Sánchez y Rivera se reúnen para buscar un acuerdo sobre la Mesa del Congreso
Pedro Sánchez y Albert Rivera se han reunido este viernes en un hotel del centro de Madrid. Es la primera vez que se ven las caras tras las elecciones del 20D. Y lo han hecho durante una hora, y sin anuncio público previo.
En la reunión, de la que han informado con posterioridad tanto PSOE y Ciudadanos a través de sendas notas de prensa pactadas y prácticamente idénticas en las que no se concreta el lugar ni la hora de la reunión, se ha abordado la composición de la Mesa del Congreso. Rivera le ha pedido a Sánchez que le haga una propuesta formal de presidente del Congreso: el nombre que trasladará el socialista “antes de 72 horas” será el del ex lehendakari Patxi López.
“Nosotros hemos planteado”, ha explicado Rivera este viernes por la mañana, “que si hay un pacto por el que se nombra un presidente condicionado a que sea distinto al color político. Eso se puede hacer, lo decide la mayoría de la Cámara y lo hemos propuesto como un intento para que no se encallen las negociaciones. Estamos intentando hacer una propuesta de consenso y novedosa”. No obstante, Rivera ha señalado: “No hemos recibido propuesta en firme de ningún grupo de personas y perfiles para presidir la Cámara. No queremos que una ejecutiva nacional de un partido proponga al presidente del Congreso de todos los españoles. Ya no valen las cuotas ni el reparto de sillas, sino una Mesa que represente una nueva era política”.
Según las notas de prensa, tanto Rivera como Sánchez “se han mostrado dispuestos a buscar un acuerdo global y de consenso con PP y Podemos sobre la composición de la Mesa del Congreso de los Diputados”. En este sentido, el presidente de Ciudadanos “ha trasladado a Sánchez su voluntad de llegar a un acuerdo que refleje la pluralidad política salida de las urnas”.
Por otro lado, Rivera “ha trasladado a Sánchez su negativa a vulnerar el reglamento del Congreso para que Podemos pueda constituir cuatro grupos parlamentarios y cuatro portavocías distintas”. Curiosamente, esta frase también se reproduce íntegramente en la nota del PSOE, de lo cual se podría deducir que los socialistas también consideran que el hecho de que En Marea, En Comú-Podem y Compromís-Podemos tengan grupo supone “vulnerar el reglamento del Congreso” toda vez que ese juicio no se le atribuye a Rivera.
De acuerdo con los comunicados, “ambos líderes políticos se han emplazado para seguir manteniendo el diálogo sobre la composición de los órganos del Congreso, así como a celebrar encuentros periódicos más allá de las reuniones que lleven a cabo los equipos negociadores de ambos partidos”.
Investidura
Sánchez y Rivera, eso sí, se encuentran lejos en cuanto a la sesión de investidura. Mientras el secretario general del PSOE está intentando conformar una mayoría para ser investido con los votos de Podemos y sus aliados, el presidente de Ciudadanos este viernes ha descartado facilitarle el trabajo.
Si Podemos aparca el referéndum catalán en un hipotético acuerdo con el PSOE, ¿Ciudadanos facilitaría la investidura de Sánchez con su abstención? “No”, ha respondido Albert Rivera, que de esta manera sólo prevé la posibilidad de que sea investido Mariano Rajoy.
¿Por qué? “Esa condición no es suficiente, la economía de mercado, el pacto del euro, son pilares de nuestra democracia, como el pacto constitucional. No puedo decir que no pago la deuda, y tampoco puedo renunciar a la economía de mercado. Estamos intentando todos hacer que Podemos no sea Podemos, pero nosotros no podemos especular cada día con un partido que dice cosas diferentes en cada territorio”.
“La igualdad de los españoles no está en la mesa de negociación”, ha abundado Rivera: “También he oído a la representante de las Mareas diciendo que quieren la consulta en Galicia. Aquí cada uno dice lo que piensa y por eso quieren grupos parlamentarios diferentes. No podemos estar debatiendo cada mañana. Tiene un problema Podemos que nos traslada al resto, que ha querido hacer una suma de escaños. Y yo ya me he perdido con tanto portavoz y tanta opinión diferente”.
Hasta tal punto llega la distancia de Rivera con Podemos y sus aliados, que se ha mostrado en contra de que las candidaturas catalana, gallega y valenciana tengan grupo parlamentario propio, aunque se hayan presentado a las elecciones de manera independiente y cumplan los requisitos: “Abre un canal que nunca se ha abierto; abre una vía para que el Congreso deje de ser una Cámara de soberanía nacional para ser una Cámara territorial. No vamos a aceptar ni votar a favor de que se permitan grupos territoriales con dinero y recursos por pactos políticos. Espero que el PSOE y el PP respeten el reglamento y no permitan que se troceen los grupos políticos. A ver si lo que el PSOE no hizo con el PSC lo va a hacer con la Marea, En Común y Compromís; con Podemos y sus plataformas independentistas”.
Mientras tanto, Rivera asegura que no hay ningún avance en la investidura de Mariano Rajoy: “No hemos tenido contacto con el presidente, ni discreto ni indiscreto. Si hay que hablar, lo haremos, porque es importante tener diálogo fluido entre los líderes políticos. Cuando tuve la reunión con Rajoy no hubo ninguna propuesta. Sólo está sobre la mesa si la abstención de varios grupos juega un papel decisivo; nadie está planteando ninguna otra propuesta salvo que un Gobierno en minoría a cambio de una hoja de reformas”.