Cifuentes honoris causa
Un mensaje a los políticos que aún están impidiendo la salida fulminante de Cifuentes: el daño que están haciendo a la imagen de España es bochornoso. Nuestra Educación pública no merece esto. Algunos de ustedes, tan proclives últimamente a un postureo de bandera y cántico patriotero, vuelven a quedar en evidencia al demostrar que su defensa de lo de todos pasa por defender a los suyos.
Ustedes han dejado pasar demasiado tiempo con este asunto. Es tanto, como el daño que están haciendo a la Enseñanza pública. Ustedes mienten o alargan los plazos, pero deben saber que en la calle está muy claro lo ocurrido. Lo sabemos todos. También esas familias que pidieron un préstamo para pagarle el máster al hijo, que luego le sirvió para que se quede en el paro o trabaje por 700 euros en algo distinto a lo que había estudiado.
Uno del barrio me lo decía con rabia esta mañana: “Imagina que me cuelo en el Metro o en cualquier cosa que dependa del Gobierno de Madrid. Y cuando vengan los de Seguridad a echarme les digo eso de ‘No me voy, me quedo’, como dijo la Cifuentes”. El colega no tiene Periscope, ni teme que le persigan “por los pasillos”, como la presidenta madrileña, pero hizo su máster trabajando a la vez y levantándose a las 5 para estudiar. No está para que le tomen por imbécil.
He aquí dos Españas: los que curran y los que se lo llevan por el morro. Los que aprueban el máster yendo a clase y haciendo exámenes y los que lo aprobaron con falsificaciones, cuatro trabajillos y dos ñapas. Está la España de los que van tirando en la vida con el sudor de su frente y los que trincan, medran y se la suda todo. Conciben la patria como su cortijo. Les cuesta bajarse del burro y trabajar de sol a sol, porque llevan toda la vida al fresco. Eso sí, llevándoselo calentito.
Por eso, cuesta asumir que, con todo lo que hemos visto, de falsificaciones, testimonios y chanchullos varios, aún nos digan que “hay que investigar”. Probemos nosotros a hacer lo mismo que Cifuentes y verán como también esperan a que se investigue. Y saldrá la Conferencia de Rectores a ponerse de perfil, habrá tiempo a ver si la fiscalía se lo afina, el presidente del Gobierno declarará que les apoya, se hará el sordo y les aplaudirán hasta con las orejas.
Digo yo que más pronto que tarde, Cristina Cifuentes caerá. Aunque el daño ya está hecho. Cada día que pasa, es como una patada en el culo para los que preparan exámenes, trabajan para pagarles los estudios a los hijos, sueñan con la igualdad de oportunidades y piensan que administrar lo de todos pasa por dar ejemplo. Ahí tienen a Rajoy. Es buena muestra de ello. El presi repite, y no le hacéis caso, que “en España, la ley se cumple”. Seguro que Cifuentes se ha fijado en Mariano, porque cumpliendo las normas es un maestro. Tanto, que debiéramos olvidarnos de dimisiones y que la Rey Juan Carlos zanje este asunto premiando estos desvelos: otro máster para Rajoy y qué menos que el honoris causa para Cristina, por luchar tanto contra la corrupción y ser perseguida por los pasillos.
