X (Twitter) empieza las pruebas para cobrar una tarifa anual por sus servicios habituales
La red social X, antes conocida como Twitter, ha comenzado las pruebas para imponer una tarifa anual por usar las funciones habituales de la plataforma, que hasta ahora no han tenido coste económico. El experimento se ha lanzado en Nueva Zelanda y Filipinas, donde la empresa cobrará el equivalente a un dólar estadounidense (1,43 dólares neozelandeses y 42,51 pesos filipinos) a todos los usuarios nuevos. X asegura que la medida persigue “reducir los mensajes no deseados, la manipulación en la plataforma y la actividad de los bots”.
La red social ya tiene en marcha otras modalidades de pago, pero estas añaden funcionalidades que no están disponibles para las cuentas básicas, como la posibilidad de escribir mensajes que excedan los 240 caracteres que caracterizaban las publicaciones de la plataforma. En esta prueba seguirá permitiendo que nuevos usuarios se registren sin pagar si así lo desean, pero no podrán interactuar con otros usuarios, solo consumir contenidos. Es decir, solo las personas que paguen ese dólar anual podrán publicar comentarios o republicar, responder y seleccionar 'me gusta' en las publicaciones de otros usuarios.
“Esto permitirá evaluar una medida potencialmente poderosa para ayudarnos a combatir los bots y cuentas basura en X, al tiempo que mantenemos el acceso a la plataforma a cambio de una tarifa reducida”, ha explicado la red social en un comunicado. La red social asegura que compartirá los resultados de este experimento “pronto”.
El anuncio llega solo dos semanas después de que Elon Musk, dueño se la compañía, explicara en una entrevista que este tipo de tarifa para todos los usuarios podría ser la única forma de acabar con los bots y el spam en X. “Estamos pasando a tener un pequeño pago mensual por el uso del sistema”, declaró el magnate en una reciente reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. “Unos pocos dólares o algo así”, aventuraba.
Desde que la adquirió por 44.000 millones de dólares, Musk ha recalcado que su principal objetivo es acabar con los bots y el spam automatizado en X. Sin embargo, todas las medidas para erradicarlo han ido enfocadas también a aumentar los ingresos de la compañía, que era la única gran red social que no había conseguido dar beneficios de manera recurrente, perdiendo dinero en siete de los últimos diez ejercicios antes de la venta a Musk.
Una de las consecuencias de estas políticas ha sido el cierre de las herramientas de terceros que interactuaban con la antigua Twitter, como las apps de desarrolladores independientes o los programas que utilizaban los investigadores para analizar las campañas de manipulación en la plataforma. Ahora, comunicarse con la base de datos de X requiere un precio que ni unos ni otros pueden asumir.
Recientemente Facebook e Instagram han aventurado también la posibilidad de establecer versiones de pago de sus servicios en Europa, aunque en su caso la medida va encaminada a contentar a los reguladores de privacidad.
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