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Ciudadanos evita el cuerpo a cuerpo con Vox en un bronco debate donde nadie echa de menos a Díaz Ayuso

Debate de candidatos autonómicos a la Comunidad de Madrid organizado por Prisa.

Sofía Pérez Mendoza / Fátima Caballero

Los candidatos a la Comunidad de Madrid elevan el tono en la segunda vuelta del debate celebrado el domingo en Telemadrid ante unas encuestas ajustadísimas que pronostican que todo lo decidirán un puñado de votos. Los aspirantes al Gobierno regional se han vuelto a ver las caras apenas 12 horas después del encuentro en la televisión pública en un debate organizado por Prisa. Pero no todos.

La candidata conservadora, Isabel Díaz Ayuso, ha declinado participar y su silla vacía se ha quedado en el escenario como muestra del desplante aunque nadie la ha echado de menos. Solo el candidato de Más Madrid, Iñigo Errejón, la ha nombrado en el primer debate televisado en el que él podía tomar la palabra. La Junta Electoral le impidió estar el domingo en Telemadrid. “Algunos ni vienen”, ha añadido sin alusiones directas la candidata de Vox, Rocío Monasterio.

El último debate de candidatos autonómicos dejan dos ideas claras: la primera, el compromiso de las izquierdas madrileñas (PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid) para sumar escaños más allá de sus divisiones internas y propiciar un cambio de color político en el Gobierno regional tras 24 años de PP; y la segunda, el abandono de la confrontación de Ciudadanos con Vox.

La candidata de la formación de Santiago Abascal, Rocío Monasterio, ha acaparado buena parte de la atención del debate con varias salidas de tono que, a diferencia del primer encuentro, sí han sido respondidas por Isabel Serra, Ángel Gabilondo o Íñigo Errejón. “A los violadores reincidentes los queréis en la calle”, ha espetado Monasterio a la candidata de Unidas Podemos cuando los conductores le preguntaban por sus propuestas educativas.

La representante de Vox también ha acusado al PP, por la la ley LGTBI aprobada durante el mandato de Cifuentes, de “enseñar a los niños a probar nuevas prácticas sexuales cuando no tienen madurez y tienen que estar pensando en otras cosas”. Y ha tachado como “chiringuitos” a organizaciones como Cáritas o Save the Children. “Nosotros auditaremos todos, a Cáritas, a Save the Children, a todos, para ver qué hacen con los recursos de los madrileños, porque yo creo que todos tienen que estar en igualdad de condiciones, y el dinero público hay que vigilar dónde va”.

Quien, pese a interrumpir varias veces a otros candidatos, no ha levantado la voz contra estos comentarios ha sido el candidato de Ciudadanos, Ignacio Aguado. Aunque en otras ocasiones ha tildado a Vox de populistas o los ha incluido, con Podemos, en los extremos, esta vez no ha hecho ninguna de estas alusiones. Y eso que Vox le ha agrupado en el bloque de la “socialdemocracia” y le ha señalado por llegar a acuerdos con los socialistas.

Cuando Errejón le ha preguntado si pactaría con los que “quieren meter en el armario a las personas que aman a otras del mismo sexo, si querría los votos de Vox, el candidato naranja ha respondido, en tono irónico, que le gusta ”más pactar con los que tienen un póster de Lenin detrás“. ”Sois puro extremo“, ha añadido Aguado, que se ha referido con estas palabras al tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Mauricio Valiente. ”Fue el primer líder político que gaseó a la población y dijo usted que hay que llevarle más en la cabeza que en las camisetas“, ha comentado también Aguado mirando al candidato de Más Madrid.

Por lo demás, el diagrama de ataques que se dibujó el domingo en Telemadrid se ha repetido. Si ya entonces Díaz Ayuso no tuvo un papel relevante, en esta cita su ausencia se ha notado poco. Ignacio Aguado ha mantenido el tono bronco y se ha dirigido, sobre todo, a Ángel Gabilondo y, como novedad, a Iñigo Errejón. A este último le ha apelado más por la gestión de “su socia” Manuela Carmena que por sus propias propuestas, lo que ha desencadenado una llamada de atención del periodista Javier Casal, uno de los moderadores.

Durante el debate, que se ha extendido una hora y media, la candidatura de Isabel Díaz Ayuso ha reciclado en varias ocasiones los vídeos del domingo para lanzarlos de nuevo a las redes mientras el resto de partidos compartían los cortes que sus candidatos han dejado en el debate de este lunes. “Si Díaz Ayuso quiere venir, su silla está aquí”, ha explicado uno de los periodistas que han moderado el debate al inicio del encuentro. Lo ha reiterado también al final, pero la candidata no ha aparecido pese a que ha vaciado su agenda de la mañana y este lunes solo tiene previsto un mitin a última hora de la tarde en el distrito de Salamanca.

Los bloques marcados por la organización han quedado a menudo diluidos por acusaciones cruzadas e interrupciones. Cuando se proyectaron imágenes del maltrato en una residencia de ancianos, Vox terminó hablando de una ley “de violencia intrafamiliar” que sustituyera a la que ya existe contra la violencia de género; y el apartado de Sanidad concluyó con Errejón criticando la falta de “educación” de Monasterio “para ser de colegio privado”. Gabilondo, fiel a un tono que da poco juego al debate, ha señalado a Aguado por su relación “oblicua con la verdad” tras un encontronazo sobre el “el 46% de presupuesto que recortó” en Educación cuando era ministro que es falso.

Errejón y Serra sellan la paz

La política de pactos ha marcado el inicio del encuentro, pero solo Errejón y Serra han sido claros en qué acuerdo quieren para Madrid: un gobierno socialista con el apoyo de Más Madrid y Unidas Podemos como pronostican las encuestas que puede ocurrir. “Es una seña de identidad, de mi forma de hacer política, que si hay suma progresista va a haber gobierno progresista que a nadie le quepa la menor duda”, ha defendido el candidato de Más Madrid.

Serra ha ido en la misma línea: “Después de 24 años de gobiernos del PP basados en la corrupción es hora de que hagamos un gobierno de izquierdas, nos lo están pidiendo los ciudadanos”, comenzaba la candidata de Unidas Podemos que ha recordado que las mayorías se han terminado a la vez que aprovechaba para pedir que el posible acuerdo progresista en la Comunidad se reproduzca también en un Gobierno de Sánchez en el que estuviera también Unidas Podemos. “Lo podemos hacer tanto a nivel estatal como en la Comunidad con el PSOE e Íñigo Errejón”, ha defendido.

Serra y Errejón, que compartieron partido hasta hace apenas cuatro meses,han evitado la confrontación durante todo el debate, una actitud similar que están llevando a sus mítines de campaña en los que ambos partidos han aposado por ignorarse.

En cuanto a pactos, el resto de candidatos han sido más ambiguos. El aspirante del PSOE a la Presidencia se ha reivindicado ser el primero en las encuestas mientras ha defendido que su apuesta es “hacer un gobierno de transformación y de progreso en Madrid” sin mostrar claros vetos por ningún partido. Aunque en clara referencia a Ciudadanos, con el que no ha querido cerrar la puerta a entendimientos tras el 26M, Gabilondo ha asegurado que lo que no va a aceptar es un gobierno para hacer “pequeñas mejoras, recambios y reposiciones de un gobierno conservador”. “Yo no estoy en esas”, ha sentenciado.

Aguado ha sido el que más incómodo se ha mostrado en este punto. Tras los numerosos ataques por no vetar el acuerdo con Vox, Aguado ha defendido que su objetivo es “construir un gran centro liberal que pueda ser alternativa a 24 años de gobierno liderado por el PP”, un PP con el que no cierra la puerta para gobernar. “ Hablaré con todos los que tengan representación pero otra cosa es gobernar, yo quiero poner en marcha el programa de gobierno de Ciudadanos”, ha defendido a la vez que ha defendido que sus puertas están cerradas para Gabilondo El candidato de Ciudadanos no ha aclarado si ofrecería a Vox entrar en un hipotético Gobierno.

Por su parte, la candidata de Vox se ha reivindicado como el muro de contención para que “la izquierda y el retroceso no entre en la Comunidad de Madrid”. “Llegaremos a acuerdos con aquellas que defiendan la libertad”.

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