El consumo de alcohol cayó durante el confinamiento por el cierre de los bares pese al aumento en los hogares
El consumo de alcohol durante el confinamiento por la pandemia de COVID–19 “seguramente disminuyó de manera importante” debido al cierre inicial de bares y establecimientos hosteleros, ha explicado este lunes el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí. “Es interesante, porque cuando internacionalmente se habla de regular el alcohol, disminuir la disponibilidad es uno de los aspectos que se han barajado y que algunos países han desarrollado más que otros. Por tanto es un caso de estudio que podemos tener en cuenta”, ha afirmado.
Esta importante disminución se ha dado a pesar de que el alcohol siguió estando disponible en todo momento en tiendas. “Aunque existiera acceso, la disponibilidad era mucho menor”, ha incidido, en lo que parece confirmar la importancia del consumo social de bebidas alcohólicas. La caída general de la bebida no evitó el probable crecimiento del alcohol que se ingirió en los hogares, ya que durante los meses de encierro se observó un gran aumento en la compra de productos habitualmente consumidos en bares y restaurantes, como vino, cerveza y bebidas espirituosas.
El efecto de la COVID en el consumo de la mayoría de las drogas en España ha sido relevante, según Villalbí, salvo por ejemplo en el caso del tabaco, que no ha experimentado cambios dado que los estancos han permanecido abiertos en todo momento. “Se trata de información muy incompleta y cualitativa, esperamos tener datos detallados pronto”, ha dicho.
Así, este análisis aún no ha podido ser refrendado por la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES), ya que tuvo que ser interrumpida precisamente en marzo por la pandemia. Sus resultados hasta ese momento, presentados este lunes, mostraban un mayor uso compulsivo de Internet en España.
En cuanto a las sustancias ilegales, el delegado ha recordado que el parón de los viajes por la pandemia afectó también al tráfico internacional de estupefacientes, lo que produjo un cambio de los patrones consumo. “Tenemos un conocimiento incompleto de esta realidad”, ha admitido.
La impresión transmitida por el delegado es que hubo más sustancias adulteradas circulando, y mayor demanda de acceso a tratamiento por parte de dependientes, lo que se unió a la precariedad del trabajo en los centros de tratamiento debido a la pandemia (personal enfermo, teletrabajando, etcétera).
Antes de la COVID, consumo estable de alcohol y tabaco
La encuesta bianual EDADES 2019/2020, con datos previos a la declaración del Estado de Alarma por la situación de pandemia por COVID-19, muestra que 3,7% de la población de 15 a 64 años había realizado un posible uso compulsivo de internet (2,9% en 2017/2018) y el 2,2% presentaba un posible juego problemático o trastorno del juego (2,6% en 2017/2018).
Además, desciende el consumo de tabaco diario (el 32,3% de la población 15-64 años) y el 4,2% de la población de 15 a 64 años presenta un posible consumo de riesgo de alcohol, la cifra más baja desde que se incorporó la escala AUDIT a la encuesta EDADES (2009).
La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, ha destacado en la presentación “la tendencia ascendente en las cifras de uso compulsivo de internet” y la estabilización de los consumos de alcohol y tabaco. En este sentido, ha prometido que se seguirá “trabajando para que descienda aún más el consumo de tabaco con el objetivo de reducir su impacto en enfermedades y muertes evitables”.
El trabajo de campo de EDADES 2019–2020 se realizó desde el 7 de febrero al 13 de marzo de 2020. Los datos confirman que las sustancias más consumidas son las legales. En primer lugar, el alcohol (el 77,2% de los encuestados lo ha consumido en el último año; el 75,2% lo hacía en 2017/2018) y en segundo lugar el tabaco (el 39,4% ha fumado tabaco en el último año, respecto al 40,9% en 2017/2018).
Cannabis, droga ilegal más consumida
El cannabis es la droga ilegal más consumida (10,5% en el último año en 2019/2020 frente al 11,0% en 2017/2018) seguida de la cocaína polvo y/o base (2,5% frente al 2,2% en 2017/2018).
El resto de sustancias ilegales estudiadas tienen unas prevalencias de consumo en el último año por debajo del 1%. El éxtasis un 0,9%; las anfetaminas 0,7%; los alucinógenos un 0,6%; las setas psicodélicas un 0,4%; las metanfetaminas un 0,3% y la heroína un 0,1%, el mismo porcentaje que los inhalables volátiles. El 1,7% de los españoles entre 15 y 64 años afirman haber probado alguna vez en su vida nuevas sustancias psicoactivas.
Las edades de inicio en el consumo no presentan cambios reseñables. Las sustancias legales (alcohol y tabaco) son las que se empiezan a consumir a una edad más temprana, mientras que los hipnosedantes y los analgésicos opioides son los que se empiezan a consumir a una edad más tardía.
El consumo de cocaína de los hombres cuadruplica al de las mujeres
Respecto al sexo, los hipnosedantes sin receta y los analgésicos opioides sin receta son las únicas sustancias psicoactivas cuyo consumo es similar en ambos sexos (el 1,3% de los hombres y 1,2% de las mujeres consumieron hipnosedantes sin receta en el último año y el 0,6% de los hombres y 0,7% de las mujeres consumieron analgésicos opioides sin receta, en ese mismo periodo). En el caso del cannabis el porcentaje de hombres que lo ha consumido en el último año duplica ampliamente al de mujeres (14,6% frente a 6,3%) y en el caso de la cocaína polvo y/o base esta diferencia por sexo se cuadruplica (4,1% hombres y 1% mujeres).
El patrón de policonsumo (consumo de 3 o más sustancias psicoactivas) continúa estando muy extendido. Se concentra en hombres de 15 a 24 años e incluye muy frecuentemente (en el 90% de los casos) el consumo de alcohol, tabaco y cannabis.
Consumo en mayores de 64 años
Por primera vez en España se ha realizado una encuesta en mayores de 64 años denominada ESDAM. Los resultados principales muestran que en la población de mayores de 64 años el consumo de las sustancias psicoactivas tanto legales como ilegales está menos extendido que en la población de 15 a 64 años y en todas las sustancias psicoactivas el consumo, está más extendido entre los hombres.
Respecto al consumo de bebidas alcohólicas en la población de mayores de 64 años, se observa un mayor consumo diario, más consumo de vino y menos consumos intensivos y de riesgo.
El 52,9% de la población mayor de 64 años dice haber fumado alguna vez en la vida (77,9% en hombres y 34,1% en mujeres), el 12,8% de la población mayor de 64 años ha fumado en el último año (18,8% en hombres y 8,2% en mujeres), siendo el porcentaje de fumadores diarios del 9,8% (14,3% en hombres y 6,5% en mujeres).
El 4,3% de los mayores de 64 años presentaría, según escala basada en el DSM-V, un posible trastorno por consumo de hipnosedantes (2,2% en hombres y 5,8% en mujeres).
La única sustancia psicoactiva ilegal consumida en el último año es el cannabis con una prevalencia de consumo del 0,5%.
Respecto al juego con dinero, el 68,3% ha jugado dinero de manera presencial en el último año (72,6% en hombres y 65,1% en mujeres), dato superior en 5 puntos porcentuales al de la población de 15 a 64 años. El 2,4% de la población mayor de 64 años ha jugado con dinero online en el último año, dato 4 puntos porcentuales menor que en la población de 15 a 64 años. El 1,3% de la población mayor de 64 años presentaría un posible juego problemático o trastorno por juego.
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