Centenares de personas se movilizan para evitar el fracking en El Bonillo
Varios centenares de personas se citaron en la tarde del sábado 11 en El Bonillo (Albacete), una de las localidades incluidas dentro de los proyectos de fracking, seis en total, que hay en Castilla-La Mancha. Se celebraba el Día Internacional contra esta práctica de obtención de gas esquisto mediante fractura hidráulica y en él representantes de toda la comarca y región quisieron darse cita para mostrar su rechazo a una práctica que provocaría grandes riesgos en toda la zona, tanto sísmicos como en la agricultura.
La manifestación fue el acto central de todo el fin de semana en el que representantes de Barrax, Lezuza, Munera, Villarrobledo, La Roda, El Ballestero u Ossa de Montiel pasaron por la localidad cuyo término municipal está totalmente incluido en uno de los proyectos de fracking, haciéndose, involuntariamente, capital de esta práctica en Castilla-La Mancha.
A los actos que comenzaron el viernes se sumaron diversos colectivos sociales y políticos, como el secretario regional de Izquierda Unida, Daniel Martínez, o el secretario provincial del PSOE y portavoz del partido en el Congreso de los Diputados en materia de Cambio Climático, Manuel González Ramos.
En Castilla-La Mancha existen seis proyectos en marcha, tres de ellos en esta zona. Las plataformas de Nava, Esteros y Alborada ocupan gran parte de esos municipios y la totalidad de algunos pueblos, cuya actividad se vería en grave riesgo de comenzar esta práctica. Por otro lado están el proyecto “Cronos” al norte de Guadalajara y el proyecto Aries y Leo en el sureste de la provincia de Albacete en terreno fronterizo con la Región de Murcia.
Los alcaldes de los municipios implicados también quisieron acompañar a los manifestantes en su marcha por la localidad albaceteña.
Existen algunas marcas de primeras prospecciones en la zona por parte de la empresa licitadora del proceso, si bien los proyectos se encuentran en su fase inicial. Los expertos consideran que es posible que las prospecciones comerciales no lleguen a hacerse.
El riesgo de esta práctica en un terreno que vive de la agricultura es muy alto por la utilización de materiales radioactivos para la extracción de gas de esquisto, quedando residuos durante miles de años. Además la contaminación de aguas de acuíferos ya está demostrada en Estados Unidos, único país donde se hace esta práctica. En la Unión Europea algunos países la han prohibido, como Francia.
