ser intransferibles entre los progenitores.
También aborda la perspectiva de género para la política fiscal. En concreto, la eliminación de los “sesgos implícitos en las deducciones y exenciones fiscales relacionadas con el trabajo, como el trato fiscal favorable a las horas extras de trabajo, que benefician a profesiones actualmente ocupadas mayoritariamente por hombres”; la tributación conjunta; y los impuestos a los productos menstruales así como la 'tasa rosa'.
Cuotas de mujeres en los estudios masculinizados
Para los socialistas, debe haber unos mínimos en la educación. Así, apuestan por que la perspectiva de género se incorpore al currículo escolar; pero sobre todo defienden el impulso de las mujeres en aquellos sectores en los que están infrarrepresentadas, como la ciencia, las matemáticas, la tecnología o la ingeniería. “Se alentará a las universidades públicas a introducir medidas tales como cuotas o listas reservadas para mujeres que se postulen a los programas relacionados con los sectores predominantemente masculinos. Se promoverán medidas para alentar a los hombres a ingresar a estudios dominados por mujeres”, propone el S&D.
La fórmula de las cuotas o las listas cremallera es una de las propuestas para asegurar la representación igualitaria en la política, donde consideran que es necesario crear códigos de conducta para el funcionamiento de gobiernos, parlamentos o partidos. Aunque no precisa, el documento señala necesidad de “introducir medidas para mejorar la representación igualitaria de las mujeres en los consejos de administración y en los puestos directivos” de las empresas. Sánchez ha anunciado una ley para hacer obligatoria la paridad en los ejecutivos y los consejos de administración de las empresas en España, que es uno de los países más avanzados en las políticas de igualdad.
La lucha contra la violencia de género también es uno de los mínimos comunes que debería tener la UE, según los socialistas, que apuestan por incluirla como un euro-delito en el artículo 83 del Tratado de Funcionamiento de la UE, equiparándola así al terrorismo o la corrupción. “La definición de violencia de género debe incluir, entre otros, el feminicidio, la violencia física, la violencia psicológica, la violencia sexual, incluido el acoso sexual y la violación, la denegación del acceso a los derechos de salud sexual y reproductiva, las mutilaciones genitales femeninas e intersexuales, la esterilización forzada, el acoso, el discurso de odio sexista, incluso contra las mujeres en la política y la esfera pública, la privación socioeconómica, el control coercitivo y la violencia doméstica”, resume el texto.
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