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Seguridad pone en marcha un plan de renovación total de la flota de la Ertzaintza dotado con 76 millones

Motocicletas de la Ertzaintza en una etapa de la Vuelta Ciclista a España

Iker Rioja Andueza

El Departamento de Seguridad del Gobierno vasco ha diseñado un plan para la renovación casi total del parque móvil de la Ertzaintza, avejentado y con miles y miles de kilómetros encima. En total, según se recoge en el proyecto de presupuestos de 2017 que la consejera Estefanía Beltrán de Heredia presentará el jueves en el Parlamento, Seguridad ha comprometido 76,15 millones de euros de aquí a 2024 (dos legislaturas), una suma muy elevada cuando los fondos anuales para todas las políticas de Seguridad de Euskadi apenas superan los 625 millones. El programa, pensado para la adquisición de coches-patrulla, furgonetas, todoterrenos y hasta un helicóptero de vigilancia y rescate mediante la fórmula de ‘renting’, se iniciará este mismo año, con una inversión inicial de unos 6 millones de euros.

En 2015, según datos facilitados por la propia Beltrán de Heredia en la presentación de las cuentas de aquel año, 2.126 vehículos componían la flota de la Policía vasca. Entre ellos, había 351 coches-patrulla rotulados (7 años de antigüedad media), 1.162 automóviles camuflados, 135 todoterrenos, 143 motocicletas (12 años), 85 furgonetas antidisturbios (17 años), 47 furgonetas de tráfico (6 años), 70 furgones de atestados (8 años) y 23 vehículos celulares para el traslado de detenidos (12 años). Los sindicatos Erne y ELA, por su parte, elaboraron un informe sobre el estado del parque móvil tras un análisis representativo de 129 unidades de varias comisarías. La conclusión que extrajeron es que la antigüedad media de la flota superaba los 10 años y que, como media, acreditaban 300.000 kilómetros, con casos de hasta 700.000 en vehículos más especializados como los todoterrenos.

En dos años, la situación no ha mejorado y el parque móvil de la Ertzaintza acredita cierta fatiga, acuciante en unidades como la Brigada Móvil (antidisturbios). Es cierto que mediante la fórmula del ‘renting’ se ha renovado una parte importante del parque no rotulado (600 vehículos han ido llegando en los últimos meses), pero uno de los grandes fiascos de la pasada legislatura fue la suspensión del contrato de compra de 120 patrullas Seat Altea XL al grupo Volkswagen. Dotados con el motor diésel EA189, estas unidades ya fabricadas e incluso pintadas quedaron retenidas luego de que estallara el escándalo de la manipulación de las emisiones contaminantes.

En este escenario, Beltrán de Heredia ya ha manifestado públicamente que “lanzar un nuevo contrato para la reposición de la flota es necesario”. “Entiendo que es una de las máximas preocupaciones el poder hacerlo con la mayor agilidad y la mayor urgencia posible”, manifestó la titular de Seguridad hace solamente un mes cuando compareció en el Parlamento para presentar las líneas generales de su equipo para la legislatura.

Esa intención queda reflejada en los presupuestos de 2017. Se ha previsto un gasto de 32 millones para patrullas, 14 millones para todoterrenos, otros 14 millones para furgonetas y 2,5 millones para helicópteros, entre otros programas. En total, la renovación de la flota supondrá 76,15 millones desde 2017 hasta 2024, aunque el crédito que se comprometerá este año será muy limitado, apenas el 7% del total del programa (Seguridad es la única área del Gobierno que tendrá menos fondos respecto a 2016).

Portavoces de Seguridad confirman que la renovación del parque móvil es “la gran asignatura pendiente” en la Ertzaintza. Precisan también que para optimizar la inversión se apostará exclusivamente por el ‘renting’. La Policía vasca ya no tendrá (salvo algunas excepciones) vehículos en propiedad para buscar una renovación más ágil en el futuro y para ahorrar en gastos de mantenimiento y piecerío.

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