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Jazz San Javier hace revivir a Django Reinhardt con Joscho Stephan Trio y el violinista Sandro Roy

El violinista Sandro Roy completó el manouche del trío.

Andrés Garrido

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El jazz europeo transcurre por unos momentos muy álgidos. Los músicos que se dedican al género han crecido fehacientemente, cada vez están mejor preparados y son más jóvenes; sobre todo las más recientes generaciones, que están elevando los niveles de calidad a cotas nunca alcanzadas. Ese fue el caso demostrado ampliamente durante la primera parte de la tercera jornada celebrada en su marco habitual del Parque Almansa, con el trío del guitarrista alemán Joscho Stephan y su invitado el violinista Sandro Roy. En el programa oficial aparecía Sven Jungbeck, como guitarra rítmica, y el contrabajista oficial Stephan Rey tuvo que ser sustituido a última hora por el español Javier Callen, que cumplió perfectamente con su cometido. El concierto fue como subir al cielo y permanecer en él durante hora y cuarto, escuchando al Django Reinhardt del siglo XXI. En la segunda parte de esta noche de jazz, el regreso del grupo español Patax que lidera el percusionista Jorge Pérez, con un proyecto nuevo titulado 'Tocando a The Beatles' y en el que, ciertamente, algunas versiones del amplísimo repertorio de los cuatro de Liverpool sonaron frescos y revitalizantes. Les contamos.

Desconozco si existen muchos o pocos aficionados al denominado 'gypsy jazz' o el 'jazz manouche' que puso en valor allá por la década de los años 30 del pasado siglo XX, el guitarrista gitano-belga/francés Django Reinhardt. Pero si tenemos que juzgar por los tres cuartos de entrada que se dio en el auditorio del Parque Almansa este pasado miércoles 6 de julio, y en mitad de la semana laboral, les puedo confirmar que son bastantes. Y es que la fama que precede -allá donde va- al trío que lidera el guitarrista alemán Joscho Stephan es muy alta y atrayente. Creo poder afirmar que cuando has escuchado algunas de sus grabaciones en disco o vídeo, se hace muy difícil no acudir a uno de sus conciertos si tienes la oportunidad para ello, al objeto de comprobar -e incluso DISFRUTAR, así con mayúsculas- los motivos que le han hecho llegar ahí.

Joscho Stepan posee una mano derecha envidiable para el ritmo y una izquierda que digita igualmente rápida y limpiamente. En el intermedio de ambos conciertos de este miércoles, me comentaba un buen amigo que “jamás había escuchado una guitarra española tan rápida y limpia (exceptuando al recordado Paco de Lucía), como la que nos dejó Stepan y sus compañeros de viaje”. Y es absolutamente cierto. Con el trío dejaron dos primeras muestras que dejó al público entusiasmado, absorto y presto a no perder detalle y disfrute alguno, con 'Django’s Tiger' y 'Papillon'. Qué agilidad, qué facilidad para hacer sonar las notas tan nítidas y qué trío que sabe cómo dar la sensación de que hay un quinteto o sexteto sobre las tablas. Antes de anunciar a su invitado para la ocasión, todavía sonaría una singular versión del conocido 'Hey Joe' (inolvidable tema del también recordado Jimmy Hendrix), que nos dejó en una nube.

Fue entonces, cuando anunció al violinista Sandro Roy (que tuvo en las pruebas de sonido un infortunio dislocándose un tobillo) y todo cobró, si cabe, mucho más sentido. Sonaron los primeros compases de 'Coquette' y como indiqué más arriba de esta crónica, el cuarteto nos trasladó al cielo para disfrutar del manouche de Django y Stéphane Grappelli. Qué placentero momento, qué puesta al día de esta corriente del jazz sin perder la esencia que marcó Reinhardt y Grappelli. El concierto continuó con 'Danse Noorvegienne', una pieza de Grieg que el propio Django adaptó a su estilo, y a renglón seguido un tema que es habitual en los conciertos del violinista Sandro Roy: 'Bayer Kultut Swings'.

El delirio del auditorio era cada vez más patente. Nadie osaba moverse de su butaca por miedo a molestar o perderse detalle. Ese cuarteto era terriblemente matador; te dejaba hecho puré mientras continuabas escuchándolo y no había rendija por dónde escapar a su música. Entre tema y tema, Joscho Stephan apenas te daba un mínimo de tiempo para que volvieras a tomar aliento. Es importante que no pierdas ni un segundo en distracciones, para que la conexión no quede cortada. Por ello, y sin más dilación, el cuarteto atacó “Bossa Dorado”, escrita por el guitarrista Dorado Schmit (otro de los valores del género y de Francia), que el cuarteto desarrolló en un tempo similar al de su creador.

Y antes de poner la guinda de un concierto que ya había saltado las expectativas abiertas antes de su celebración, Joscho Stephan Trío y el violinista Sandro Roy (que aguantó sin rechistar su enorme dolor de tobillo), nos regalaron dos piezas en una adaptadas al 'gypsy jazz“; la primera de Duke Ellington, 'In A Sentimental Mood', en una versión preciosa y pegada 'Claire de Lune'. Pues otros minutos para el disfrute general. Tras ellas, Joscho Stephan explicó que Francia es un país en el que se han dado muchos y buenos guitarristas de esta especialidad del jazz que puso de moda el gran Django Reinhardt, como la pieza que iban a interpretar del no menos grandioso Biréli Lagrène titulada 'Made in France'.

Bueno, el delirio; es que hasta los armónicos sonaban limpiamente. Con ella, el trío que lidera Joscho Stephan y su invitado el violinista Sandro Roy finalizaban este su primer paso por Jazz San Javier recibiendo de todo un auditorio puesto en pie, el más elevado reconocimiento y admiración de un público que sabe lo que escucha y ve cada noche. Los cuatro músicos se mostraban muy satisfechos, mucho más alegres al comprobar que habían hecho felices a los allí congregados y bueno, no se hizo de rogar y fue directamente al asunto. “¿Una más?”. La respuesta era muy evidente, así que atacaron inmediatamente las notas de 'Minor Swing', la pieza que compusieron Reinhardt y Grappelli y que se incluyó en la banda sonora de 'Chocolat'. El auditorio permaneció en el cielo un ratito más. Amén.

La segunda parte de este pasado miércoles corría a cargo del grupo de fusión español Patax. En su primera visita durante la XX edición, Patax dejó un recuerdo que perdura y para esta su segunda participación (entonces fue un proyecto sobre éxitos del añorado Michael Jackson), esta band de once músicos sobre el escenario nos había preparado parte de su nuevo proyecto titulado 'Patax tocan a The Beatles'. Ocho escogidas canciones del amplísimo repertorio de los 4 de Liverpool, al que sumaron una pieza propia y dos de su anterior proyecto. Un concierto esperado, tal vez, pero después de ver lo sucedido igual hubiera sido mejor dejarlo para un fin de semana. Ellos no se hubieran diluido un poco y parte del público no se hubiera marchado porque había que madrugar al día siguiente. Pero las agendas (especialmente este año) van como van y siempre hay que jugar con las fechas todavía no comprometidas. No obstante, Patax supo mover al auditorio, gustó (tal vez no tanto como en su anterior visita) y divirtió. Les detallamos.

Como les indiqué al principio, Patax es un grupo de fusión español que lidera el percusionista madrileño Jorge Pérez y que estuvo conformado en su regreso a Jazz San Javier por el también percusionista Dani Morales; Jorge Vera, en los teclados; el bajista Carlos Sánchez (creo que prepara unas paellas de quitarse el sombrero); Valentín Iturat, en la batería; Miguel Sempere, guitarra; la trompeta de Raúl Gil y Roberto Pacheco en el trombón. En esta ocasión, la voz de Alana Sinkëy estuvo alternándose con la de Aurora García, quien también hacía coros, y al baile Sara Sánchez. Los estudios de su líder en los Estados Unidos pusieron en la mente de Jorge Pérez este proyecto de fusionar ritmos latinos con jazz (no era novedoso) pero tal vez sí, el sumarle ribetes de flamenco. Una vez en España, Pérez reunió a un selecto grupo de músicos con los que ya ha grabado nueve discos con el nombre de Patax. 

Su largo concierto comenzaba con una primera visión musical de “Eleanor Rigby”, en la que se mezclaban ribetes de guaguancó cubano, baile flamenco de Sara Sánchez sobre su entarimado, solos guitarrísticos de rock y percusión latina. Y eso para abrir boca. Después llegaría “A Hard Day Night” y “Here Come The Sun”, en la que destacaría el buen hacer vocal de Alana Sinkëy, antes de que su líder presentara al grupo e interpretar la única pieza propia titulada “Creepy Monsters”, que tiene una introducción del bajo para desarrollar un ritmo que pasea entre el funky, música latina, fragmentos guitarrísticos de rock o estrofas flamencas con Alana y el baile de Sandra. En suma, ese sonido que define a Patax.

En este concierto también había otra de las voces femeninas que interviene en algunos de los arreglos como voz solista o haciendo coros. Es, en palabras de Pérez, “una estupenda compañera, que aporta ideas y te hace el trabajo muy fácil”. Hizo su entrada Aurora García, para dejarnos una muestra nítida de su poderío a través de 'Across The Universe', una interpretación de Aurora delicada, con algún momento más incisivo, y aquella canción que Paul McCartney escribió para el primer hijo de Lennon, Julian, con la intención de consolarlo tras la separación de sus padres. En principio se tituló 'Hey Jules', reconvertido a 'Hey Jude'. Primera colaboración del auditorio con sus palmadas y coros, en esta mítica pieza de The Beatles en la que se dio un pequeño duelo entre los percusionistas.

De regreso Alana Sinkëy (ya había vuelto para los coros de 'Hey Jude'), el momento más romántico del concierto de Patax: 'Yesterday'. Y tras él, la temperatura musical volvió a subir con piezas como 'Whit A Litle Help From My Friends' para la que Pérez la solicitó al chileno Jorge Vera hiciera una introducción, el regreso a Michael Jackson con 'Billie Jean', en la que Jorge Pérez puso su introducción de dos minutos y medio para añadir un toque novedoso en relación con su anterior visita, pieza flamenca de algo más de cuatro minutos y en la que Sara Sánchez realizó un embrujador taconeado antes de retomar el tema de Michael Jackson. Finalmente en esta parte del concierto, nos anunciaba Pérez el tema moña, “aunque los Beatles no daban puntada sin hilo”, subrayó, titulado 'Yellow Submarine' en el que, de nuevo, el público ayudó con los coros y palmas. El final alegre, divertido, con trocito del tema James Bond incluido y el foso repleto de bailarines que habían dejado su butaca, para unirse a la fiesta. 

En suma, magnífica primera parte con el trío del guitarrista germano Joscho Stephan y su invitado Sandro Roy al violín, que demostraron ser el mejor exponente de vanguardia, sin perder la esencia, del denominado 'gypsy jazz' subiéndonos a los cielos a disfrutar de Django Reinhardt y Stephane Grappelli del siglo XXI. Posteriormente, una fiesta con los españoles de Patax que se vio un tanto deslucida por los horarios largos en días laborables entre semana y algún pequeño “desmadre” de la banda que, no obstante, no restó la calidad y espectáculo esperado. Y en unas horas, la presencia del contrabajista Stanley Clarke y su 'N 4Ever'; el nuevo proyecto que presenta en diversos festivales y conciertos el que fuera primer bajista de Chick Corea en su 'Return To Forever', Stanley Clarke. No pierdan el hilo.

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