Colas “infernales” con el arranque de septiembre en centros deportivos de Madrid por un lío para renovar abonos
Lunes, 1 de septiembre. Los más cuadriculados hablaron con ironía del arranque de la rutina después del verano, con Madrid llenándose de nuevo para estrenar mes y semana al mismo tiempo. Pero la coordinación y la exactitud no llegaron a todos los rincones de la ciudad. Precisamente a la vuelta de sus vacaciones, muchos usuarios se toparon con colas “infernales” o largas esperas para acceder a los servicios de su centro deportivo municipal más cercano. Es la situación que describe Laura, una vecina de Arganzuela que habitúa el de Marqués de Samaranch, en el Paseo Imperial. En su reapertura acudió a primera hora, como lo había hecho otras veces, pero el abono que tenía domiciliado no le valió en esa ocasión.
La domiciliación bancaria es un mecanismo habitual para abonar cuotas mensuales por el uso recurrente de los servicios en centros deportivos públicos. Como Laura asiste con frecuencia y le coge cerca de casa, se sorprendió al ver la alineación de usuarios esperando a las puertas de Marqués de Samaranch porque sus abonos no se habían renovado de forma automática. En el portal web del Ayuntamiento de Madrid se establece esta fórmula como una de las tres que permiten actualizar estos pagos: las otras son por vía online y presencial, renovando la suscripción en la recepción del centro
“Es el primer año que pasa esto”, narra Laura a este periódico, afirmando que las trabajadoras de la ventanilla dijeron que todo había sido por un “fallo informático”. Sin embargo, la administración lo desmiente. Fuentes del área de Deporte del Ayuntamiento de Madrid indican a Somos Madrid que se ha producido una confusión generalizada con la renovación de las cuotas, y no ha habido incidencias como tal. Según el departamento responsable, comunicaron a los centros deportivos integrados en la red municipal que en septiembre no habría remesa de recibos para el cobro de ese mes, que tendría que abonarse “obligatoriamente” en taquilla.
Esta información se remitió el 13 de junio con idea, insiste el consistorio, de que fueran ellos quienes lo hicieran llegar directamente a los usuarios a través de notificaciones o mediante el boca a boca. “El pago presencial es necesario para verificar la continuidad del abono en la nueva temporada deportiva”, señalan las mismas fuentes, que no obstante sostienen que la fórmula de este septiembre no es una novedad y lleva haciéndose “desde hace años”, aunque usuarias como Laura afirman que nunca habían vivido algo similar.
De hecho, esta última advierte que no fue hasta el mismo lunes por la tarde (horas después de la reapertura) cuando le avisaron vía mail de lo que había ocurrido y notificaron, siempre según su testimonio, que esto mismo se repetiría cada mes de septiembre para garantizar que los usuarios quieren continuar con el abono. El Ayuntamiento de Madrid explica que este método para actualizar los pagos se implementó al darse cuenta de que, a la vuelta de las vacaciones, se devolvían “el triple” de recibos con las cuotas de ese mes que en los anteriores, alegando la baja del servicio con el inicio de otra temporada deportiva.
“Por eso se decidió que el usuario diga expresamente si quiere continuar en la nueva temporada o no, y la única manera de hacerlo es mediante el pago de la cuota en taquilla”, añaden fuentes del área de Deporte: “Hay diferentes casuísticas: algunos no quieren interrumpir el abono, otros no continuarán en la nueva temporada y el resto interrumpe en julio o agosto”. No obstante, Laura sospecha que esta justificación se debe a un fallo original que han intentado tapar con explicaciones. “Es extraño que nadie, ni las trabajadoras, supiera nada”, destaca la vecina.
Aunque el Ayuntamiento niega cualquier anomalía o incidencia en el proceso, ella llama “caos” a lo ocurrido con los abonos domiciliados. “No han avisado de algo que ahora quieren hacer pasar por un cambio”, les acusa. Pero su crítica no se queda ahí. “Hace tiempo que noto una degracación consabida del servicio para que la gente deje de usar los recursos municipales y ceder a la gestión privada. Ya pasó con el centro deportivo La Cebada, que fue construido con dinero público y luego gestionado por una empresa. Allí no puedes ir con tu abono municipal: tiene otro propio y más caro que el habitual”, reseña.
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