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Almeida coloca en el Ayuntamiento con sueldos de 50.000 euros anuales a dos militantes de Nuevas Generaciones recién licenciados

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la presidenta de Nuevas Generaciones, Bea Fanjul; y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante una corrida de toros en Las Ventas.

Alberto Ortiz

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El Ayuntamiento de Madrid tiene contratados en plantilla como asesores a dedo con sueldos de más de 50.000 euros anuales a dos militantes de Nuevas Generaciones del PP recién graduados. Uno de ellos solo cuenta con tres años de experiencia como arquitecto, entre prácticas y colaboraciones con un estudio, y el otro nunca había trabajado.

Según consta en la web del Consistorio madrileño, Rubén Gil Martín, de 22 años, entró a formar parte de la nómina de asesores de la Alcaldía en febrero de este año. Tiene un salario N26, es decir, de 53.700 euros al año, que percibe por labores “de comunicación y estrategia política”, según describe en su perfil de Linkedin. También desarrolla “la estrategia comunicativa online del alcalde [José Luis Martínez-Almeida]”. 

Con solo 22 años, la trayectoria profesional de Gil Martín es corta. Se graduó el año pasado en Ciencias políticas y Gobierno por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Allí, siempre según su propio perfil, preside desde 2020 la asociación MoveOn UC3M, una organización universitaria que defiende “la democracia, la libertad y la excelencia”. En el perfil de Twitter de esta asociación celebran debates en los que participa Almeida o suben imágenes con burlas hacia el exministro de Universidades, Manuel Castells. 

Tras graduarse en la universidad, realizó un curso en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, entre enero y mayo de 2022. En febrero de este año fue nombrado como asesor en el consistorio. Antes de entrar a su puesto actual no había trabajado en nada relacionado con las funciones que ahora desempeña. 

Gil Martín es, por otro lado y en paralelo a sus labores profesionales, secretario general de Nuevas Generaciones del PP en Chamberí (Madrid centro), labor por la que utiliza sus plataformas digitales para defender a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y al alcalde, para criticar a diferentes políticos de izquierda o para colgar vídeos del partido, por ejemplo, en defensa de las Fuerzas Armadas. 

El otro asesor es Miguel Ángel Sastre Uyá, que forma parte de la nómina del Grupo Municipal Popular desde junio de 2021 con un contrato N28 por el que percibe 58.671,98 euros al año. Allí se encarga, según consta en su perfil de Linkedin, de redactar intervenciones y elaborar documentación para el alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Las temáticas de esos informes son: “modelo de ciudad, arquitectura, urbanismo, vivienda, obras o movilidad urbana”. 

Sastre Uyá se graduó como arquitecto por la Universidad de Sevilla en 2019 y después cursó un máster habilitante en Arquitectura en la Universidad Europea de Madrid. Al final de la carrera, realizó unas prácticas en FMG Arquitectura, un estudio en el que se desempeñó unos meses hasta que le entregaron el título. En ese momento, pasó a ser colaborador del estudio “de manera telemática” mientras realizaba el máster y también después, hasta mayo de 2021, cuando recibió la llamada del Ayuntamiento. 

Su hasta ahora breve trayectoria profesional la ha combinado con la militancia en las Nuevas Generaciones del PP, tal y como figura en su perfil de Twitter, en el que, además de identificarse con la asociación de jóvenes del partido, retuitea a dirigentes nacionales y mensajes de la formación. Sastre Uyá, de 25 años, es coordinador general nacional de NNGG, esto es, el número 3 de la presidenta de la organización, Bea Fanjul.

Fuentes del Ayuntamiento de Madrid aseguran a elDiario.es que al contratar personal eventual de confianza “se siguen criterios profesionales”. “Ambos asesores tienen una formación y preparación que les acredita para el puesto, que desempeñan desde hace tiempo con profesionalidad y solvencia”, afirman. En el caso de Rubén Gil, defienden que “gracias a sus estudios” aporta “una visión de la actualidad de nuestro país y de nuestro entorno internacional esencial para el desarrollo de sus funciones dentro del Gabinete”, y ponen en valor las “tareas de comunicación institucional en diferentes asociaciones” que llevó a cabo siendo estudiante.

Sobre Miguel Ángel Sastre, las mismas fuentes destacan que “elabora informes muy útiles para el Gabinete en materias de vivienda” y “políticas públicas de urbanismo, entre otras” y citan entre sus méritos que “ha colaborado en medios de comunicación” y que “ha sido organizador de eventos de desarrollo de talento joven como el Programa Iberdrola I+D+i o el Modelo de Parlamento Europeo”. En el Ayuntamiento se desentienden de la vinculación de estos asesores con Nuevas Generaciones: “Aquí no tenemos un registro de a qué organización pertenece el personal del Ayuntamiento. Aquí se contrata al personal por su capacidad y sus méritos”.

206 trabajadores eventuales

Ambos asesores están contratados como trabajadores eventuales, puestos que el alcalde, los jefes de área del Ayuntamiento o los grupos municipales pueden designar a dedo para la legislatura. Actualmente, el Ayuntamiento de Madrid tiene 206 puestos de confianza, que pueden ser directores de gabinete, vocales o en su mayoría asesores, así como jefes o ayudantes de secretaría. En la Alcaldía y las diferentes áreas de Gobierno, hay 81 trabajadores eventuales, la mayoría asesores N28, con sueldos de 58.671,98 euros; en los distritos, 42 trabajadores eventuales, la mayoría con nivel N26; y en los grupos municipales, otros 82. De estos últimos, el PP cuenta con 19, por los 24 que tiene Más Madrid, la formación con mayor representación. 

El gasto total en puestos de confianza le supone al Gobierno de Almeida algo más de 12 millones de euros, por encima del gasto que dejó el anterior Ejecutivo. Manuela Carmena, cuando llegó al Gobierno madrileño, se encontró una nómina de 207 asesores a dedo que bajó en los primeros meses hasta 134. Durante la legislatura, ese número ascendió hasta los 197, que Almeida ya ha vuelto a elevar a los niveles de la exalcaldesa Ana Botella.

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