Accidente electoral en Extremadura
¿Extremadura abriendo telediarios? ¿Una noticia extremeña mereciendo portadas de periódico y horas de tertulia televisiva? ¿Unas elecciones autonómicas en Cáceres y Badajoz con noche electoral a lo grande, programación especial en las teles nacionales, periodistas desplazados a Mérida, Ferreras sacando el pactómetro? ¿Extremadura en el centro de atención nacional durante dos semanas? Me pinchan y no sangro.
Tengo credenciales extremeñas (infancia y adolescencia en Badajoz, toda mi familia allí) como para saber que si Extremadura sale en las noticias, es que ha pasado algo gordo. Mis paisanos extremeños están acostumbrados al agravio de que la región solo abra un telediario cuando sucede un accidente, ya sea de tráfico, laboral o por inundaciones. Un accidente con muchos muertos, que si no tampoco. Digo Extremadura como podría decir Cantabria, Rioja o Almería: España es un país fuertemente centralista y que, más allá de los grandes centros territoriales de poder, ningunea a su periferia más despoblada e históricamente desfavorecida.
Así que si este domingo por la noche Extremadura abre todos los informativos, será que ha habido un accidente. Y así es: un accidente electoral. Con víctimas y destrozos importantes.
El que peor parado ha salido en el accidente ha sido, con mucha diferencia, el PSOE. Siniestro total. Da igual si lo leemos como desastre regional o nacional, en los dos casos es catastrófico. Ninguna sorpresa, claro, ha sido como un accidente a cámara lenta que lo ves venir desde antes de la curva: con un candidato achicharrado antes de empezar la campaña, procesado judicialmente y con una torpe gestión de su situación judicial y política. Añade el partido dividido sobre su candidatura, y una campaña nada ilusionante, lo raro es que no haya caído más bajo. Y con él, Pedro Sánchez, que se implicó a fondo en la campaña y ligó su suerte al resultado extremeño, en el peor momento del PSOE nacional.
En el accidente también ha salido mal parada la presidenta popular, María Guardiola. Sale viva pero con magulladuras importantes. Si tú adelantas elecciones para aumentar tus apoyos y no depender de Vox, y acabas sin mayoría suficiente y con un Vox más fuerte, has ganado perdiendo. Solo la debacle socialista le endulza un poco la victoria amarga.
En cuanto al resultado de Vox, el accidente lo sufren los extremeños, que padecerán el castigo de una ultraderecha muy crecida y todavía decisiva, qué desgracia. Y por el lado de Unidas por Extremadura, la buena noticia era previa: una candidatura unitaria a la izquierda del PSOE, frente a la tendencia desintegradora a nivel nacional. Sin embargo, no ha servido para recoger la mayor parte del voto socialista en fuga. Nada que celebrar en la izquierda.
Ea, ya pasó, ya podemos volver a olvidarnos de Extremadura.
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