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El guardia civil imputado en la trama de favores de Valladolid prometió a un constructor mediar para obras en cuarteles

Sede de la Comandancia de la Guardia Civil en Valladolid

Laura Cornejo

El guardia civil investigado por una trama de favores a confidentes y empresarios en la Comandancia de Valladolid se comprometió con un constructor amigo a que el Coronel mediase en la adjudicación de una obra de la benemérita en León. El caso, que se investiga en una pieza separada, fue descubierto por la Policía Nacional durante una operación contra el narcotráfico. Los pinchazos a conocidos delincuentes pusieron de manifiesto que tenían contacto con un guardia civil del grupo de Información, y se intervino también su teléfono.

Una de las conversaciones interceptadas por la Policía se produjo el 23 de marzo de este año. Quien llama es Francisco G.J, un contructor, con el que el agente hablaba prácticamente a diario e incluso le había recurrido una multa colocando como infractor a un colombiano que jamás había pisado España. “¿Tú no puedes decir al tío este algo de la obra o cuándo la van a sacar?”, pregunta el empresario.

El guardia, que pertenece al grupo de Información, le plantea a quién y el constructor contesta: “de León”. Y añade: “Al que llamaste ese día”. La obra se va a licitar y el empresario quiere saber si hay mucha gente interesada , los plazos y “cómo está eso”. El agente investigado se compromete a hacerlo de inmediato y contesta afirmativamente cuando su amigo pregunta si les conoce. “Coño cómo no los voy a conocer”, subraya el guardia civil. “Porque eso sería la leche”, replica el constructor. “Y si…si…si no cojo a Recio [anterior teniente coronel de la Comandancia a cuyas órdenes trabajó, ya ascendido a Coronel]- y le digo llámale al teniente coronel de León, al jefe”.

El empresario insiste en que le ayude, que intente mover “algo” y el agente le dice que tiene que presentarse y que él dirá “que se lo den a este” pero que para eso tiene que “echarlo”. A pesar de las indicaciones, el constructor quiere saber “si hay que ir a hablar con él allí o algo”. “Vale, ¿quieres ir a hablar con el teniente coronel de León?”, pregunta el guardia. El empresario dice que sí pero el agente comenta que el viernes comería en Valladolid con Recio, su exjefe. “Ya pero yo no lo conozco, joder”, duda el constructor. El guardia lo tranquiliza diciendo que le dirá: “Oye que va a ir este mañana de parte mía y a tomar por culo”. “Si no, llamo yo al comandante, lo que tú quieras, pero decídete, qué necesitas”. “Tú llama y le dices de la obra de esa de hoy es que, tengo aquí un…conocido, a ver cómo se lo dices tú”, insiste el interesado.

Ese mismo día, en una conversación posterior, el guardia habla de nuevo con Francisco G.J y le pide el nombre de quien vaya a pujar “para pasárselo”, y precisa que quiere la empresa, el CIF, y la fecha en que se presentará a la licitación. Necesita esa documentación para decir “oye esta empresa puja por esto tal día”.

Según el atestado policial al que ha tenido acceso eldiario.es, la pretensión del empresario era conocer datos de la licitación de antemano para concursar con ventaja respecto de otras empresas del ramo. “Dada la soltura con la que hablan estas dos personas, es posible que esta actividad fraudulenta la hayan realizado en más ocasiones”, determinan los investigadores

El juez preguntó a este empresario, imputado en la causa, por esta conversación. Francisco GJ apenas pudo aclarar nada. No sólo no dijo a qué obra se referían sino que aseguró que no puede presentarse a obra pública porque carece de la “clasificación para pujar”. “No he hecho ninguna obra pública”, declaró. El Guardia declaró ante el instructor que Francisco siempre preguntaba mucho y que él le decía que se presentase a las licitaciones, que si cumplía los requisitos podía conseguirlo.

Pero la Policía recurrió a la Unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil para que averiguase concesiones anteriores en las que se le pudiera haber beneficiado. El resultado fue positivo, pese a su respuesta ante el juez, la empresa de Francisco G.J fue adjudicataria de la construcción de un depósito de municiones y artificios pirotécnicos en la cabecera de la Comandancia de Valladolid por un importe de adjudicación de 48.994 euros sin IVA.

La Policía recuerda además que en otras conversaciones el guardia le agradece efusivamente al constructor lo bien que se portaba con él y que “no puede olvidar lo del viaje del Caribe” –realizado un mes antes-. Añaden también el hecho de que el agente investigado abonó la mayor parte en metálico a pesar de que hizo la reserva con una transferencia. “Estos indicios apuntan a que el viaje del guardia, su mujer su hermano y su cuñada realmente lo pago Francisco G.J”, señala el informe policial.

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