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Ciudadanos pide aportaciones del resto de partidos para el cambio electoral que exige a Rajoy

Rivera confía que el PP no bloquee la investidura y haya Gobierno en septiembre

Gonzalo Cortizo

La reforma electoral que Ciudadanos exige como condición para apoyar al Partido Popular abre una catarata de posibilidades en las que el acuerdo exige el concurso de más formaciones políticas que las lideradas por Rajoy y Rivera.

La fórmula más simple supone aumentar hasta 400 el número de parlamentarios en el Congreso para dar más representación a los partidos que se han quedado a las puertas de un escaño y que tienen un especial apoyo en las zonas urbanas. La Constitución señala en su artículo 68: “El Congreso se compone de un mínimo de 300 y un máximo de 400 diputados”.

En virtud de ese artículo se podría aumentar el número de parlamentarios sin necesidad de iniciar una reforma constitucional. El problema es que ninguna formación política tendría fácil explicar que la solución al sistema electoral son más políticos en el Parlamento.

Otra opción posible es abordar el debate sobre el cambio de circunscripción electoral para sustituir el actual modelo provincial. Si se apuesta por este modelo, la Constitución debería ser modificada. La Carta Magna es clara al situar a la provincia como ámbito de referencia para la adscripción de escaños en función de los votos recibidos. Esta vía para mejorar la representación en unas elecciones generales también se plantea complicada, a la vista de la falta de acuerdos para iniciar una reforma constitucional, que exige como mínimo del acuerdo de 3/5 de la Cámara.

El debate sobre el modelo alemán

El partido de Albert Rivera todavía no ha aclarado en qué ruta están pensando ahora para llevar a cabo lo que ante Rajoy han planteado como una cuestión irrenunciable. En su programa electoral, Ciudadanos abre una tercera vía y señala el “modelo alemán” como ejemplo a seguir.

Se trata de un sistema mixto en el que cada votante introduce dos papeletas: una para elegir una lista a nivel del Estado y otra para elegir a un candidato de su circunscripción. Al respetarse parcialmente la circunscripción electoral provincial, este sistema no exige un cambio constitucional.

La versión electoral alemana ya fue valorada por el Partido Popular como modelo para implantar en la Comunidad de Madrid y Alfredo Pérez Rubalcaba barajó proponerla como solución durante la campaña electoral de 2011. Al final nadie acabó de transitar ese camino.

Paradójicamente, el Tribunal Constitucional alemán ha advertido recientemente de los fallos de su sistema, así como de la complejidad del mismo.

“Habrá que consensuarlo”

Fuentes de la dirección de Ciudadanos consultadas por eldiario.es aseguran que su intención de modificar la ley electoral “es una cuestión de principios”, pero que Albert Rivera no pretende imponer ningún modelo en particular. “Cada partido tendrá que poner sobre la mesa su modelo y habrá que consensuarlo”, afirman las mismas fuentes. Sobre la posible reforma, en Ciudadanos solo tienen una cosa clara: “No queremos incrementar el número de diputados”.

En la actual situación política parece complicado aventurar la posibilidad de un consenso sobre una reforma que marcará cuáles son las reglas del juego para una competición electoral en la que las formaciones emergentes se sienten en inferioridad de condiciones.

En el PP, mientras tanto, se enfrentan a la decisión más difícil de todas las que Rivera les ha puesto sobre la mesa. Rajoy nunca ha querido cambiar la ley electoral, salvo para proponer que la lista más votada obtuviera las alcaldías en las municipales.

Con un territorio tan complejo y sin una propuesta definida por parte de Ciudadanos, el laberinto de las normas electorales corre el riesgo de seguir siendo un eterno debate por mucho que Rajoy se muestre dispuesto a hablar sobre ello con Rivera.

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