La 'Fontana di Trevi' de Chamberí abre al público con la promesa de peatonalizar Bravo Murillo todos los domingos
Chamberí acaba de dotar de mayor monumentalidad al primer surtidor con valor arquitectónico de Madrid. La Comunidad de Madrid inauguró este lunes el acceso peatonal a la Fuente del Lozoya, un espectacular conjunto escultórico que hasta ahora permanecía detrás de una valla y que desde ahora quedará abierto al público, como se concibió inicialmente.
La intervención ha sido sencilla pero el resultado es muy vistoso: los trabajos desarrollados por el Canal de Isabel II comenzaron en primavera y han consistido en retirar el vallado de las instalaciones de la empresa pública en este tramo y modificar la acera con una suave pendiente hasta el monumento, construido en 1858 para rematar uno de los laterales del Primer Depósito. Una potente iluminación nocturno completa el conjunto, que reclama desde esta semana sitio en la lista de lugares que merece la pena visitar en Madrid.
“Está regada por este importante río de la región, es de estilo neoclásico y fue inspirada también por las fuentes romanas”, explicaba este lunes la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en la presentación de la apertura al público. La pequeña Fontana di Trevi fue diseñada por Juan de Ribera, el ingeniero de caminos responsable del primer trazado del Canal, y esculpida por el madrileño Sabino Medina de Peñas.
En el conjunto escultórico destaca en el centro la alegoría del Lozoya, que vierte agua desde un cántaro con su nombre, bajo uno de los pies de la figura principal. Al Lozoya lo flanquean sendas esculturas de mujeres, también alegoría de la Agricultura y de la Industria. La primera la esculpió Andrés Rodríguez y la segunda José Pagniucci.
El conjunto queda rematado en la parte superior por una cornisa corrida. A sus pies se asienta un pilón de piedra caliza y de planta semicircular, que recoge las aguas que vierte la cascada. Tiene una profundidad de 70 centímetros, y un diámetro de unos 10 metros.
El conjunto escultórico fue limpiado en 1992 y restaurado en el año 2000. En el 2020 y después de varias reclamaciones vecinales recuperó su hilo de agua, que había dejado de salir por problemas estructurales.
Aunque este lunes no estaba invitada ninguna entidad vecinal al acto, la reapertura al público de la Fuente del Lozoya es consecuencia directa de las peticiones de grupos en defensa del patrimonio de Chamberí, que en 2018 reclamaron su puesta en funcionamiento durante uno de los Paseos de Jane que organizaron por el distrito.
Posible peatonalización de Bravo Murillo
Para rematar la peatonalización y poner en valor el proyecto de Milla Canal, con el que la Comunidad de Madrid quiere dar relevancia a todas las instalaciones abiertas al público por su compañía de aguas, el tramo de Bravo Murillo que rodea los depósitos históricos será probablemente peatonal en alguna fecha no muy lejana.
La presidenta va a pedir al Ayuntamiento de Madrid que esta vía pueda ser peatonal a su paso por la zona los fines de semana, para mejorar la accesibilidad a los dos lados de la calle. “Vamos a plantear que al menos los domingos la calle Bravo Murillo sea peatonal, de manera que se puede recorrer Milla Canal a los dos lados de la calle”, indicó en rueda de prensa.
Sus palabras, pronunciadas ante el concejal presidente de Chamberí, Jaime González Taboada, aventuran una segunda peatonalización dominical en el distrito después de la que disfruta todos los fines de semana la calle Fuencarral, de Bilbao a Quevedo.
En este caso se recuperaría parcialmente una de las peatonalizaciones que se llevaron a cabo en Madrid durante la desescalada de la pandemia, que llegó hasta su cruce con Ríos Rosas.
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