Santos Cerdán niega en el Senado que sea socio de Servinabar y cuestiona los audios que le incriminan: “No soy un corrupto”
El exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha negado ante la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo cualquier implicación en tramas de corrupción. En la declaración, en la que se ha acogido parcialmente a su derecho a no declarar, ha rechazado ser socio de la constructora Servinabar, ha cuestionado la veracidad de los audios que le incriminan y se ha mostrado como víctima de una persecución “propia de la Inquisición”.
También ha asegurado que no intervino en adjudicaciones públicas. Por contra, ha evitado responder sobre el presidente del Gobierno y sobre detalles más concretos de las pesquisas que mantiene abiertas el Tribunal Supremo y que lo llevaron a prisión durante casi cinco meses. Y ha defendido su inocencia, al atribuir su situación al contexto político de las negociaciones con Junts y Bildu.
En los primeros pasajes del interrogatorio ha negado que sea socio de Servinabar, la sociedad de Antxon Alonso considerada el vínculo para cobrar mordidas en la causa que investiga el Supremo. “No hay pruebas de nada. ¿Es un documento original? No es un documento original. No tiene ninguna veracidad. Tendrán que demostrar que es cierto”, ha afirmado cuando la senadora de UPN María Caballero le ha mostrado el contrato privado de compraventa que le hace dueño del 45% de la constructora.
En su primera intervención, Santos Cerdán ha argumentado que no iba a responder a “hechos concretos” sobre la causa abierta contra él, si bien se ha referido a esa constructora y ha cuestionado los audios que le incriminan. “Es una evidencia científica [que están manipulados]”, ha afirmado en alusión al informe pericial encargado por su defensa que asegura que los audios incautados al exasesor Koldo García fueron “reconstruidos”. Los peritos de parte también hallaron rastros de sistemas operativos de iPhone que no existían en la fecha en que se produjeron las grabaciones. “Me voy a defender porque soy inocente, no soy ningún corrupto y tarde o temprano lo van a poder comprobar”, ha aseverado.
Además de negar la veracidad de los audios y su participación en Servinabar, ha asegurado que no intervino en ninguna adjudicación por parte del Gobierno de España ni del navarro. “Ha sido limpia y transparente”, ha dicho sobre la adjudicación de las obras del túnel de Belate que ganó Servinabar. Cerdán ha hecho ese tipo de afirmaciones, aunque inicialmente ha asegurado que se acogería a su derecho a no declarar por el proceso judicial en el que está inmerso.
Entre las preguntas a las que ha declinado responder están las relativas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El senador de Vox Ángel Gordillo le he preguntado si era el líder de su partido quién daba las instrucciones o si él actuaba a sus espaldas. Y Santos Cerdán ha optado por guardar silencio. Tampoco ha respondido cuando le ha preguntado si se siente traicionado por él.
Cerdán atribuye su situación a la negociación con Junts y Bildu
Santos Cerdán también ha permanecido en silencio cuando diferentes senadores le han preguntado si dio órdenes a la exmilitante del PSOE Leire Díez para que maniobrara contra la Fiscalía y altos mandos de la Guardia Civil, si bien ha pedido a los senadores que no se refieran a ella con el apelativo de “fontanera”. “Se merece respeto”, ha afirmado.
En otro momento del interrogatorio Santos Cerdán sí ha negado tener relación con presunta trama de corrupción desmantelada la semana pasada y que tiene como protagonistas al expresidente de la SEPI Vicente Fernández, la citada de Leire Díez y el empresario Antxon Alonso, dueño de Servinabar. “Si hubiera habido [alguna relación], habría aparecido”, ha dicho.
Cerdán ha atribuido su situación procesal y judicial a su interlocución con Junts y Bildu para la investidura de Pedro Sánchez y que la foto con Carles Puigdemont en Bruselas “marcó un antes y un después” para él. “Tuve que empezar a llevar escolta en Madrid después de esa foto”, ha señalado. Cerdán considera que se le ha perseguido por ese rol y niega haber “metido la mano en la caja”. “A nivel personal no haría nada de lo que he hecho antes. A nivel político creo que es lo que tenía que haber hecho y es lo que hice. El coste que he sufrido yo y mi entorno es muy alto por haberlo hecho”, ha dicho el exdirigente socialista sobre su papel de hacedor de acuerdos tras asegurar que “varias fuerzas” le avisaron: “Que tuviera cuidado con lo que me pudiera pasar”.
El exdirigente socialista se ha pronunciado así a preguntas de los senadores de Junts y ERC, que hasta cierto punto consideran que ha podido haber intervención de las “cloacas” en su caso, aunque con dudas y matices. “Pese a seguir creyendo en la figura de su presunción de inocencia, todo lo que ha ido saliendo no parece una creación literaria para perjudicar al diputado Santos Cerdán”, ha dicho Eduard Pujol (Junts). “Me gustaría que se demostrara una operación de deep state y que todo es mentira y que ha sido cabeza de turco, pero tengo dudas”, ha apuntalado Joan Josep Queralt.
En sus respuestas también ha aludido a llamativas teorías sobre el origen de la investigación contra él. Ha sugerido —aunque ha admitido que no tiene pruebas— que su implicación en la supuesta trama corrupta deriva de una reunión mantenida en 2021 en el cigarral de Toledo entre el coronel Diego Pérez de los Cobos, que entonces era el máximo jefe de la Guardia Civil en Madrid, los dirigentes de Vox Javier Ortega Smith y Manuel Mariscal y el exlíder de Fuerza Nueva y de la Fundación Francisco Franco Ricardo Alba.
En otro momento del interrogatorio, Santos Cerdán también ha preguntado al senador de Vox Ángel Gordillo qué relación tiene con la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, que elaboró una guía contra la amnistía que fue difundida a través del correo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Porque, según el exdirigente socialista, “todo viene de ahí”.
“Mejor solo que mal acompañado”
Santos Cerdán ha acudido al Senado sólo con su abogado. “Mejor solo que mal acompañado”, ha sido su respuesta a la senadora Caballero, que en dos ocasiones de su intervención ha recordado al exdirigente socialista que cuando acudió a la comisión de investigación sobre la corrupción del Senado lo hizo acompañado de muchas más personas. “No necesito el apoyo de nadie”, ha contestado a la pregunta de si se siente abandonado por su partido: “Tengo mucha gente detrás mía que apoya y me cree”.
En aquel momento, abril de 2024, Cerdán era el todopoderoso secretario de Organización y mano derecha de Pedro Sánchez, y acudió al Senado respaldado por numerosos dirigentes socialistas. 14 meses después, tras reiterar que las noticias sobre su participación en la trama corrupta eran lawfare, la UCO le atribuyó ser el cabecilla de la trama y acabó cinco meses en prisión preventiva.
En el PSOE minimizan los reproches que ha hecho Cerdán. “Ha quedado clara la distancia entre él y el PSOE”, señalan fuentes de la dirección, que aseguran tener mucha “tranquilidad” tras la comparecencia. “Su situación está judicializada y cada uno elige su estrategia”, dice una dirigente sobre las palabras y silencios de Cerdán, que ha evitado responder a todas las preguntas que tenían que ver con la posible implicación de Pedro Sánchez en la trama. También ha lanzado un dardo al senador socialista Alfonso Gil, de quien ha cuestionado que esté “en condiciones de hacerle” el “reproche” que ha hecho.
El exdirigente socialista ha sido citado casi un mes después de salir de prisión, donde permaneció cinco meses tras la publicación de un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que le situaba como epicentro de una presunta trama corrupta de cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública. El Tribunal Supremo le investiga por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.
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