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The Guardian en español

China disfraza de exámenes médicos gratuitos la recopilación masiva de datos biométricos

Las autoridades chinas están recopilando datos biométricos como huellas, escáneres del iris o el grupo sanguíneo

Benjamin Haas

Hong Kong —

Las autoridades chinas están recopilando muestras de ADN, huellas y otros datos biométricos de todos los residentes de una región del extremo occidental, según informa el Observatorio de Derechos Humanos.

Las autoridades también están construyendo una base de datos con escáneres de iris y el grupo sanguíneo de todo el mundo entre 12 y 65 años en Xinjiang, incrementando los controles en una zona que algunos expertos han bautizado como una “prisión al aire libre”.

En la región hay más de 11 millones de uigures, una minoría túrquica musulmana, en la que tienen lugar brotes ocasionales de violencia.

Los datos pueden usarse para “la vigilancia de personas en relación con su etnia, religión, opinión u otros ejercicios protegidos por sus derechos como la libertad de expresión”, según el Observatorio de Derechos Humanos.

Revisiones médicas gratuitas para recopilar datos

Parte de la recogida de datos se está haciendo por medio de revisiones médicas ofrecidas por el gobierno y no está claro si los pacientes saben que el examen también está destinado a transmitir datos biométricos a la policía.

Aunque los exámenes son voluntarios oficialmente, un uigur ha dicho que mandos locales “exigieron que tenían que participar en los exámenes físicos”. Un artículo en un periódico local animaba a las autoridades a “trabajar duro para convencerlos de participar”.

Casi 19 millones de personas han participado en las revisiones médicas en 2017, denominadas Exámenes Físicos para Todos, según la agencia de noticias estatal de China, Xinhua. Para personas designadas como “personal de interés” –un eufemismo para aquellos a los que el gobierno percibe como peligrosos– los datos se recogen sin importar la edad.

“El archivo obligatorio de los datos biométricos de toda una población, incluyendo el ADN, es una gran violación de las normas internacionales de derechos humanos”, dice Sophie Richardson, directora del Observatorio de Derechos Humanos en China. “Es mucho más preocupante si se hace de manera encubierta, disfrazada de programa gratuito de sanidad”.

“Las autoridades de Xinjiang deberían renombrar su proyecto de exámenes médicos 'Violaciones de la Privacidad para Todos', ya que un consentimiento informado y la posibilidad de elección no parece formar parte de estos programas”, añade Richardson.

Autoridades en la región defienden que el programa está destinado a mejorar las políticas para aliviar la pobreza. También dicen que está dirigido a la “estabilidad social”, una frase utilizada normalmente para designar represiones a críticos gubernamentales.

En su intento de recopilar los datos biométricos de millones de residentes, la policía en Xinjiang compró secuenciadores de ADN a la empresa estadounidense Thermo Fisher Scientific, según el Observatorio de Derechos Humanos. La compañía rechazó hablar directamente de sus productos en Xinjiang, y dijo únicamente: “Esperamos que todos nuestros clientes actúen de acuerdo con las regulaciones pertinentes y conforme a las mejores prácticas de la industria”.

La recopilación de datos biométricos también incluye a gente originalmente de Xinjiang que se han mudado a otras partes de China, en donde se les requerirá presentar su información de manera local.

Una región bajo un control exhaustivo

Xinjiang es una de las partes más controladas de China, donde la minoría uigur lleva siendo sometida un escrutinio cada vez mayor en los últimos años. Ver a tropas muy armadas por las calles de la ciudad es algo común y las autoridades organizan concentraciones masivas para reforzar el apoyo a su lucha contra los “extremistas islámicos” que Beijing culpa de una serie de ataques a autoridades gubernamentales y a civiles.

Los grupos pro-derechos humanos dicen que la mayoría de los problemas de violencia derivan de restricciones en materia de religión, cultura, lenguaje y expresión, así como a la falta de oportunidades económicas en una región empobrecida. Los uigurs se quejan a menudo de que los trabajos bien pagados sólo se ofrecen a los chinos de la etnia han, que constituyen alrededor del 90% de la población china.

Traducido por Marina Leiva

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