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La 'revolución' de los anestesistas: concentración de apoyo a los denunciantes del fraude de la OPE

Roberto Sánchez, con megáfono, durante la concentración

Iker Rioja Andueza

Megáfono en mano y “por la gracia de Dios todopoderoso”, Roberto Sánchez, uno de los tres anestesistas que denunciaron la manipulación de las oposiciones médicas del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), se ha autoproclamado este martes “consejero encargado” de Salud de Euskadi. Arropado por Manoel Martínez y Marta Macho, el facultativo ha imitado irónicamente al venezolano Juan Guaidó y ha imaginado una nueva Osakidetza sin Jon Darpón y en la que nadie sea “castigado por decir la verdad” sobre las irregularidades internas. Su 'revolución' ha sido recibida con vítores.

Los tres denunciantes del fraude en la OPE de Osakidetza, ahora en manos de la Fiscalía, han sido arropados por el medio centenar de personas que colmaban desde primera hora la entrada del hospital del Alto Deba, encajonado en Arrasate-Mondragón y donde trabajan estos médicos. En este arranque de 2019 han denunciado estar sufriendo represalias por haber puesto cara y voz a las denuncias de filtraciones de exámenes en las oposiciones de Osakidetza para beneficiar a candidatos muy concretos. Bajo el lema 'Basta de cacicadas', es la primera movilización de estas características y, según Sánchez, esta “lucha” se extenderá desde el pequeño centro comarcal a toda la Sanidad vasca.

Los tres anestesistas eran de los pocos médicos en el lugar. “Estoy buscando, pero no veo a ninguno”, explicaba una mujer con pijama rosado que acompañaba a los denunciantes junto a otros auxiliares y enfermeros. También se apreciaban uniformes de personal de emergencias. En verdad, había en el lugar una cirujana y otros colegas de los denunciantes. Y algún residente que prefería no comentar nada a los medios de comunicación. Pero eran la excepción. Un jefe de servicio, de hecho, ha pasado de largo al ver la nutrida y ruidosa concentración.

Sí se han desplazado hacia la localidad guipuzcoana delegados de los sindicatos ESK -al que están afiliados Sánchez, Macho y Martínez- y LAB, los dos más beligerantes desde que esta cuestión estalló allá por junio del pasado año. Jesús Oñate (LAB) ha recordado que el gerente del centro hospitalario de Arrasate-Mondragón era presidente de un tribunal de la OPE, concretamente del de Cardiología, una de las especialidades más señaladas por las anomalías detectadas. Oñate ha criticado también la desaparición de los servicios de Microbiología y Anatomía Patológica, ya que se han centralizado los laboratorios en Vitoria.

Patxi Nicolau (ESK) se ha referido también a la gerencia del Alto Deba. “Cumple a rajatabla las órdenes dadas por el señor Darpón y por el señor [Juan Luis] Diego, director general de Osakidetza, para que cualquier atisbo de disidencia o de denuncia sea cortado de raíz”, sostiene ESK. También se han acercado las parlamentarias de Elkarrekin Podemos Cristina Macazaga -con otras compañeras- y de EH Bildu Rebeka Ubera, ambas portavoces en la comisión de Salud.

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