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No nos amenace

José Precedo, periodista de elDiario.es, en la tercera jornada del juicio contra el fiscal general del Estado.
7 de noviembre de 2025 22:09 h

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Si de algo puede servir, de momento, el macrojuicio montado contra el fiscal general del Estado es para constatar graves lacras de la España en la que vivimos. Es manifiesta su desmesura y las irregularidades que lo jalonan. De entrada, el demandante: Alberto González Amador. Un sujeto que, en mucho más lento proceso judicial, está acusado de cinco delitos -dos de fraude fiscal de elevada cuantía y otro de falsedad documental, más los que se añadieron en pieza separada de delitos contables continuados y hasta pertencia a organización criminal-. Ha conseguido movilizar al Tribunal Supremo y llegar a este espectáculo de magistrados, testigos, un par de semanas de vista oral, porque decidió que García Ortiz había revelado secretos sobre él aunque los conocían con anterioridad decenas de personas. Evidentemente, de no ser el novio de la presidenta de Madrid no se hubiera movido un dedo por semejante causa, pero aquí estamos.

Añadamos al jefe de gabinete de Ayuso en la Comunidad, Miguel Ángel Rodríguez, confesando ufano que el email que mandó -y que difundió la petición de acuerdo para González Amador- no tenía ni base, ni fuentes, que se lo inventó. El alto tribunal ni se inmutó al oírle.

Cuando sí se revolvió el Tribunal que juzga al fiscal general del Estado fue con la declaración de uno de los periodistas que aseguraban haber conocido el gran secreto antes que el fiscal. Su presidente respondió con un helador “No nos amenace con que lo sabe” al adjunto al director de elDiario.es José Precedo, cuando expuso su “dilema moral” de saber cuál era la fuente auténtica, que con seguridad no era García Ortiz, y no poder revelarla por su compromiso con el secreto profesional del periodismo.

No es una anécdota sino un asunto troncal que un tribunal considere una amenaza esa declaración. ¿Qué quiso decir? ¿Que ellos también saben lo mismo que Precedo y otros periodistas? Y en ese caso o cualquier otro ¿cuál es la amenaza?

La declaración de Precedo ha tenido reacciones detestables y, aunque el mundo se hunde por varias esquinas, me parece un deber ético defender el rigor y la decencia de este periodista y cuanto implica. Escribo en elDiario.es desde su fundación y me he sentido orgullosa de este medio en varias ocasiones, esta es una de ellas. Pero, además, es que si dejamos pasar todo esto, conformes y sumisos, aún ahondaremos más la crisis del periodismo e incluso de la justicia, que es tanto como decir -por ambos pilares- de la democracia. El secreto profesional lo ampara la Constitución, y no protege al periodista, sino a las fuentes. Al periodista, por lo que vemos en la España actual de la cochambre ultra, le fija como diana hasta de burlas. Menos mal que las personas serias han deducido que la declaración de Precedo, precisamente, desmonta el caso. ¿Será ésa la amenaza?

La antigua abogada de González Amador y actualmente de Juan Carlos de Borbón, Guadalupe Sánchez, dejó claro el sentir de ese sector:

Los principales difamadores del PP y de los medios que suelen trabajar a su servicio se han mostrado casi asombrados de que un periodista sea decente y optan o por ridiculizarlo o, además, por negar ese derecho al periodismo. Qué estupidez tener fuentes a proteger cuando este juicio se basa, según parece, en el bulo de un sujeto que diciendo ser periodista declara que miente y que no necesita ni fuentes.

Similares asombros también, entre otros medios de la bulosfera, precisamente el que inauguró la nueva etapa de la desinformación letal en España, que luego creció como la espuma. Acaba de cumplir diez años con la plana mayor de la derecha-ultra-derecha aplaudiéndoles y un nutrido y florido grupo de empresas apadrinando el fiestón.

Estrella invitada hasta en la tribuna de oradores, Ayuso, la que riega a lo grande con nuestro dinero a ese medio y otros similares, y elogios sin fin de buena parte del Partido Popular. Mañueco, el presidente de Castilla y León, resumía lo que para el PP y las comunidades que gobierna son el periodismo y la verdad al felicitar efusivamente a ese medio “por defender un periodismo crítico, riguroso e independiente, pilares esenciales de nuestra democracia. Os deseo muchos años más de éxitos, ejerciendo con valentía el periodismo que fortalece la libertad”.

Los bulos se han instalado en nuestras sociedades produciendo daños incalculables que serán mayores a largo plazo. Se desparrama toda esta tropa en repugnantes calumnias cada hora de todos los días. Es como si se miraran en el espejo goebbeliano de la transposición, acusando a otros de sus peores desmanes.

La mentira reiterada que consagró Trump como política de gobierno está acabando por activa y por pasiva con la democracia estadounidense y con parte de su sociedad. No es fácil que los aires de cambio que sí soplan en Nueva York y otras capitales puedan vencer los grandes destrozos ya practicados. Y atentos a la reacción del presidente, que ha declarado “terroristas”… a todos los antifascistas. Incluidos los españoles, según informó su portavoz en varios medios conservadores de nuestro país.

 Es la política sucia, la desinformación a su servicio y la justicia que no nos aclara qué amenaza ve en la verdad. Máxime cuando juzga a un fiscal general del Estado por la denuncia de un tipo que dice sentirse agredido por él, sin pruebas y sin pensar en cómo nos hieren al resto de la sociedad sus manejos. Hoy la Audiencia de Madrid ha confirmado su procesamiento, rechazando los recursos que había presentado. A ver si se sienta de una vez en el banquillo sin más juegos malabares.

A estas alturas tengamos por seguro que solo la verdad nos salvará y que toda la que precise conocer la sociedad se la dará el periodismo riguroso. No permitamos que ser honesto y tener dilemas morales por respetar el compromiso con las fuentes se convierta en un especimen raro de esta profesión, porque a la vista de cómo van las cosas parece que ya está ocurriendo. Ah, y no nos amenacen.

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