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Puente de Vallecas y Retiro montan un festival para exigir el desmontaje del 'scalextric'

Paso inferior del 'scalextric' de Puente de Vallecas, cuya demolición está prevista para 2023.

Somos Madrid

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Los vecinos de Puente de Vallecas y de Retiro Sur han quedado el próximo domingo a la sombra del puente para reivindicar que desaparezca la polémica frontera urbana que divide ambos distritos.

La reivindicación es antigua –ya en 2006 el alcalde Ruiz Gallardón se comprometió a desmontar el scalextric– y ha tomado mucha fuerza en los últimos tiempos. En marzo de 2021 se acordó por unanimidad su desmontaje después de que el grupo municipal Más Madrid hiciera del desmontaje una de sus acciones primordiales de oposición. La mejora urbana se anunció a bombo y platillo, pero un informe preliminar del área de Movilidad y Medio Ambiente lo calificó como inviable “para lograr una movilidad sostenible bajo los criterios de Madrid 360”. Lo que se pretendía era retomar el anteproyecto redactado en 2006, soterrando 500 metros de vía, pero actualmente se duda de que la obra evitara que siguiera habiendo un gran volumen de tráfico en superficie. El Ayuntamiento, no obstante, ha declarado que se buscarán alternativas.

Desde Más Madrid, que hizo público un plan con la reconversión de gran parte del espacio en zonas verdes, consideran que es posible eliminar la infraestructura sin acometer el soterramiento, desviando el tráfico hacia el Bypass Sur de la M-30.

Ante el nuevo retraso del desmantelamiento, las asociaciones vecinales de Puente de Vallecas y Retiro, con el apoyo de la FRAVM y una amplísima nómina de entidades de carácter social y ciudadano, han convocado una jornada festiva –Festival Vecinal, lo han llamado– para exigir que no se abandone el compromiso.

La jornada comenzará con una bicicletada a primera hora de la mañana, se pondrá festiva con un pasacalles con charanga, que recorrerá desde la Avenida de la Albufera hasta la calle Seco, y llegará a su punto álgido al mediodía, con la organización de actividades culturales y deportivas.

Lo que los vecinos quieren es hacer desaparecer esta costra urbana que impone una barrera con implicaciones de clase, “ganar un espacio público que pueda proveer al vecindario de zonas verdes y equipamientos. Eliminar la contaminación atmosférica y los ruidos: ¡por una mayor calidad de vida!.”

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