Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La confesión de la pareja de Ayuso desmonta las mentiras de la Comunidad de Madrid
El plan del Gobierno para indemnizar a las víctimas de abusos agita la Iglesia
Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal

Mariano y Santa Rita, Rita

Rita Barberá i Mariano Rajoy agiten una senyera amb Alberto Fabra

Jesús Cintora

Si preguntan a Mariano Rajoy por Rita Barberá, dice que está “absolutamente limpia”. Igual que Rato es “un buen amigo”, Carlos Fabra es “un político ejemplar”, Bárcenas deber ser “fuerte” y a Rus, el contador de billetes, le quiere, “coño, porque sus éxitos son mis éxitos”. Porque como le decía Rajoy a Camps, antes de que en el PP valenciano imputaran casi hasta a la gaviota: “Paco, yo siempre estaré ahí, delante, detrás o a un lado, me da igual. Y la historia será una historia feliz, frente a los torquemadas del siglo XXI”. Los inquisidores han sido los tribunales, que han ido pasando delante de Rajoy unos cuantos cadáveres políticos. Eso sí, don Mariano se ha mantenido detrás o a un lado, como ya le anunció a Camps que haría. Porque Rajoy se pone de perfil y sobrevive. Con semejante currículum, todavía es presidente y puede seguir siéndolo.

Ya lo dice Rita Barberá si le preguntamos por su “gran amigo Mariano”: “Es el mejor y debe continuar gobernando, con un acuerdo con Ciudadanos y el PSOE, evitando pactos sectarios de perdedores de izquierdas que solo buscan echar al PP”. Lo dice Rita, que llegó a alcaldesa sin ganar las elecciones, pero pactando con Unió Valenciana. Fue en esos años 90 en los que Aznar gobernaba pactando con el PNV y CiU, hablando catalán en la intimidad. Por entonces no había esas “líneas rojas” que hoy le ponen al nacionalismo cuando conviene.

Ella se llama María Rita y él Mariano. Como las marías, quedan libres de pecado. Dos supervivientes, por ahora. Uno en la Moncloa y la otra en el Senado. Rodeados hasta el cuello por la corrupción, con tal de no de irse, se permiten guiarnos. Con el privilegio de su aforamiento, a Barberá le preguntan por los chanchullos y pide hablar “de Irán y de Venezuela”. La Comunidad Valenciana le queda demasiado lejos. Y eso que, cuando yo no había nacido, Rita ya estaba afiliada. Lleva más de 30 años en política y se ha librado de la Gürtel, de Nóos, de Taula, de Emarsa, del Ritaleaks… Financiaciones ilegales, saqueos, comisiones, contratos a dedo, blanqueo, lingotes de oro, viajes de lujo, bolsos, gintonics y, como diría Rajoy, ¡que viva el vino!

Cuando habíamos oído ya a Alfonso Rus contar los billetes de las mordidas y Anticorrupción había abierto diligencias contra Rita Barberá, el presidente Rajoy fue a Valencia a pedir el voto al PP y allí dijo que Barberá volvería a gobernar, porque es “la mejor alcaldesa que merecen los ciudadanos, frente a una sopa de letras que acosa y miente”. Mariano Rajoy se equivocó. Ocultando una vez más la corrupción y porque esa “sopa de letras” llegó a un acuerdo por la izquierda y echó a Rita del gobierno. ¿Se imaginan que un pacto parecido en España hace que Rajoy le siga también en esto a Rita Barberá los pasos? Santa Rita, Rita…

Etiquetas
stats