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CRÓNICA

El Gobierno huye en el Senado del 19J (y Feijóo de los periodistas)

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada este martes al Senado.

Aitor Riveiro

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Dos días después de las elecciones andaluzas del 19 de junio, que dieron por primera vez la mayoría absoluta al PP, el Gobierno se ha borrado, todo lo que ha podido, de la sesión de control en el Senado. A diferencia de lo que ocurre habitualmente, solo han acudido a la Cámara Alta los ministros directamente interpelados por el resto de grupos. Y ni siquiera todos. La titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha delegado una pregunta sobre ejecución presupuestaria precisamente en Andalucía en su compañera de Transportes, Raquel Sánchez. Los que sí han ido han pasado como una exhalación ante los periodistas, sin pararse a los habituales corrillos, que este martes han protagonizado los exultantes representantes del PP. ¿Todos? No. Su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, también ha evitado a los medios.

La sesión venía un poco descafeinada de antemano por la ausencia de Pedro Sánchez. A diferencia de lo que ocurre en el Congreso, donde suele haber tres plenos con sesión de control al mes, en el Senado solo hay dos, y el presidente del Gobierno acude nada más que a una de ellas. Sánchez asistió el pasado 7 de junio, día en el que se produjo el primer cara a cara con Feijóo.

Dos semanas después, la situación política en España se ha movido, y mucho. Tanto, que Sánchez ha decidido convocar un Consejo de Ministros extraordinario en sábado para aprobar un real decreto ley que prolongue las medidas anticrisis. Una medida que ya estaba descontada y anunciada, pero que se ha agendado un sábado.

El “shock, como lo ha calificado en su pregunta sobre la ejecución presupuestaria la senadora de Adelante Andalucía Pilar González, todavía dura. Raquel Sánchez ha tirado de argumentario para responder, lo que se llama cubrir el expediente, con lapsus incluido: ha confundido en el inicio de su intervención Catalunya con Andalucía. La senadora no se lo ha perdonado en la réplica.

Tampoco ha asistido al Pleno ninguno de los ministros de Unidas Podemos, que este martes no tenían prevista ninguna pregunta por parte de los senadores. Sin obligación de asistir, pocos incentivos había. Además, hay que negociar antes del sábado los términos del decreto anticrisis, que está todavía sin cerrar.

Quienes sí se han explayado han sido los representantes del PP. Rafael Hernando y Fernando Martínez Maíllo, entre otros. Pero el que más se ha dejado querer ha sido Javier Arenas, quien en 2012 obtuvo el mejor resultado de su partido en Andalucía. Hasta el domingo. “Llevaba ocho años sin verme así”, ha bromeado rodeado de un nutrido grupo de periodistas que buscaban un titular que llevarse a la boca.

Nada más lejos de la realidad. El PP está todavía en modo celebración, según ha explicado gráficamente el que fuera ministro de Trabajo y portavoz con José María Aznar. Lo que sí ha explicado el hoy senador es que las diferencias con hace una década van mucho más allá de los dos puntos porcentuales con los que Moreno le ha superado y los ocho diputados que han significado. En 2012, el PP representaba a toda la derecha y obtuvo un 41%. 10 años después, la suma de PP, Vox y Ciudadanos, pese a ser extraparlamentarios, supera ampliamente el 60% de los votos emitidos.

El ejemplo contrario a Arenas lo ha protagonizado Susana Díaz. La expresidenta andaluza, que en 2018 ganó las elecciones pero fue desbancada por un pacto PP-Ciudadanos-Vox, se ha negado a hacer ningún tipo de análisis. “Diga lo que diga, será un titular”, se ha excusado. “No voy a entrar en la trampa”, ha añadido, y ha explicado que no quiere repetir lo que le hicieron a ella cuando perdió San Telmo. Como un frontón, ha devuelto con respuestas similares todas las preguntas sobre el 19J. Solo ha reconocido que en la noche del domingo al lunes apenas durmió por la desazón

Minutos antes, Díaz se cruzaba con Alberto Núñez Feijóo en el pasillo que comunica el Salón del Pleno con los despachos. Ella hablaba por teléfono cuando el presidente del PP salía del plenario e intentaba, con éxito, escaparse de los periodistas, tal y como había hecho al entrar. Sonrisas y monosílabos como toda respuesta. Ni la dimisión de Mónica Oltra, que el PP ha pedido con tanto ahínco, o la convocatoria extraordinaria del Consejo de Ministros le han motivado para ofrecer una declaración.

“¡Hombre, hola!”, le ha dicho Feijóo a Díaz mientras se saludaban fugazmente. Y ya.

El mensaje que hoy quería dar la dirección nacional del PP ya lo había dado por la mañana. Feijóo y el héroe del domingo, Juan Manuel Moreno, han ofrecido sendos discursos ante la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano del PP entre congresos que ha ovacionado ampliamente a ambos. El dirigente gallego y su equipo están aprendiendo que cualquier declaración que haga podrá ser utilizada en su contra. Tienen de su parte el calendario: el de esta semana es el último Pleno en el Senado hasta septiembre.

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