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El PSE-EE no suscribe la apuesta de Urkullu por un “directiva de claridad” y por el derecho de los Estados independizados a entrar en la UE

El lehendakari, Iñigo Urkullu, en su comparecencia de este viernes en Vitoria

Iker Rioja Andueza

Los tres consejeros del PSE-EE han puesto “objeciones” a tres puntos muy concretos de un documento sobre el modelo de Unión Europea aprobado esta semana por el Gobierno vasco de coalición y que será enviado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El texto presentado este viernes por el propio Urkullu, que en su discurso no ha mencionado estas críticas internas de sus socios socialistas pero sí las ha reconocido a preguntas posteriores de los periodistas, defiende una Europa “social” y “competitiva” y que dé más voz a los “pueblos, naciones y regiones constitucionales”. Pero también reclama –y de ahí las reservas del PSE-EE-  que la UE apruebe una “directiva de claridad” que articule un sistema “legal, pactado y con garantías” para que esas “comunidades políticas” que expresen su deseo de realizar un referéndum independentista puedan acometerlo y para que se articule un “procedimiento simplificado” que “garantice la permanencia en la Unión de un nuevo Estado resultante de un eventual proceso de secesión” que siga esa directiva.

Urkullu ha enfatizado que “es un documento del Gobierno vasco” y que “la filosofía y el contenido esencial” de las reflexiones en torno a Europa son “compartidas” entre PNV y PSE-EE. Pero ha asumido que hay “un ámbito de discrepancia” en torno al “alcance y proyección del autogobierno”. Aunque formalmente en la sesión del martes del Consejo de Gobierno no hubo una votación, los consejeros Iñaki Arriola, María Jesús San José y Alfredo Retortillo sí hicieron constar en acta su disconformidad con esos tres puntos concretos del total de 33 páginas que será enviada a las más altas instancias comunitarias.

El lehendakari ha pedido que se acoja “con absoluta normalidad” esta situación porque las diferentes posturas del PNV y del PSE-EE en este terreno vienen ya contempladas desde el propio acuerdo de coalición de 2016. De hecho, ha recordado las diferentes propuestas para reformar le Estatuto presentadas por ambas formaciones en la ponencia habilitada al efecto en el Parlamento y que ahora mismo está en 'stand by'.

En todo caso, Urkullu ha defendido que su apuesta por una “directiva de claridad” no significa exclusivamente defender el derecho a la secesión. Ha apuntado que puede servir también para explorar fórmulas de “cosoberanía” o “interdependencia” o para resolver entuertos como el de la proeuropea Escocia ante la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Otras ideas-fuerza del texto que enviará Euskadi a Europa son la defensa de una Unión más “federal” y que “empodere” a los pueblos que la integran, también para que se aleje de “tendencias uniformizadoras en el ámbito cultural y lingüístico”. Urkullu, que en los momentos más duros de la crisis llegó a aludir a una “Europa sin alma”, ha apelado a un espacio de cooperación más “social” que aborde el “reto demográfico” o las políticas de igualdad.

Urkullu aplaude el “éxito” del 8 de marzo

En este sentido, Urkullu ha calificado como “históricas” las movilizaciones del 8 de marzo en Euskadi, por lo que ha felicitado a las mujeres y al “movimiento femenino o feminista”. El lehendakari ha destacado la presencia de jóvenes en los actos reivindicativos y el carácter “abierto, transversal y plural” de las diferentes convocatorias. “Ha sido un éxito”, ha zanjado.

Preguntado por si el Gobierno y su Instituto de la Mujer (Emakunde) quedaron relegados durante la jornada, el lehendakari ha explicado que el Ejecutivo optó por quedarse en un segundo plano y ceder todo el protagonismo a la sociedad civil, aunque ha aclarado que comparte punto por punto toda la plataforma de reivindicaciones de las protestas. Como deberes, el presidente vasco se ha autoimpuesto seguir trabajando en la mejora de las políticas de igualdad, aunque ha dicho que ése es uno de los 15 pilares de su programa de Gobierno y que la normativa vasca en la materia es muy avanzada y aglutina grandes consensos.

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