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La torre fantasma
Quizá fue una de las últimas hazañas de la burbuja: Miguel Blesa compró para Caja Madrid la entonces Torre Repsol por 815 millones de euros en 2007:
“El rascacielos está ”parcialmente ocupado“, indican fuentes del banco, sin detallar cuántos empleados trabajan en la actualidad en la torre. Fuentes del sector estiman que sólo están ocupadas cinco de las 45 plantas y que en realidad la presencia de personal del banco en el inmueble responde a ”razones contables“.”
No importa cuántas plantas haya ocupadas. Los costes de mantenimiento de todo el edificio (ahora llamado Torre Bankia) salen por seis millones al año a sus propietarios, que son los contribuyentes españoles.
“Un rascacielos casi vacío que sólo mantener cuesta un riñón”. Cinco Días.