Calle Noviciado o el diálogo entre lo que el barrio fue, es y será
El pasado y el futuro del comercio local se miran de frente y por parejas muy cerca de la intersección de la calle Noviciado con la de Amaniel. donde el espejo de la acera de los impares devuelve a la de los pares una imagen familiar y a la vez bien distinta y lo mismo sucede a la inversa.
De espaldas al Conde Duque, la tradición de la Mercería Victoria y de la carnicería Francisco Rodríguez queda a la izquierda, mientras que la modernidad de Miguitas Repostería Perruna y de la tienda de compra-venta de discos Marilians se sitúa a la derecha.
La Mercería Victoria es un dinosaurio de 124 años donde, entre otros clientes, se puede ver comprando a las monjas de la comunidad del convento de las Comendadoras. A su lado, la carnicería Francisco Rodríguez, con más de 50 años, es la única a pie de calle y con dedicación exclusiva a la venta de carne que queda en todo el barrio de Universidad.
Por otro lado, Miguitas acaba de llegar a Noviciado, si bien es ya un negocio de nuevo cuño asentado en la zona, donde antes pasó seis años en la calle Divino Pastor. Sí son novatos en Marilians, abiertos sólo desde el pasado julio.
Si alguien quiere saber cómo está cambiando Malasaña en cuanto a comercios, vecinos, viviendas e, incluso, físicamente, no tiene más que pasear por la calle Noviciado con los ojos bien abiertos, especialmente por el tramo más cercano a Amaniel. Pocos sitios del barrio muestran tan a las claras el diálogo que se está produciendo en la zona entre lo que fue, es y será.
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