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Los 1.000 km de autonomía del Mercedes Vision EQXX llevan la eficiencia a otra dimensión

Mercedes Vision EQXX.

Paula Ulloa

Los vehículos eléctricos actuales se hallan inmersos en un círculo vicioso que obliga a utilizar grandes baterías para obtener autonomías semejantes a las de un motor de combustión, con el inconveniente de que una batería de mucha capacidad pesa mucho y al final acorta el alcance del coche. Mercedes-Benz se ha propuesto romper este círculo, o convertirlo en un círculo virtuoso, mediante un experimento de ultraeficiencia que se plasma ahora en el prototipo Vision EQXX.

Estamos ante una fastuosa berlina de aire futurista que, en simulaciones digitales pero con condiciones de tráfico reales, es capaz de superar los 1.000 kilómetros de autonomía con una sola carga gracias a un consumo de energía nunca visto en un modelo eléctrico -y mucho menos en un vehículo de este porte- de menos de 10 kWh cada 100 kilómetros; o si se prefiere, de más de 10 km por kWh. El sistema de impulsión, diseñado y desarrollado por la propia Mercedes-Benz, alcanza una eficiencia de referencia del 95% desde la batería hasta las ruedas.

La marca de Stuttgart dice haber empleado todos los medios disponibles en materia de eficiencia del sistema de propulsión, densidad energética, aerodinámica y ligereza de diseño. El Vision EQXX se erige así en un prototipo de investigación homologado para carretera que ofrece una mayor autonomía necesitando una menor energía, más lujo y comodidad con un menor impacto en la naturaleza y más movilidad eléctrica con menos residuos, al decir de la compañía.

Con una ingeniería experta y la experiencia recogida en la Fórmula 1, los químicos de Mercedes han exprimido la energía del vehículo en las dimensiones de un coche compacto. El paquete de baterías contiene casi 100 kWh de energía, pero tiene un 50% menos de volumen y es un 30% más ligero que el pack que monta el EQS, otro modelo de la firma presentado recientemente y también un referente en materia de eficiencia.

El aligeramiento de peso ha sido una de las tareas cruciales en el desarrollo. El chasis se ha creado específicamente para utilizarse en un coche eléctrico, y el subchasis ligero está tomado directamente de la F1. Los ingenieros, además, han empleado herramientas digitales avanzadas para rebajar el registro en báscula, además de para reducir los residuos al eliminar el exceso de material con la ayuda de la impresión 3D.

El Vision EQXX incorpora también discos de freno de aleación de aluminio y una serie de paneles solares ultrafinos, ubicados en el techo, que alimentan el sistema de baterías para conseguir hasta 25 km de autonomía adicional. Su coeficiente aerodinámico Cx se queda en un llamativo 0,17, en tanto que el peso total ronda los 1.750 kilos, según la información facilitada por la marca.

“La autonomía eléctrica es algo que parece sencillo de conseguir, pero se trata de un reto técnico complejo. Lo más fácil es poner una batería más grande en el vehículo. Sin embargo, esto empeora el rendimiento debido al tamaño y al peso. Definitivamente, no es la vía más inteligente y tampoco es la mejor forma de usar los escasos recursos. Con el Vision EQXX, presentamos los resultados de un desafío extraordinario: hemos llevado la eficiencia a un nivel totalmente nuevo, y hemos explorado nuevas formas de aumentar la autonomía en un coche eléctrico”, ha señalado sobre la apuesta por la máxima eficiencia que propone Mercedes su vicepresidente de Ingeniería y Funciones Generales del vehículo, Joerg Bartels.

Coche y conductor como un solo ente

La interfaz de usuario del prototipo cuenta con una nueva y espectacular pantalla de una sola pieza que cobra vida con gráficos sensibles en tiempo real y se extiende a todo lo ancho del vehículo. Otros elementos ayudan a que el coche y el conductor trabajen juntos para fundirse en un solo ente, utilizando tecnología que imita el funcionamiento del cerebro humano. El proceso de desarrollo basado en software que lo ha hecho posible revoluciona la forma en que se diseñan los coches eléctricos, asevera Mercedes.

El Vision EQXX es uno de los resultados de un programa en curso que está desarrollando un proyecto para dar forma al futuro de la ingeniería de la firma germana. Muchas de sus características y soluciones ya se están integrando en la producción, incluida la próxima generación de la MMA, la plataforma modular de Mercedes para modelos compactos y medianos. 

Este extraordinario proyecto pasó del lienzo en blanco al vehículo terminado en el corto plazo de 18 meses. El proyecto atrajo el talento no solo de Stuttgart, sino también de la Fórmula 1, como apuntábamos más arriba, y de un variado conjunto de empresas emergentes, socios e instituciones de todo el mundo en un equipo multidisciplinar y centrado en diferentes áreas de desarrollo. Todos ellos usaron las últimas tecnologías e ideas para dar lugar a soluciones avanzadas y de alta eficiencia con vistas a aplicarlas en el mundo real en un futuro próximo. El Vision EQXX es, por el momento, el primer y prometedor fruto de este trabajo conjunto.

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