Faena taurina de jueces, políticos y vocales del Poder Judicial contra la “cultura woke”
Los magistrados y los toreros comparten pocas cosas, pero sí coinciden en una página del diccionario: la palabra “jurisdicción”. Para un juez implica el tipo de pleitos que va a estudiar y sentenciar. Para un torero designa su punto de encuentro con el toro que va a matar. Este jueves el Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) ha juntado ambos mundos por segundo año consecutivo para que abogados, políticos, magistrados de la élite judicial española y vocales del Poder Judicial se despachen en defensa de la tauromaquia y contra el Gobierno, critiquen la “cultura woke”, lamenten que el torero 'Manolete' no se estudie en los colegios y expliquen que sus hijos “no están tarados” por ir a corridas de toros desde pequeños.
Es la segunda ocasión en la que el ICAM celebra estas jornadas a cargo de su sección especializada en derecho taurino después de hacerlo el año pasado en Las Ventas. Este año ha abierto fuego uno de los ponentes del año pasado: José Antonio Montero. Entonces magistrado de lo contencioso del Tribunal Supremo y ahora vocal clave del Consejo General del Poder Judicial, recordó que en la primera edición del congreso ya quisieron mandar “un mensaje de libertad y tolerancia” contra “la cultura woke que se ha instalado de pensamiento único y lo políticamente correcto”.
“La fiesta se recupera, vuelve la juventud, quizá en rebeldía contra la intolerancia imperante”, añadió, en su breve intervención inicial este integrante del órgano de gobierno de los jueces, antes de arrancar el primer aplauso de la mañana en la sede de la exclusiva calle Serrano de la capital. Había juristas entre los ponentes, pero también entre los invitados: César Tolosa, del Tribunal Constitucional, que ya fue ponente el año pasado, la presidenta del Tribunal Superior de Extremadura María Félix Tena, la exministra María Dolores de Cospedal o Dimitry Berberoff, recién nombrado vicepresidente del Tribunal Supremo, han seguido buena parte de las intervenciones.
Uno de los ponentes más celebrado fue Enrique Arnaldo. Magistrado del sector conservador del Constitucional, es un habitual de las plazas de toros y ha escrito numerosos artículos académicos sobre la materia. Este jueves afirmó entre risas que el cargo más importante de su carrera no es el que ostenta en el tribunal de garantías sino el que ostentó en el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, reconoció que es de los pocos que siguen llevando un pañuelo en el bolsillo y ha repasado con detalle la situación de la tauromaquia en la Colombia de Gustavo Petro.
También cogió el guante lanzado por el vocal Montero y lamentó el “aire de desesperanza” de estas jornadas. “Tienden a ser defensivas, nos defendemos frente a los antitaurinos” y al “totalitarismo que quiere imponer la uniformidad de lo que es bueno, condenando a los demás al infierno”. Un día después de debatir en el pleno del Constitucional sobre la personalidad jurídica de Mar Menor, Arnaldo esquivó por milímetros el tema de “extender el concepto de persona” y anunció que seguirán haciendo “muchas más jornadas en defensa del pluralismo y la tolerancia”. “Defender lo nuestro”, añadió, en alusión a la tauromaquia.
Un integrante del Tribunal Supremo fue el encargado de abordar algunos de los asuntos más espinosos de la jornada: si los toreros están legalmente protegidos desde el punto de vista artístico y si es bueno o no llevar niños pequeños a las corridas de toros. Antonio García, una de las últimas incorporaciones a la Sala de lo Civil, explicó que cerrar las plazas de toros a los más pequeños generaría una “paradoja”, ya que restringiría el “derecho” de un menor de edad a ser “matador de toros”. Explicó, además, que sus propios hijos han ido a los toros siendo pequeños. “Les puedo asegurar que no están tarados, ninguno de ellos”, bromeó.
Muchos de los ponentes y asistentes procedentes del mundo judicial forman parte de tribunales que en los últimos años han dictado sentencias clave para el sector de la tauromaquia, aunque ninguno de ellos ha estampado su firma en las resoluciones. Esas decisiones fueron este jueves comentadas y celebradas o educadamente abucheadas en función de si han beneficiado o no al mundo del toro.
La Sala a la que pertenece Antonio García, por ejemplo, declaró que las faenas de los toreros no se pueden proteger a través de los mecanismos de la propiedad intelectual, algo que el magistrado ha lamentado durante su exposición, denunciando un “vacío legal” y comparando una corrida de toros con una batalla de gallos de rap. “Convendría plantearse la necesidad de ampliar la definición de obra”, dijo. La Sala a la que pertenecían hasta hace poco Tolosa y Montero es la que ha blindado en buena parte la tauromaquia al proscribir consultas populares como las de Donostia o Ciempozuelos (Madrid), además de haber obligado al Gobierno a incluir los toros en el Bono Cultural Joven.
Muy celebradas fueron también a lo largo de cinco horas las dos sentencias del Constitucional que anularon las leyes de Catalunya y Balears que, en su momento, limitaron o incluso prohibieron los toros, así como la resolución que confirmó una condena a una concejala de Catarroja por insultar al torero fallecido Víctor Barrio. Alguno de los ponentes, incluso, recordó que hay sentencias de estos tribunales por llegar e hizo la lista para los Reyes Magos. “Espero que el Supremo estime el recurso de la Fundación Toro de Lidia contra la eliminación del premio nacional”, dijo un abogado cordobés ligado a esa fundación.
“¿Un toro triste? ¡Se le habrá muerto la madre!”
Magistrados del Supremo y del Constitucional y vocales del Consejo del Poder Judicial participaron en las jornadas o las presenciaron acompañados de abogados muy significados en el mundo de la defensa jurídica de la tauromaquia, algunos de ellos vinculados a la Fundación Toro de Lidia, autora de numerosos recursos judiciales en la materia. Por ejemplo, el presentado ante la sala tercera del Supremo contra la eliminación del premio nacional.
Dos de los abogados que intervinieron fueron Francisco Gordón y Fernando Navarro. Presentados como letrados en el programa, también están vinculados a la Fundación Toro de Lidia en Córdoba y Granada, respectivamente. Gordón fue el primero en hablar para repasar los éxitos de la tauromaquia en el Tribunal Constitucional, citando uno por uno los votos particulares de magistrados como Fernando Valdés, Juan Antonio Xiol, Adela Asúa, María Luisa Balaguer o el actual presidente, Cándido Conde-Pumpido, asegurando que hicieron afirmaciones “rotundamente inciertas” e incluso acusando a alguno de ellos de “retorcer” la realidad.
Varios ponentes hicieron las delicias del público del Colegio de Abogados de Madrid al reírse abiertamente de las teorías que desarrollan cómo los animales bovinos tienen sentimientos. “World Animal Protection. Esta entidad dice que los ojos de una vaca revelan cómo se siente, que les encanta recibir afecto, que al igual que tú las vacas tienen mejores amigos y personalidades”, dijo Gordón. “¿El toro muestra tristeza? ¡Se le habrá muerto la madre!”, bromeó después el letrado Joaquín Moeckel. Segundos antes, el también abogado Fernando Navarro lamentaba que las grandes figuras del toreo español no estén en los libros de texto de los niños. “¿Habéis leído algún libro de texto donde se explique quién fue Manolete?”, se preguntó. Sobre el poeta Federico García Lorca, también deslizó que “viene la parte de Lorca que interesa, pero no la parte taurina de Lorca”.
Si toreros y jueces coinciden en el término “jurisprudencia”, abogados y políticos se dieron la mano este jueves en el ICAM a la hora de dar estocadas a Ernest Urtasun, ministro de Cultura, por eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia. Miguel Ángel García, consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, clausuró el acto destacando las cifras de Las Ventas “por mucho que le pese al actual ministro de Cultura”, y afirmando que el animalismo “no es más que otra excusa” para borrar la españolidad. “Siempre estaremos para echar ese capote a la tauromaquia”, dijo, antes del aplauso final.
Horas antes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida destacaba la misma idea en la apertura del evento. “El fervor popular por la tauromaquia se está recuperando, pero hay un debate político, también desde el ministerio, con la prohibición de la tauromaquia. Es como si el Ministerio de Industria estuviera en contra de la industria”, ha dicho el alcalde a velocidad de opositor.
La conclusión general de las jornadas es que las sentencias del Constitucional y el Supremo de los últimos años protegen la tauromaquia al haber designado que es un evento cultural que merece ser protegido, aunque lamentan que este blindaje venga de la jurisprudencia y no de una “gran ley de toros”, como explicó José Luque, magistrado y presidente de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. “Si no existiese ese nivel jurisprudencial los toros serían maltrato”, zanjó.
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