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El cambio de política del Gobierno deja a los municipios sin dinero para ayudas sociales

Eduardo Azumendi

La eliminación de algunos requisitos para solicitar las Ayudas de Emergencia Social (AES) ha puesto contra las cuerdas a los ayuntamientos, que son quienes hacen frente a estas prestaciones con aportaciones del Gobierno vasco. Esta es una ayuda destinada a personas sin recursos para que puedan hacer frente a imprevistos domésticos, como el cambio de un electrodoméstico básico, la reparación de calzado o la compra de unas gafas. El caso es que la aportación del Ejecutivo es fija (17,3 millones de euros en los últimos años), pero la supresión de algunos límites ha hecho que se incremente de forma notable la lista de demandantes. Cuando los fondos que aporta el Gobierno a cada ayuntamiento (según difentes variables como nivel de inmigración y porcentaje de población en riesgo de pobreza, entre otros) se agotan, son los propios municipios los que se ven la tesitura de hacer frente a la demanda con sus propios recursos. Algo que en muchas ocasiones no pueden hacer por las estrecheces presupuestarias que sufren.

La Asociación de Municipios Vascos-Eudel ha remitido una carta (documento adjunto) al Departamento de Empleo y Políticas Sociales en la que le advierte de que las cantidades que ha asignado a cada municipio en concepto de AES “están siendo insuficientes” para atender a las solicitudes presentadas. “Los cambios introducidos en la orden de AES hace que un número mayor de personas puedan acceder a estas ayudas y, en consecuencia, se haya incrementado notablemente el gasto, mientras que la cantidad transferida a los ayuntamientos desde el Gobierno vasco por este concepto es idéntica a la de ejercicios anteriores”.

Por eso, Eudel pide al Gobierno que dote a los ayuntamientos de los “fondos suficientes” para hacer frente a las solicitudes de AES. De no ser así, los municipios se encontrarían en una situación de “quebranto financiero que no han generado, gestionando unas prestaciones económicas con las cantidades presupuestadas por otra administración”.

“Ventanilla sensible”

El incremento en la demanda de AES viene motivada porque el Departamento de Empleo y Políticas Sociales ha eliminado de la orden por la que regula anualmente la concesión de la Ayuda de Emergencia Social (AES) el tope máximo de 8.000 euros, la cantidad máxima de dinero que un solicitante podía tener ahorrada. La orden de 2013, publicada en el Boletín Oficial del País Vasco, ya no habla de límites y mantiene unos criterios de progresividad para la concesión de la subvención. Un total de 34.800 personas se beneficiaron de la ayuda en 2012.

José Antonio Santano, alcalde de Irún y vicepresidente de Eudel, ya empieza a vislumbrar un verano complicado. “Los fondos que nos ha asignado el Gobierno solo llegan hasta agosto. Los ayuntamientos somos una ventanilla muy sensible y no se puede cerrar cuando tus vecinos vienen pidiendo ayuda”. En la actualidad, el Ayuntamiento de Irún destina a AES un total de 493.000 euros (la partida que le concede el Ejecutivo) y calcula que para cerrar el año precisará de otros 140.000 más.

“No me parece mal”, señala Santano, “que se supriman límites y más ciudadanos puedan acceder a las ayudas, pero el Gobierno debe tener en cuenta ese incremento en la demanda y acompañarlo de más dinero. Es su obligación. De lo contrario deja a los ayuntamientos en una posición muy complicada”.

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