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El pasaporte sirio que ha teñido de sospecha a los refugiados

Imagen de archivo: pasaporte de un ciudadano sirio/ Gabriela Sánchez

Gabriela Sánchez

—Llegaron y mataron a la gente. Tenía que escapar.

—Mataron a mi padre.

—Entraron y dispararon. Asesinaron a mi marido.

Mohamed, de origen sirio, formulaba una de estas frases en Hungría mientras caminaba hacia Austria junto a otros cientos de refugiados. Ahmed recordaba en Macedonia cómo se enteró del asesinato de su padre en manos de ISIS, también en Siria. Detrás de las últimas palabras está María -nombre ficticio- superviviente de los últimos atentados perpetrados por los mismos terroristas, en este caso en París.

Los tres han vivido el terror sembrado por ISIS en sus ataques. Los tres han sufrido la muerte de un familiar o conocido por culpa de la misma violencia. Algunos no los observan de la misma manera. Tras los atentados perpetrados en París este viernes, una parte del panorama político europeo y de la sociedad ha convertido a los primeros, a los refugiados, en potenciales sospechosos del mismo yihadismo que les obliga a huir. El hallazgo de un pasaporte sirio, probablemente falso, junto al cuerpo de uno de los kamikazes ha avivado el discurso xenófobo entre aquellos que ya cuestionaban la acogida de solicitantes de asilo.

Polonia ha sido uno de los primeros estados europeos en anunciar su decisión de no aceptar solicitantes de asilo tras los atentados de París. “La decisión de la UE, que nosotros criticamos, para la reubicación de refugiados e inmigrantes tiene carácter vinculante. Tras los trágicos acontecimiento no vemos posibilidades políticas de aplicarlos”, advirtió el futuro ministro polaco de Asuntos Europeos, Konraz Szymanski.

La ultraconservadora francesa Marine Le Pen no se quería quedar atrás en sus declaraciones 'anti - refugiados'. “Nuestros temores y nuestras advertencias sobre la posible presencia yihadista entre los inmigrantes que alcanzan nuestro país son por lo tanto una realidad desgraciadamente concretada en estos sangrientos atentados”, ha afirmado. Bajo este razonamiento, ha solicitado “el cese inmediato de toda acogida de 'inmigrantes' (incluye refugiados) en Francia y de su dispersión por los municipios del país, tanto ciudades como pueblos”.

Contra este discurso, políticos y organizaciones sociales han exigido el cese de tales acusaciones. El presidente de la Comisión Europea ha solicitado en la cumbre del G20 “no confundir” a terroristas con refugiados y no dejarse llevar por “reacciones primarias” tras los ataques en Francia. “El atentado de París no cambiará el modelo europeo de asilo”, ha afirmado Jean-Claude Juncker. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, también han realizado declaraciones en las que piden garantizar esta diferenciación.

“Es necesario separar una cosa de la otra. Los refugiados están escapando de los yihadistas. Son las víctimas, no son los victimarios”, recuerda a eldiario.es Jesús A. Nuñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH). Un mensaje similar transmiten desde Amnistía Internacional. “Europa se enfrenta a retos urgentes. Por un lado, a la amenaza del terrorismo. Por otro, los refugiados. Son dos cosas bien distintas y solo el terrorismo supone una amenaza”, subraya Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.

“Exigimos responsabilidad con el fin de evitar comentarios racistas y xenofobos contra la población refugiada que huye del terrorismo y convive con atentados diariamente”, apunta Estrella Galán, secretaria general de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Qué se sabe (y qué no) sobre el pasaporte

Según ha publicado el diario francés Le Monde, las autoridades francesas han comprobado la correspondencia entre las huellas incluidas en el documento y las del atacante, fallecido en el atentado suicida. El Gobierno griego también ha confirmado el registro del mismo pasaporte en la isla de Leros. El kamikaze llegó a Europa a través de la ruta de los Balcanes transitada por cientos de miles de refugiados en los últimos meses. La coincidencia de las huellas del cuerpo del atacante y las incluidas en el documento ha sido confirmada por las autoridades francesas, pero no la autenticidad del pasaporte. Esto afecta a la veracidad de los datos del terrorista, aún desconocidos, aunque no al recorrido tomado por este para alcanzar territorio europeo.

El 3 de octubre el terrorista que portaba el pasaporte sirio alcanzó la isla griega de Leros en una embarcación “pequeña” junto a 68 personas. El día 6 del mismo mes cruzó la frontera de Macedonia con Serbia. Después, pasó por Croacia y Austria, según ha quedado documentado en los registros de ambos países.

Lo que se desconoce es la procedencia del atacante: el documento localizado incluye un nombre y una nacionalidad (Siria) que podrían no corresponder con la identidad original de la persona que perpetró el ataque. “El pasaporte probablemente sea falso”, ha asegurado Christiane Taubira, ministra de Justicia francesa. No está confirmado que el terrorista que portaba el documento sea sirio en realidad. El resto de personas identificadas como artífices de los atentados son de nacionalidad francesa y belga.

“Algunos de los terroristas de París tenían nacionalidad francesa y nadie piensa por ello que haya muchos franceses que son terroristas. Se ha encontrado un pasaporte que demuestra que un terrorista viajó por esta ruta, de los casi un millon de refugiados que han llegado a Europa. Esto no significa nada. Es un discurso interesado para evitar la responsabilidad legal de acogerlos”, añade Beltrán.

Nada está cerrado. Las posibilidades son varias, según los expertos citados en diversos medios internacionales: podría ser un miembro del ISIS que aprovechó el tránsito masivo de personas a Europa para infiltrarse entre ellos. Podría ser un sirio captado por la banda terrorista después de alcanzar territorio español. Su nacionalidad no tiene por qué ser siria, dado que las autoridades francesas advierten de la posible falsificación del documento. En todo caso, sería el único caso registrado en el que una persona que utiliza esta ruta para viajar a Europa (este año la han transitado cerca de 700.000) acaba perpetrando un atentado terrorista.

Desde el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) mencionan la contradición que gira en torno a este episodio. “Los que se marchan huyen de Daesh y son traidores para ellos. Sus miembros han hecho declaraciones en este sentido en muchas ocasiones”, afirma Jesús A. Nuñez.

Varias personas con la misma identidad

Además de los datos que manejan las autoridades francesas, los indicios de su falsedad son varios. Además del kamikaze, ha sido detenido en Serbia otro hombre que portaba un documento con idénticos detalles de identidad, aunque con distinta foto, según publica el diario británico The Guardian.

El sábado la policía serbia arrestó a esta persona en un centro de refugiados de Presevo y tratan de hallar el origen de este segundo pasaporte. Las fuerzas de seguridad del país “piensan que ambos son falsos y fueron adquiridos en la zona fronteriza entre Siria y Turquía”.

Le Figaro informa de que los datos personales originales “podrían corresponder a un soldado de Bashar al-Assad asesinado hace varios meses”. Se trata de Ahmad al Mohammad, nacido el 10 septembre de 1990 en Idleb, en el noroeste de Siria. “Todos estos datos corresponden a un soldado de las tropas locales de Bachar el -Sddad”.

Por qué este caos con los pasaportes

Los pasaportes falsos ofrecidos por los traficantes de personas, sumado al terror a ser identificado en países europeos en el que los solicitantes de asilo no quieren quedarse, fomenta cierto caos en relación a la documentación portada por los migrantes durante su travesía a Europa.

A lo largo de la ruta de los refugiados, es habitual la venta de documentación falsa o el robo de pasaportes de determinadas nacionalidades por parte de los traficantes de personas.

Aunque no son los únicos obligados a huir de sus países de origen, los sirios, eritreos e iraquíes tienen más posibildades de éxito en los cruces fronterizos y en el acceso al sistema de acogida europeo debido al mayor porcentaje de aceptación de las solicitudes de estas nacionalidades registradas en la UE. Esta es una de las razones que explica la proliferación del contrabando de documentación por parte de las mafias. Sus precios oscilan en torno a los 1.000 y los 4.000 euros.

Encontrar pasaportes o documentos de identidad tirados por el suelo en el camino tampoco es extraño. Muchos migrantes tratan de escapar del reglamento europeo que obliga a los refugiados a recibir protección en el primer estado comunitario que pisen. Otros temen ser expulsados a sus países de origen. Ante su miedo a no poder avanzar más, optan por deshacerse de su documentación por el camino.

La propuesta estancada: vías legales de entrada

Hasta el momento nunca antes se habían dado indicioes de la infiltración de un terrorista en la ruta de los refugiados. “Nunca lo habían hecho, pero pueden utilizar cualquier puerta por donde puedan entrar”, sostienen desde IECAH. En este sentido, Amnistía Internacional recuerda que la solución nunca debe pasar por cerrar el paso a miles de personas que también huyen de la violencia.

“Lo mejor es, como venimos pidiendo, garantizar una entrada legal y ordenada de las personas que escapan de horrores similares: vías legales y seguras, procedimientos de asilo de calidad. Esto permite la protección de los refugiados y, a la vez, la identificación de las personas que podrían haber cometido delitos graves”, destaca Esteban Beltrán.

“Ahora la UE tiene la peor política, una que pone en riesgo a los refugiados, que pone vallas, cierra fronteras y fomenta que entren ilegalmente en europa o mueran en el mar, sin procedimiento individualizado en el asilo”, añade. “Girar hacia una política de derechos humanos aumentaría también la seguridad”.

Desde CEAR, Estrella Galán coincide. “Si se hibiesen abierto vías legales y seguras para que los refugiados llegasen se evitaría todo este tipo de posibilidades de que puediesen infiltrarse posibles terroristas, fomentando una identificación previa y un proceso ordenado y regulado”, señala. “Los canales transparentes para que no caigan en manos de la mafias son esenciales, pero la UE continúa planteándose estas políticas”, reitera el experto en conflictos, A. Núñez.

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