Parados con muchas luces
Las empresas Beraiki99, entidad de inserción social especializada en construcciones y reformas y la firma Iniciativas de Tecnología y Sostenibilidad, ITS, han unido sus fuerzas para diseñar un proyecto acorde a su filosofía, la ecología social. Se trata de que personas en riesgo de exclusión se ocupen de la reconversión de las antiguas farolas redondas en lámparas con tecnología 'led' de última generación. Esta propuesta permite aunar el ahorro energético al utilizar iluminación eficiente, la integración laboral de parados de larga duración y el reciclaje y reutilización de recursos.
Son muchas las farolas todavía presentes en las calles que cuentan con grandes esferas de policarbonato cuya parte superior es transparente y deja escapar la luz hacia el cielo. “Quedan en casi todos los barrios y los pueblos. Algunas con un capuchón incorporado en la parte de arriba pero otras sin ese accesorio. Son altamente ineficientes. En los años 90 se colocaron muchas, entonces no se tenían en cuenta criterios de contaminación lumínica”, recuerda José Ignacio Mendoza, gerente de ITS.
Lo innovador de este planteamiento es que mientras otros proyectos de renovación del alumbrado público se limitan a sustituir unas farolas por nuevos reflectores a estrenar, la solución de esta compañía pasa por dar una segunda vida a las vetustas farolas. Mediante este sistema se conservan los soportes esféricos antiguos y cambian tan solo su interior. “Es un trabajo artesanal. Se vacían en un taller, se sustituye en equipo interno y se limpian. Ya están listas para su reutilización. Se vuelven a colocar en el lugar que ocupaban pero con la nueva tecnología 'led' incorporada. De esta manera aprovechamos recursos y reducimos residuos además de crear empleo porque necesitamos más mano de obra”, aclara Mendoza.
70% de ahorro energético
70% de ahorro energéticoSu aliado para lograr dar luz a esta idea es Txema Ruiz de Apodaca, gerente de Beraiki99, entidad de inserción social. Esta entidad pondría el personal y se ocuparía de la formación y supervisión del mismo. “Todavía no hemos cuantificado en número de personas necesarias para desarrollar estas tareas. Haremos pruebas piloto para ver el tiempo que les lleva modernizar un número determinado de farolas y el número de operarios idóneo para completar de forma correcta y segura la operación”, detalla Ruiz de Apodaca.
Lo que sí está contrastado y garantizado es el ahorro energético que aporta la utilización de esta nueva tecnología, casi un 70% menos de kilowatios. Si el consumo anual de una lámpara convencional es de 1050 kwh, el de una adaptación 'led' es de 210kwh.
Con esta cifras y un proyecto que responde a dos necesidades sociales básicas, la mejora medioambiental y la creación de empleo especialmente entre colectivos más vulnerables y desfavorecidos, parece difícil que los municipios se resistan a modernizar su alumbrado. “Primero queremos presentarlo en municipios pequeños, juntas administrativas a las que les propondremos generar empleo local. Luego, en función de como resulte la experiencia piloto, acudiremos a entidades más grandes a presentarles nuestra propuesta. Estamos ilusionados porque confluyen varios objetivos muy loables”, declara Apodaca.
Para redondear el proyecto cuentan con el beneplácito de Triodos Bank, que parece dispuesto a sumarse y financiar el plan. “Pretendemos que las administraciones no pongan un duro hasta que ingresen el dinero que les reporte el ahorro de este mecanismo. Mientras tanto esta compañía de banca ética parece dispuesta a respaldarnos”.